La sanidad pública en España solo financia la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en las niñas, mientras que los niños solo son vacunados si lo costea su familia. Pero tanto hombres como mujeres transmiten este virus y unos y otras pueden desarrollar alguno de los cánceres relacionados con esta infección. Hoy, es el Día Internacional de la Lucha contra el Virus del Papiloma Humano, un problema que es cosa de todos.
El VPH es cosa de mujeres y de hombres
Si además de vacunar contra el VPH al cien por cien de las niñas, extendemos esa vacuna al varón, “seremos capaces de interrumpir la transmisión de este virus y eventualmente llegar a eliminar el cáncer de cérvix. Una meta factible que solo es posible con vacunaciones amplias y sostenidas”, asegura el pediatra Federico Martinón-Torres, del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
La vacunación del niño varón, que ahora no está financiada por la sanidad pública, es “una oportunidad estratégica de la salud pública y una razón de equidad para que el varón también puede beneficiarse”, apunta.
El pediatra precisa que el varón solo tiene una “protección circunstancial” ya que a través de la vacunación de la mujer solo se protege al hombre que tiene actividad heterosexual exclusiva y con mujeres vacunadas.
Pero no todos somos conscientes de este hecho ya que vivimos en una sociedad donde la información sobre el VPH es “poca y errónea” y contaminada con bulos.
Para combatir la desinformación y concienciar a la sociedad contra el VPH, un total de 28 sociedades científicas, asociaciones de pacientes y universidades junto a la compañía farmacéutica MDS, han lanzado la campaña #ElVPHesCosaDeTodos y el documental “Conectados”, además de la web laprevencionescosadetodos.com
Un ejemplo es que gran parte de la sociedad desconoce que este virus es transmitido tanto por hombres como por mujeres y que es la causa del 5% del total de cánceres, en especial de cérvix en ellas, y de pene, ano y orofaringeo en los varones.
La vacunación en la mujer adulta
Los ideal es vacunar a los niños y niñas antes de que tengan su primera relación sexual, unos inicios que constituyen el momento de mayor riesgo para la infección. Por eso la edad media fijada para la vacuna es la de los 12 años.
Pero la vacuna también es efectiva para la mujer de mediana edad ya que es susceptible de contagiarse en cualquier momento, un riesgo de entre el 5 y el 15% a lo largo de un año, según algunos estudios.
“También sabemos que el riesgo de persistencia de infección es una condición para el desarrollo de las lesiones precursoras y del cáncer y además se incrementa con la edad”, por eso se recomienda la vacunación, incluso en mujeres que han recibido tratamientos contra los precursores del cáncer de cérvix, apunta en la presentación de la campaña la ginecóloga Mar Ramírez Mena, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Por eso el Ministerio de Sanidad ha incluido en el calendario vacunal del adulto, entre otros grupos de riesgo, la recomendación de vacunación a mujeres que han sido tratadas de patologías cervicales relacionadas con este virus.
Además de la prevención primaria con la vacuna, existen los sistemas de cribado como las citología y el test del VPH.
Actuaciones de prevención primaria para niños y niñas y de prevención secundaria para mujeres jóvenes y de media edad que, en el caso de Australia, país pionero en estas acciones, podría terminar con el cáncer de cérvix para 2035. La tasa de cobertura vacunal es de más del 80% en ambos sexos.
Sin embargo, en Europa las mujeres de edad intermedia que participan en esos programas de prevención secundaria deberían estar mejor informadas de los beneficios que les reportaría la vacunación contra el VPH.
En España, las tasas de cobertura vacunal en mujer adulta hasta los 26 años no llegan al 4% y hasta los 45 años no llegan al 1%. “Una vacunación prácticamente anecdótica”, asegura la ginecóloga.

Mejorar la tasa de vacunación
Desde octubre de 2018, el Ministerio de Sanidad también financia la vacuna en todo el territorio nacional para, además de niñas y mujeres tratadas por alguna patología cervical, para varones menores de 26 años que tienen sexo con hombres; para hombres afectados por el VIH menores de 26 años; para personas que ejercen la prostitución y para trasplantados.
“Pero podemos mejorar la tasas de cobertura de vacunación”, considera Esther Redondo, especialista en medicina general y comunitaria y coordinadora del Grupo de Trabajo de Actividades Preventivas y Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
En 2017, la tasa de cobertura global de vacunación fue del 74% con gran diferencia en las distintas comunidades autónomas, como Andalucía que se queda el en 54% frente al País Vasco que alcanza el 90% de cobertura.
La práctica habitual es vacunar en los centros de salud, pero se ha comprobado que las comunidades autónomas que trasladan la vacunación a colegios, como los casos de Navarra, País Vasco o La Rioja, tienen mejores tasas de cobertura vacunal.
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