La dieta mediterránea es ideal para llevar una alimentación equilibrada, y evitar así, riesgos cardiovasculares. Un estudio realizado por la Fundación Española del Corazón (FEC), en el marco del Día Mundial del Corazón, pone en relieve la desinformación y los malos hábitos alimenticios

Numerosos estudios, como Predimed, afirman que la dieta mediterránea no hipocalórica combate el riesgo cardiovascular, además de lograr una pérdida de peso que se mantiene a largo plazo. Esta dieta, considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es la que aporta mayores beneficios a nuestra salud.
Los alimentos base que la componen son:

- Cereales
- Fruta
- Verdura
- Lácteos
- Aceite de Oliva
- Pasta
- Legumbres
- Pescado
- Consumo ocasional de carne roja
A pesar de que España es un país que históricamente se ha basado en esta dieta, los últimos datos en las tasas de obesidad demuestran que la población española se está desviando hacia consumos menos saludables.
Un estudio realizado a personas en mayor riesgo cardiovascular (por encima de los 40 años), de la Fundación Española del Corazón (FEC) denominado “Mitos y Errores en Alimentación en la población española”, considera que 1 de cada 5 españoles les pone un suspenso a su dieta.
El 18% de los encuestados creen que su dieta no es equilibrada debido al bajo consumo de pescado azul, seguido de poca verdura y exceso de azúcares.
Omega 3, beneficio cardiovascular
Tres de cada diez españoles desconoce qué alimentos son fuente de omega 3. El análisis desvela que aunque el 83% de los encuestados sabe que el pescado azul es rico en omega 3, solo el 47% lo asocia a la obtención de beneficios cardiovasculares.

El pescado azul, al tener mayor cantidad de grasa, contiene mayor concentración de ácidos poliinsaturados omega-3, ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA).
La doctora María Elisa Calle, coordinadora del Programa de Alimentación y Salud de la FEC, explica: “el DHA es un componente habitual de las membranas y participa en el desarrollo del sistema nervioso central. Además, tiene efecto beneficioso en la función endotelial (a nivel de la pared interna vascular) y mejora el perfil lipídico, aumentando los niveles de colesterol bueno, denominado HDL. Por su parte, el EPA es un ácido graso que tiene cierta actividad antitrombótica, por lo cual disminuiría de forma discreta el riesgo de trombosis”.
La experta afirma que a partir de los 40 años, comienza a “aumentar el riesgo de cardiopatía isquémica principalmente en varones”, y que en las mujeres “el riesgo se inicia a partir de los 50 años, cuando empieza a disminuir la protección debida a los estrógenos”.
Costumbres preocupantes
A mayor edad, hay una mayor idoneidad sobre la dieta que llevar a cabo. Hay una gran mayoría (70%) que reclama más información nutricional por parte de profesionales como médicos, nutricionistas, entrenadores deportivos, etc.

Además, más de la mitad de los participantes, considera que no se obtiene la suficiente información nutricional en el etiquetado de los productos.
El doctor Carlos Macaya, presidente de la FEC, afirma que la muestra “permite ver que la población española conoce los alimentos más beneficiosos” pero que en la realidad, la “práctica deja de existir”.
“Nuestro objetivo es educar a la población sobre qué hábitos de vida debe seguir para prevenir las enfermedades del corazón”, declara.
Con la celebración de la Semana del Corazón, que culmina en el Día Mundial del Corazón, 29 de septiembre, la FEC ha llevado a cabo actividades especiales, en distintas ciudades, con consejos sobre alimentación y pruebas gratuitas para la medición del riesgo cardiovascular.
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