El gerente del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), José María Romo, resalta como su principal reto inmediato en el centro sanitario “racionalizar las demoras que tenemos tanto en la actividad quirúrgica como ambulatoria”, tras un año priorizando la covid

Hospital Universitario de Burgos/Foto cedida
José María Romo ha hecho estas manifestaciones al programa de radio de EFEsalud, “El Bisturí”, dentro del proyecto de este canal para 2021, en el que semanalmente habla con el hospital de una provincia española sobre cómo han vivido y viven la pandemia.
“La principal preocupación en estos momentos es ajustar las demoras quirúrgicas a cifras razonables”, ha insistido.
Respecto a la covid y su previsión hacia el futuro, ha señalado: “La vacunación de un porcentaje cercano al 60/70 % definiría mucho el ritmo de contagios, aunque hay incertidumbres, como las variantes”.
Pero ha remarcado un mensaje: “Hay que hacer una llamada a los ciudadanos para que mantengan las medidas de protección, prevención y aislamiento. Es muy importante porque, vamos a dejar de ser ingenuamente optimistas, esto no nos lo podemos permitir”.
El primer paciente covid llegó al HUBU el 3 de marzo de 2020.
“En la primera ola fuimos improvisando. Nos enfrentamos a una situación poco conocida, tanto por el pico de pacientes como por la sobreocupación de espacios como por los recursos humanos”, recuerda.
“Hubo que reinventar la organización. Creamos un plan de contingencia que fuimos perfeccionando y nos ha servido como guión de actuación en las siguientes olas. Hemos aprendido muy rápido aunque de forma muy dramática”, resalta el gerente.
Romo señala que el hospital no tuvo problemas graves por deficiencia de equipos de protección y respiradores.
“Estuvimos bien dotados. No nos faltó, pero tuvimos que racionalizar mucho. Lo que nos pudo faltar, lo subsanamos gracias a la colaboración de empresas de la ciudad y fuimos sorteando los obstáculos, aunque de forma muy ajustada”, rememora.
Sobre cómo han podido atender a pacientes no covid, José María Romo afirma: “La pandemia ha pasado factura sin ninguna duda porque en esos momentos con 300 pacientes hospitalizados, no se puede atender todo de la misma manera”.
“Lo que hicimos fue priorizar para que los procesos oncológicos no demorables fueran realizados a tiempo. Otros procesos sin tanta prisa clínica se demoraron y hubo retrasos por el miedo de los pacientes a acudir al hospital ante posibles contagios”, añade.
El HUBU, que en junio de 2022 cumplirá diez años, no ha descuidado la investigación del coronavirus en este año de pandemia, y colabora en un proyecto internacional para extraer y tratar muestras de unas 300 personas para secuenciar el virus y estudiar anticuerpos y linfocitos.
“Es un proyecto multicéntrico y multidepartamental con el fin de avanzar en el conocimiento de este virus tan complicado”, resalta el gerente del hospital.
También se creó, poco después del estallido de la pandemia, un grupo de apoyo psicológico tanto para pacientes como para sanitarios que ha atendido a más de 100 personas.
Este hospital cuenta con una unidad de mano catastrófica y reimplante que es referencia nacional.
Asimismo, realiza cirugía radioguiada a través de semillas de yodo como terapia innovadora frente al cáncer.