Reelegido presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Joaquín Poch repasa en EFEsalud la situación actual de la sanidad en España, los retos de la academia en esta nueva etapa y el nivel de formación de los españoles en materia de salud. “El conocimiento científico debe ser una prioridad del proceso educativo”, asegura al enfrentar su segundo mandato

Joaquín Poch: “El conocimiento científico debe ser una prioridad del proceso educativo”
Joaquín Poch/ Fotografía facilitada por la Real Academia Nacional de Medicina
  • 9 de agosto, 2016
  • Madrid/EFE/Ana María Belinchón

Joaquín Poch, catedrático de Otorrinolaringología y jefe del servicio de esta especialidad en el Hospital Universitario Clínico San Carlos, fue reelegido el pasado mes de junio, con unánime respaldo, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) durante los próximos cuatro años.

En la entrevista ha destacado la actividad del Museo de Medicina Infanta Margarita, dependiente de la RANM, que pronto recibirá una de las colecciones de microscopios antiguos más importantes del mundo.

También ha expresado la satisfacción que supone que los Reyes inauguren en la Academia de Medicina el curso 2016/2017 de todas las Reales Academias, y ha subrayado la importancia de que la próxima reunión de noviembre de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal (ALANAM) se celebre en la RANM.

Academia

Como profesional de la Medicina, con una gran experiencia docente, clínica y de gestión hospitalaria…¿Cómo afronta este segundo mandato?

Hay todavía aspectos en los que profundizar para convertirse en un foco de atracción importante del debate científico-médico, de tal manera que cualquier investigador o clínica con algo importante que decir entienda que la academia es un marco adecuado para poder expresarlo. Por eso nuestra proyección hacia la sociedad es uno de los aspectos estratégicos de este nuevo mandato.

¿Qué balance hace de su primeros cuatro años al frente de la RANM?

Hemos puesto en marcha el entramado fundamental del Diccionario Panhispánico de Términos Médicos, hemos puesto en valor progresivamente exposiciones temporales en el museo y hemos abordado en este último año temas candentes de la medicina clínica y de la biomedicina.

En esta próxima etapa debemos esforzarnos por mejorar nuestra política de comunicación hacia la sociedad,  en estos últimos cuatro años los duros ajustes económicos que hemos tenido que hacer hacer todos y también las Reales Academias nos han limitado mucho en este sentido.

¿Cómo han afectado estos ajustes económicos a la Corporación? 

Joaquín Poch
Edificio de la Real Academia Nacional de Medicina en Madrid/ Imagen cedida por la RANM

Los ajustes han sido muy importantes y aunque nuestro principal sostén sigue siendo el Estado, esto hoy día ya no es suficiente para mantener un nivel de actividad coherente con nuestras aspiraciones, por lo que ha sido imperativo el recurso a patrocinadores privados que han sido decisivos en estos años y espero que sigan a nuestro lado en el futuro.

Si tomamos como ejemplo la financiación de los trabajos del diccionario panhispánico, esto no sería imaginable sin la colaboración de la Fundación AMA, la Fundación Ramón Areces, Fundación MAPFRE y otras que pronto se sumarán porque han entendido bien la importancia del proyecto y nos ayudan de forma completamente desinteresada.

Diccionario

¿Está satisfecho con el Diccionario de Términos Médicos (DTM)?

El Diccionario de la Academia actualmente vigente es una obra espléndida de más de 50.000 términos y se culminó durante el mandato de mi predecesor el Profesor Manuel Diaz-Rubio.

El sucesor de ese diccionario será una obra de nueva planta, modernizada como lo debe ser cualquier obra de Medicina avalada por todas las Academias Nacionales de Medicina de lengua española y elaborado en colaboración con ellas. Tendrá unos 30.000 términos nuevos y cuando esté finalizado estoy seguro que será una de las mejores obras del mundo en su género.

El inglés se ha consolidado como el idioma oficial de la ciencia. Usted comentaba en una entrevista que quería convertir el español en una lengua de comunicación científica de primer orden…

El hecho de tener una lengua franca en la que nos podemos entender todos como es el inglés en la actualidad es una enorme suerte.

Eso no significa que los grandes idiomas internacionales deban renunciar a su exactitud, su nivel y su categoría histórica. Nosotros mantenemos en nuestro nivel el castellano, es decir, traducimos de forma adecuada de acuerdo con la tradición lexicográfica española determinados términos porque las traducciones de libros ingleses carecen  en ocasiones de un rigor elemental o según el traductor se traducen de forma distinta términos equivalentes.

Situación actual

¿En qué situación se encuentra la Medicina y la investigación en España? 

La medicina clínica en España no goza de una excelente salud porque hay nubarrones en el futuro que realmente son preocupantes, pero sigue siendo una medicina de extraordinaria calidad.

Respecto a la biomedicina, tenemos que mejorar forzosamente los porcentajes de PIB que se aplican a investigación, ciencia y desarrollo; deberían subir como mínimo un 0.7%- 0.9% respecto a lo que se está invirtiendo en la actualidad y esto repercutiría evidentemente en nuestra proyección científica.

En lo último en que se debería recortar es en investigación y educación. Esto son sencillamente inversiones de futuro si queremos en dos tres generaciones figurar en el selecto grupo de países protagonistas del progreso.

¿Cómo cree que puede afectar a la salud y a la sanidad tener un gobierno en funciones durante un año?

Por ahora funcionamos relativamente como antes por una razón: que la mayor parte de las competencias sanitarias están delegadas en las comunidades autónomas.

¿Cree que la sociedad española es consciente de la importancia de la RANM y la labor que desempeña?

La verdad es que no nos lo planteamos en esos términos. Primero procuramos ser importantes y luego intentamos ser percibidos. La percepción de todo este tipo de instituciones es relativamente pequeña, no tenemos un impacto mediático, no salimos en el periódico todos los días porque tampoco es nuestra misión. Dentro de la clase médica, que es nuestro objetivo fundamental de actuación, sí tenemos el conocimiento adecuado, el respeto y el prestigio que corresponde.

Educación en ciencia

¿Hay una buena formación en materia de salud en España (nutrición, prevención, etc.)?

A lo largo de nuestra historia hemos elaborado sin darnos cuenta por las condiciones de nuestro país hábitos relativamente saludables, es decir, el aceite de oliva es la mejor grasa que puede consumir el ser humano y la dieta mediterránea se ha demostrado que es cardioprotectora.

La prueba de que los hábitos son buenos es que la esperanza de vida en nuestro país es una de las más altas del mundo.

Internet se ha convertido en una herramienta clave para ampliar conocimientos en salud, pero ¿cuáles son los riesgos de consultar frecuentemente la web? 

A veces para el profano es difícil determinar qué es lo que tiene valor. La cantidad de información que se puede proporcionar a sí misma cualquier persona a través de la red es casi infinita, el único filtro muchas veces es nuestro propio cerebro, pero información no significa conocimiento. En las Academias lo que intentamos es transformar la información en conocimiento, es decir, información reflexionada y filtrada.

Nosotros estamos elaborando un lemario de aproximadamente 1000 términos médicos que van a ser definidos de una forma absolutamente accesible para cualquier persona, de tal manera que va a ser muy difícil que en el hospital o en el ambulatorio te digan que tienes tal cosa y no salga en este lemario.

¿Qué papel le otorga la Academia a la divulgación de la ciencia médica?

Hoy día la ciencia y la tecnología deben jugar un papel destacado en la formación de cualquier individuo porque se trata de una dimensión fundamental de la cultura del siglo XXI y creo además que existe un nivel de consenso bastante alto de que todo el proceso educativo en España es claramente mejorable.

En este sentido, hace poco tiempo la mesa rectora del Instituto de España hizo público un manifiesto sobre la necesidad de alcanzar un gran consenso político en educación, es difícil de aceptar que cada poco tiempo tengamos un un nuevo plan de estudios al socaire de las preferencias de cada partido político y, lo que es peor, sin que se aprecien con claridad las ventajas de unos sobre otros. En este manifiesto se hablaba no solo de un consenso en ciencias sociales sino también en ciencias de la materia que deben incluir también aspectos fundamentales de biología y biomedicina.

El conocimiento científico debe ser una prioridad, junto con otras, del conjunto del proceso educativo.