El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa cuyos síntomas son progresivos. Según el informe realizado por el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (GETM) “Impacto de la COVID-19 en pacientes españoles con enfermedad de Párkinson” más de la mitad experimentaron un empeoramiento de sus síntomas durante el confinamiento

Párkinson: el confinamiento agravó los síntomas en dos de cada tres casos
Fotofrafía del proyecto ‘Danza para el Parkinson’ en 2017. EFE/Ballesteros

El Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (GETM), en colaboración con el Observatorio Párkinson de la Federación Española de Párkinson (FEP) y la Asociación Parkinson Galicia-Coruña ha publicado recientemente el informe “Impacto de la COVID-19 en pacientes españoles con enfermedad de Parkinson”.

El trabajo, recogido por la revista Movement Disorders, se elaboró a partir de las respuestas de casi 600 pacientes de 49 provincias españolas durante los meses de mayo, junio y julio de 2020.

Además, cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y es uno de los más amplios realizados hasta la fecha en el ámbito internacional.

El doctor Diego Santos, neurólogo y secretario del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN, habla con EFEsalud para explicar las conclusiones extraídas de este trabajo.

“Los datos que hemos recogido sugieren que el porcentaje de pacientes con párkinson afectados por COVID-19 podría ser bastante bajo”, indica Santos.

párkinson covid-19
Diego Santos, neurólogo y Secretario del GETM/ Foto cedida

En la muestra analizada, solo un 2,6 % tuvo la enfermedad confirmada, de los cuales el 33 % necesitó hospitalización (solo uno en UCI).

“Aunque no hay evidencia de que estos pacientes tengan un mayor riesgo de contraer COVID hay matices a tener en cuenta”, indica el neurólogo.

Uno de ellos es la edad. El párkinson, por lo general, es más frecuente en personas mayores que en jóvenes. Aunque no está demostrado, Santos indica que “la avanzada edad sí es un factor de mal pronóstico en el caso de desarrollar el virus”.

El estadio de la patología es otro factor importante frente a la COVID. “Un paciente con la enfermedad más avanzada incluso puede tener problemas respiratorios por la afectación de la misma”, sostiene.

Párkinson y confinamiento

Según se desprende del estudio, más del 95 % de los enfermos de párkinson llevaron a cabo medidas rigurosas para evitar contraer el virus.

“No solo uso de mascarilla o lavado de manos, sino confinamiento y distanciamiento social estricto a pesar de que más del 85 % no tuvo contacto con casos de COVID-19”, explica el doctor.

Y aunque un alto porcentaje de los pacientes (73 %) siguieron con sus tratamientos y se mantuvieron activos durante el confinamiento, el 65,7 % percibió un empeoramiento de sus síntomas.

“Hubo un empeoramiento tanto de síntomas motores como no motores”, señala Santos. Dentro de los primeros, el doctor destaca la lentitud de movimientos, rigidez o problemas para caminar.

“Problemas de ánimo, ansiedad y alteraciones del sueño fueron la sintomatología no motora más marcada”, enumera por otro lado.

Además, aproximadamente 1 de cada 3 pacientes, según el informe, presentó problemas cognitivos y trastornos del comportamiento.

Con todo esto, el neurólogo destaca que más que la enfermedad en sí lo que realmente ha afectado a los pacientes de párkinson es el confinamiento, el cierre de asociaciones de pacientes y el sentimiento de soledad.

Parkinson infografía
Infografía sobre el párkinson. Agencia INFOSIC

“Aunque las asociaciones de párkinson han hecho un importante esfuerzo por mantener el contacto con sus usuarios, la pandemia ha llevado al cierre temporal de muchas de ellas”, explica Leopoldo Cabrera, presidente de la FEP.

Muchos centros han realizado consultas de manera telefónica o por videollamada. “Esto ha permitido que los pacientes hayan sido atendidos, pero el rendimiento no es el mismo”, sostiene Diego Santos.

El hecho de no continuar la rehabilitación de manera presencial unido al confinamiento, es para los expertos lo que más ha afectado a las personas que sufren párkinson. “No solo en el ámbito físico, sino también emocional”, advierte Cabrera.

Los cuidadores, fundamentales

El párkinson es una enfermedad cuyos síntomas pueden condicionar de forma importante la calidad de vida de los pacientes.

“Al tratarse de una enfermedad degenerativa crónica muchos pacientes tienen un cuidador principal que ya de por sí pueden tener un componente de sobrecarga y estrés”, sostiene Santos.

De acuerdo con el estudio, durante el confinamiento el 63,5 % de los pacientes contó con un cuidador principal (generalmente de su familia).

Mientras que el 70 % de los pacientes valora el impacto negativo de la pandemia en un 6,6 (en una escala de 0 a 10), en el caso de los cuidadores asciende a 6,9.

“Esto quiere decir que toda la percepción negativa de la pandemia también repercutía en el cuidador”, advierte el secretario del GETM.

Además, Santos señala que esta sensación también se percibe en las consultas cuando el paciente entra acompañado por su cuidador principal.

Por ello, la FEP pone de manifiesta la necesidad de tomar medidas que garanticen el bienestar de los pacientes y de sus familias.