La tecnología tendrá un protagonismo relevante en la sociedad postpandemia y en la protección de la salud. De hecho, algunas aplicaciones son ya claves para afrontar la “nueva normalidad”: hablamos de sensores térmicos, de apps ones de rastreo, las llamadas “wearables” (tecnología ponible) o la “tostadora” para desinfectar teléfonos mediante luz ultravioleta.

Sociedad postpandemia: la transformación ya está aquí
FOTO EFE/ATIENZA

Uno de los aspectos que más preocupa a la sociedad  postpandemia es el cómo garantizar la salud y la seguridad en lugares públicos y en la actividades del día a día.

En este contexto, la tecnología y también la readapatación y usos de los espacios tienen mucho que decir.

En el  informe “La sociedad postpandemia: La tecnología como vector del cambio, se analizan las transformaciones que se han producido a nivel global en los últimos meses, así como las alternativas que han ido surgiendo para contribuir en la lucha contra la COVID-19.

El estudio, realizado por la plataforma y escuela digital The Valley, nos cuenta cuales son las que están despuntando y para qué se están usando:

Sociedad postpandemia: tecnología

Sensores térmicos: las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial o el “Deep learning”, que trabaja imitando el cerebro humano, se están empleando en la creación de dispositivos capaces de medir la temperatura corporal sin contacto.

Estos equipos, capaces de medir la temperatura mediante cámaras y sensores térmicos de forma individual o colectiva, se han instalado ya en soportes como drones, quioscos de pared, quioscos móviles o máquinas expendedoras.

Muchos de ellos permiten que el propio usuario se vea en una pantalla y compruebe su temperatura, poder visualizar videos informativos con consejos de salud, escanear la temperatura en remoto o predecir con precisión el movimiento de las personas.

Todo con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio. Algunas de estas soluciones dan la oportunidad, incluso, de obtener datos del usuario, como su edad, género o emociones y aprovecharse de su análisis a gran escala.

Rastreo de contactos: existen ya apps (aplicaciones móviles) y herramientas capaces de detectar la exposición ante contagios y alertar de posibles positivos a personas que han estado en contacto o cerca de alguien que sufra la enfermedad del COVID-19.

Son nuevas soluciones enmarcadas en el triángulo de la prevención, la privacidad y la salud pública, y en las que la conectividad es muy importante.

Las hay enfocadas para un país entero o bien para alertar de un posible contagio dentro de una empresa.

sociedad postpandemia
FOTO EFE/ Francisco Guasco

Desinfección: la limpieza y la higiene ha sido siempre un factor muy importante, sobre todo en los servicios de restauración, hospitalidad u otros, y ahora, cobra más importancia que nunca.

En las estrategias de las cadenas hoteleras, por ejemplo, predominan las iniciativas de desinfección que han puesto en marcha para garantizar la máxima seguridad y limpieza.

Entre las medidas puestas en marcha por el sector hotelero se incluyen los robots con luces ultravioletas, pulverizadores electrostáticos de grado sanitario, máquinas de ozono con purificadores de aire y más.

Más allá del sector hotelero, aparecen nuevos conceptos dedicados a la desinfección, como la tostadora que desinfecta teléfonos mediante luz UV.

También está  el software que calienta coches de la policía a 133 grados, los aviones teledirigidos de fumigación agrícola o una herramienta para gestionar el aislamiento de ropa en probadores.

Wearables o tecnología que te puedes poner: de la misma forma que se han creado wearables para medir la exposición al sol o para controlar la frecuencia cardíaca, aparece el concepto de parche adhesivo para detectar los síntomas del COVID-19 mediante el análisis de la tos y de variaciones en el habla.

En este mismo ámbito de los wearables, se utilizan también brazaletes o pulseras inteligentes que sirven como botón de llamada de emergencia, para controlar la actividad física y la salud o, incluso, para asegurar las distancias de seguridad.

Sociedad Postpandemia: espacios físicos

Transformación de espacios físicos: hospitales, centros de salud e incluso grandes pabellones se han transformado para poder hacer frente ante la pandemia.

Las oficinas, por ejemplo,  ya no volverán a ser lo que eran antes, y se deberán rediseñar teniendo en cuenta la necesidad de distanciamiento social y la reducción de contacto con superficies como tiradores de puertas, botones de impresoras o cafeteras.

En las calles o edificios se ven ya también señalizaciones que indican a los caminantes por donde desplazarse.

En los espacios pequeños y cerrados, es cada vez más común ver mamparas de separación y todo indica que seguirá siendo así en el mundo postpandemia, cuando se retomen las rutinas.

Por su parte, se prefieren los espacios abiertos en los que se puedan guardar las distancias, y esto se nota ya en aspectos como el resurgimiento del autocine,  o la extensión de este método a otras prácticas como el irse de fiesta sin salir del coche.

Por otro lado, la búsqueda de seguridad beneficia a aquellos servicios que ofrecen alternativas más “privadas” ante los espacios públicos, como puede ser viajar en autocaravanas.

O, dando un paso más, aquellos que brindan la oportunidad de asistir a puntos de encuentro y reuniones de forma virtual con un avatar.