La forma en la que reaccionamos ante diversas situaciones de la vida dice mucho de nuestra madurez emocional. Si nos cuestionamos frecuentemente sobre si fuimos demasiado violentos al expresar nuestras opiniones, o si por el contrario nos arrepentimos de no haber dicho lo que sentíamos, entonces hemos dado el primer paso de ser asertivo Pero ¿qué es la asertividad? Te lo contamos con ejemplos

¿Eres asertivo, pasivo o agresivo? descúbrelo
  • 23 de junio, 2016
  • MADRID/EFE/MARÍA FERNANDA AYALA/HENAR FERNÁNDEZ

Desde los micrófonos del “El Bisturí”, la psicóloga Pilar Jiménez nos desvela cómo cultivar la asertividad, una de las habilidades mas importantes a la hora de negociar lo que queremos, expresar lo que pensamos sin herir al otro y recibir y encajar las críticas de forma positiva.

En un extremo está la pasividad, que es característica de las personas con actitud sumisa, retraída, que tratan de pasar desapercibidas, o que demuestran falta de comportamiento, explica Jiménez. En este caso, lo que sucede es que “si la frustración sube demasiado, podemos pasar al extremo agresivo, y entonces expresaremos todo lo que nos hemos callado”, agrega.

Y en el otro, aparece la agresividad, visible en personas que tienden a ser invasivas, que no escuchan al otro, o que tienden a demostrar un exceso de comportamiento.

ser asertivo
EFE/ Ricardo Suárez

Para la psicóloga, las personas que tienen una actitud asertiva normalmente son seguras de sí mismas, saben relacionarse con los demás, toman decisiones y no huyen de los conflictos, pero tampoco contribuyen a generarlos. Se caracterizan por tener “una autoestima sana”, agrega.

Una persona asertiva no suelta todo lo que piensa sin filtro, sino todo lo contrario, aunque ya cuente con esta habilidad y la use con facilidad, siempre se plantea cómo decir las cosas.

Y para ello, tiene en cuenta primero su objetivo, cuestionándose qué quiere conseguir con la comunicación. Siempre analiza a la persona que tiene delante y la situación general, según el lugar en que se encuentre.

Pero para darnos pautas más claras, la psicóloga nos cuenta algunos casos de consulta, con los que podemos cuestionarnos si tenemos comportamientos asertivos, agresivos o pasivos. !Hazte la prueba!

¿Cómo reaccionas cuando subes al metro?

Cuando vamos a subir al metro y se abren las puertas, nos enfrentamos a que todo el mundo quiere entrar si dejar salir primero.

  • La persona persona pasiva es la que se calla.
  • La agresiva es la que sale dando empujones.
  • El asertivo es la que dice, ¡oye deja salir!

¿Qué haces si te dejan esperando más de una hora?

Si estamos esperando a alguien y pasan los minutos de cortesía para que la persona llegue,

  • La persona agresiva reaccionaría subiendo la voz y reclamando enérgicamente por el retraso.
  • La pasiva diría, ¡no te preocupes, no pasa nada!
  • El asertivo diría ¡la próxima vez avísame, llevo esperando bastante tiempo!

¿Y si nos traen el pedido equivocado en el restaurante?

Cuando estamos en un restaurante y ya hemos pedido lo que queremos beber o comer, y nos traen algo que no nos gusta o se han equivocado

  • El pasivo se calla y no menciona el error
  • La agresiva se queja de mala forma porque eso no es lo que quería
  • El asertivo dice con tranquilidad que se han equivocado o que le cambien el pedido

¿Se puede aprender a ser asertivo?

Según Jiménez, ser asertivo es una habilidad aprendida de forma inconsciente. Sin embargo, es bastante habitual entrenarla en terapia.

asertivo rasgos
EFE/ Ricardo Suárez

El problema es que algunos de los pacientes pasivos puede volverse combativos, e irse al otro extremo. De hecho, la experta explica que hoy en día se tiende más a la agresividad, porque se ha insistido en que no debemos quedarnos callados. En este sentido, “la asertividad se malentiende”, manifiesta la experta.

Con los pacientes provocadores, en consulta, lo que intenta la psicóloga es “llevarlos al extremo de la empatía, para que puedan saber cómo se puede sentir la persona a la que le hablamos”.

Asimismo, advierte que la asertividad es una habilidad que se aprende de los padres, y si no se da ejemplo, es difícil que los niños la adquieran e interioricen.

Por ello, considera importante empezar a entrenar a los niños desde el colegio, introduciendo dinámicas en el aula para practicar habilidades comunicativas.

.-Efesalud

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