La vacunación es el método más eficaz para prevenir la gripe. Es necesario vacunarse todos los años dado que las cepas que circulan cada temporada pueden ser diferentes. No obstante, varios grupos de investigadores trabajan en la creación de una vacuna universal

Hacia una vacuna universal contra la gripe
EFE/LUIS TEJIDO
  • 22 de octubre, 2015
  • EFE/REPORTAJES/PURIFICACIÓN LEÓN

La gripe suele comenzar de forma brusca y viene acompañada de escalofríos, dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, dolores musculares, pérdida de apetito, tos seca y malestar general.

Aunque la mayor parte de afectados se recupera al cabo de una o dos semanas, para algunas personas la enfermedad puede acarrear complicaciones.

Por ello, se recomienda la vacunación antigripal para ciertos grupos de población, una campaña que se lanza estos días en las desde las comunidades autónomas.

Así, María José Álvarez Pasquín, especialista en medicina familiar y comunitaria y directora de “vacunas.org” señala que deben vacunarse contra la gripe los mayores de 60 o 65 años; los niños de entre seis meses y dos años con riesgo, como los prematuros o los que tienen displasia broncopulmonar, por ejemplo; las personas con enfermedades cardíacas, pulmonares, renales, metabólicas crónicas, tumores sólidos, hemoglobinopatías e inmunosupresión.

También deben vacunarse “las gestantes, los pacientes internados en centros de cuidados crónicos, los niños y adolescentes en tratamiento crónico con ácido acetil salicílico (AAS), los pacientes VIH positivos, los trabajadores de servicios públicos, el personal de salud, quienes conviven con grupos de riesgo, los viajeros a zonas de epidemia y, en definitiva, cualquier persona que desee evitar padecer la enfermedad”, destaca la experta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias graves es la vacunación. La vacuna estimula nuestro sistema inmune para que cree anticuerpos que combatan los virus que causan la gripe.

“La gripe es una enfermedad producida por el virus Influenza, que pertenece al grupo de los Orthomyxovirus, y que tiene tres serotipos diferentes: A, B y C”, detalla la doctora.

Una enfermera prepara una dosis de la vacuna contra la gripe. Varios grupos de científicos trabajan en la búsqueda de una vacuna universal, que sea efectiva frente a todos los tipos de virus de la gripe.EFE/Zipi
Una enfermera prepara una dosis de la vacuna contra la gripe. Varios grupos de científicos trabajan en la búsqueda de una vacuna universal, que sea efectiva frente a todos los tipos de virus de la gripe.EFE/Zipi

La especialista explica que los virus Influenza se dividen en subtipos basándose en dos proteínas antigénicas que se encuentran en la superficie del virus formando espículas. Se trata de la hemaglutinina (H) y de la neuraminidasa (N).

Si varía la estructura de esas moléculas, la cepa del virus se modifica. Por este motivo, en los nombres de las distintas cepas, diferentes números acompañan a las letras H y N. Quizá uno de los más recordados sea el H1N1, pero hay otros muchos como el H3N2 o el H5N1, este último responsable de la gripe aviar.

El Ministerio de Sanidad señala que la capacidad de los virus de la gripe para producir epidemias deriva de su facilidad para sufrir variaciones en las proteínas H y N. Del mismo modo, la doctora Álvarez Pasquín aclara que el virus de la gripe “tiene la característica de presentar modificaciones de diferente grado de intensidad en su estructura antigénica, por lo que sufre cambios genéticos menores con frecuencia, lo que se conoce como deslizamientos antigénicos”.

“Estos cambios menores ocurren por mutaciones puntuales y obligan a la reformulación periódica de la composición de la vacuna gripal en uso. Además, a intervalos regulares pero menos frecuentes en el tiempo, pueden sufrir cambios genéticos mayores o saltos antigénicos. Los cambios mayores ocurren cuando se produce una recombinación genética entre distintos subtipos de virus gripales que afectan al hombre y a los animales, lo que da lugar a la aparición de grandes pandemias”, subraya.

El Ministerio de Sanidad expone que a lo largo del siglo XX se produjeron tres grandes pandemias de gripe, todas ellas causadas por virus gripales del tipo A. La primera fue la denominada gripe española de 1918 producida por el H1N1; la gripe asiática de 1957 se debió al H2N2;  y la gripe de Hong Kong de 1968, al H3N2.

La OMS recuerda que hace más de 60 años que se vienen utilizando vacunas seguras y eficaces. EFE/R.GARCIA
La OMS recuerda que hace más de 60 años que se vienen utilizando vacunas seguras y eficaces. EFE/R.GARCIA

“Actualmente no es posible saber cuándo se producirá la próxima pandemia, dónde se originará y cuál será el subtipo que la ocasione. Esto imposibilita disponer de vacunas de manera anticipada e incide en la necesidad de contar con sistemas de vigilancia de la gripe que permitan una rápida detección e intervención”, apunta esta entidad.

En este sentido, la doctora Álvarez Pasquín precisa que para diseñar la composición anual de la vacuna, la OMS dispone de una red centinela de vigilancia de gripe. “Dicha red está integrada por 112 centros nacionales de 83 países y es la encargada de monitorizar los virus Influenza que circulan entre la población, así como de identificar las nuevas cepas o los cambios antigénicos que surgen en ellas”, detalla.

Además, los centros nacionales de gripe deben informar inmediatamente del hallazgo de un virus Influenza inusual al programa de la OMS o a cualquiera de sus cuatro centros colaboradores (Atlanta, Londres, Melbourne y Tokio). “La detección rápida de brotes inusuales de Influenza, el aislamiento de posibles virus pandémicos y la alerta inmediata al sistema de la OMS por parte de las autoridades nacionales es decisivo para organizar una respuesta a tiempo y eficiente frente a una pandemia”, asegura la especialista.

 Vacunas seguras y eficaces

La OMS recuerda que hace más de 60 años que se vienen utilizando vacunas seguras y eficaces. “En los adultos sanos la vacunación antigripal puede proporcionar una protección razonable. En los ancianos puede ser menos efectiva para prevenir la enfermedad, pero aun así reduce su gravedad y la incidencia de complicaciones y muertes”, puntualiza.

Asimismo, la doctora Álvarez Pasquín precisa que la vacuna “ha demostrado ser efectiva para prevenir entre el 50% y el 90% de los casos de influenza en adultos sanos; entre un 30% y un 70% para prevenir los ingresos por neumonía e influenza en mayores de 65 años no residentes en geriátricos y un 80% para prevenir la muerte en ancianos de geriátricos”.

La OMS recalca que la vacunación antigripal es más eficaz cuando hay una buena concordancia entre los virus vacunales y los virus circulantes. Por este motivo, varios grupos de científicos trabajan en la búsqueda de una vacuna universal, que sea efectiva frente a todos los tipos de virus de la gripe.

Uno de estos trabajos, elaborado por científicos del Vaccine Research Centre de Estados Unidos ha sido publicado recientemente en la revista “Nature Medicine”. Por su parte, la revista “Science” publicaba un estudio similar dirigido por Antonietta Impagliazzo en los Países Bajos.

No obstante, la doctora Álvarez Pasquín explica que las investigaciones para lograr una vacuna universal contra la gripe están en las primeras fases y, si son exitosas, todavía tardaremos algunos años en disponer de ellas.

“Puesto que hay muchos tipos de virus y, además, cambian, con la vacuna universal conseguiríamos una vacuna para todos ellos. Y probablemente con menos dosis, sin tener que vacunarse todos los años, la persona quedaría inmunizada frente a todos los virus y para mucho tiempo”, manifiesta.