La doctora Aitana Calvo Ferrándiz y el doctor Guillermo Velasco Oria de Rueda, secretarios científicos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), regresan del verano más convencidos todavía de que los avances en la lucha contra el cáncer, “por pequeños que sean”, conseguirán que los tumores que afligen a nuestro cuerpo, hasta su rendición …

Informativo SEOM: en la lucha contra el cáncer no hay avances pequeños

Informativo SEOM: en la lucha contra el cáncer no hay avances pequeños

  • 22 de septiembre, 2017
  • Gregorio Del Rosario

La doctora Aitana Calvo Ferrándiz y el doctor Guillermo Velasco Oria de Rueda, secretarios científicos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), regresan del verano más convencidos todavía de que los avances en la lucha contra el cáncer, “por pequeños que sean”, conseguirán que los tumores que afligen a nuestro cuerpo, hasta su rendición total, disminuyan sin paliativos en los próximos años.

Y así se ha vuelto a poner de manifiesto en el reciente congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se ha celebrado en Madrid a principios de este mes, una cita internacional en la que casi 24.000 especialistas de 130 países abordaron las últimas novedades en el diagnóstico y tratamiento del cáncer.

Nuevos marcadores para diagnosticar y evaluar la respuesta al tratamiento de cada paciente, inmunoterapias basadas en el papel defensivo del organismo contra el tumor, combinaciones de fármacos ya conocidos y de otros en proceso de investigación han definido un congreso “casi revolucionario”, como lo ha calificado el doctor Miguel Martín, médico oncólogo y presidente de la SEOM.

Las neoplasias malignas, de capa caída

El cáncer es una enfermedad que va en aumento debido al envejecimiento de la población, pero los oncólogos estiman que 2025 marcará un punto de inflexión, ya que en ese año empezarán a bajar los casos gracias a que darán sus frutos las políticas de prevención dirigidas a disminuir el consumo de tabaco y alcohol, el control del sobrepeso o una menor exposición a los rayos ultravioleta del sol (UV-A).

Según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia ha aumentado más de lo previsto en España, ya que en 2015 se registraron 247.771 nuevos casos, con lo que se sobrepasó en más de mil las estimaciones hechas para 2020, basadas en el crecimiento demográfico.

Para la SEOM esto no se debe entender en negativo, ya que “la buena noticia” es la disminución de la mortalidad por esta enfermedad, especialmente en algunos cánceres como mama, colon y pulmón. En términos globales, entre el 60% y el 65% de los pacientes oncológicos se curan, aunque varía mucho de unos tumores a otros.

En la disminución de la mortalidad, además de los avances en los nuevos tratamientos, juegan un papel importante los programas de cribado en tumores como el de cáncer de mama y cérvix, pero también en el de colorrectal, que va a ser prácticamente universal en España a finales de este año.

Las novedades más revolucionarias de ESMO 2017

Cada gran avance antineoplásico, ya sea en inmunoterapia o en terapias personalizadas, permite ofrecer mejores opciones a los pacientes para aumentar su esperanza y calidad de vida, pero existen también “pequeños avances” con los que hay que contar siempre “porque todo ayuda“,  exponen orgullosos los dos médicos oncólogos de la SEOM.

Cáncer de pulmón

El estudio Pacific, liderado por el doctor Luis Paz-Ares, del Servicio de Oncología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, y que se realiza en colaboración con 235 hospitales de 26 países, abre una nueva vía terapéutica que mejorará la supervivencia sin nuevas recaídas en pacientes de cáncer de pulmón no microlítico, el subtipo más común, hasta un 85% de los casos.

Casi un tercio de los pacientes con cáncer de pulmón no microlítico –adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas, carcinoma de células, etc.- son diagnosticados cuando la enfermedad ya está avanzada y ha alcanzado el estadio III, lo que hace imposible que se les someta a cirugía con intención curativa y se les tengan que aplicar tratamientos combinados de quimioterapia y radioterapia.

El tratamiento estándar con quimioterapia ofrece una supervivencia libre de progresión (SLP), sin nuevas recaídas, de ocho meses aproximadamente; y solo el 15% de los pacientes sobrevive cinco años desde el diagnóstico.

Los estudios sobre este nuevo medicamento, aún en fase de experimentación, han evidenciado que si, además de la quimioterapia y la radioterapia, se aplica un nuevo fármaco basado en la inmunoterapia se aumenta el período libre de enfermedad, que podría ampliarse hasta los 20 meses.

Melanoma

El estudio COMBI-AD ha demostrado que una terapia combinada de dos medicamentos duplica el tiempo que los pacientes con melanoma en fase III y una mutación en el gen BRAF, que afecta aproximadamente la mitad de todos los casos, permanecen libres de enfermedad.

Un total de 870 pacientes recibieron dabrafenid (un inhibidor de BRAF) y trametinib, que inhibe una vía celular conocida como MEK, durante doce meses o bien un placebo (sustancia inactiva) después de la cirugía para extirparles metástasis en los ganglios linfáticos.

Al cabo de 2,8 años de seguimiento, el tratamiento redujo el riesgo de recaídas o muerte un 53% en comparación con el placebo. El interferón, la terapia aprobada actualmente para estos pacientes, solo mejora 20% la supervivencia relativa sin recaídas.

Los dos medicamentos usados en este estudio son dianas dirigidas, es decir, actúan contra “fallos” específicos de las células tumorales.

Además, en otro trabajo se ha analizado un tipo de inmunoterapia (nivolumab) después de la cirugía en pacientes con melanoma en fase III y se compararon los resultados con el fármaco estándar empleado (ipilimumab) para reducir el riesgo de recaídas en pacientes en fase III/IV extirpado quirúrgicamente.

Ambos son fármacos inmunoterápicos, es decir, actúan inhibiendo un fallo en el sistema de control del sistema inmunitario que impide a las células defensivas reconocer y destruir el tumor.

Este estudio (checkMate238) se ha llevado a cabo en 906 pacientes y se interrumpió antes de tiempo cuando el comité que evalúa los datos observó una clara evidencia de beneficio en el grupo de nivolumab.

Al cabo de 18 meses de tratamiento, la tasa de supervivencia libre de recaídas era del 66% en este grupo frente al 52,7% del otro; también se comprobó una menor tasa de toxicidades y de interrupción del tratamiento por efectos adversos.

Cáncer colorrectal

Uno de los trabajos más destacados de los que se han presentado ha sido fruto de la cooperación internacional y ha contado con la participación de más de 12.000 pacientes con cáncer de colon en estadio III de los cinco continentes.

El estudio ha demostrado que se puede reducir el tratamiento adyuvante (después de la cirugía) con quimioterapia de seis a tres meses con una disminución muy importante de los efectos adversos tóxicos que afectan a la calidad de vida sin reducir la eficacia.

Otros dos estudios españoles insisten en demostrar que la eficacia de los tratamientos y la evolución del cáncer colorrectal va a depender de la localización del tumor, de tal forma que los pacientes en los que el origen es el lado derecho del colon tienen “peor pronóstico”, independientemente del estadio y la mutación genética.

Un total de 18 hospitales españoles han colaborado en la primera de las investigaciones, que muestra cómo algunos pacientes con cáncer de colon metastásico responden “significativamente mejor” a la terapia con ciertos anticuerpos monoclonales más quimioterapia si el tumor se encuentra en el lado izquierdo que quienes lo tenían localizado en el derecho.

La supervivencia global puede ser hasta 20 meses superior en estos pacientes con tumores primarios en el lado izquierdo del colon.

En el segundo estudio, que incluyó a 2.694 pacientes de 22 hospitales con cáncer colorrectal entre las fases I y IV que habían sido sometidos a intervención quirúrgica del tumor primario, se observó que los que lo tenían localizado en la parte derecha tenían un mayor riesgo de mortalidad, independientemente de si el cáncer estaba localizado o era metastásico.

Además, presentaban una edad ligeramente más avanzada, un índice de masa corporal más elevado, no eran fumadores y consumían de forma habitual medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos. También había una mayor proporción de mujeres.

Por ello, los investigadores consideran que es posible que las campañas de prevención deban centrarse en factores de riesgo diferentes según la localización del tumor.

Destaca también el hecho de que los tumores del colon derecho no presentaban síntomas a su diagnóstico, precisaron cirugía de forma urgente o fueron detectados después de haberse sometido a una prueba de cribado negativa, más a menudo que los del colon izquierdo.

Cáncer de mama

Acompañar el tratamiento hormonal con un nuevo medicamento (abemaciclib) en un tipo concreto de cáncer de mama (en mujeres posmenopáusicas y enfermedad avanzada), logró reducir el riesgo de recaídas en un 46%, según el estudio Monarch 3, realizado con 493 pacientes posmenopáusicas de 22 países, entre ellos España.

Tras 18 meses de seguimiento, confirma que la combinación de hormonoterapia con los nuevos inhibidores de ciclinas (una familia de medicamentos que bloquean el ciclo celular, como abemaciclib) permite un control de la enfermedad en periodos de tiempo mucho más largos y retrasan la necesidad de que las pacientes tengan que someterse a quimioterapia.

Cáncer de cérvix

En el encuentro científico se ha destacado la necesidad de que la quimioterapia y la radioterapia combinadas (quimiorradiación) se mantengan como tratamiento estándar para pacientes con cáncer de cérvix localmente avanzado.

Así lo indican los resultados de un ensayo con más de 600 pacientes, que descarta que la quimioterapia administrada antes de cirugía mejore el pronóstico en mujeres con esta enfermedad.

La quimiorradiación es el tratamiento estándar del cáncer cervical localmente avanzado desde 1999, cuando se vio que era más eficaz que la radioterapia sola.

Según el ensayo y, tras un seguimiento de cinco años, se registró un índice de supervivencia sin recaídas del 69,3% en las que recibieron quimioterapia y cirugía, mientras que el porcentaje fue del 76,7% en el grupo de quimiorradiación.

Pese a ello, los expertos han aclarado que, “incluso después de la quimiorradiación, algunas pacientes sufren recaídas y fallecen, por lo que sigue existiendo una necesidad no cubierta de encontrar mejores tratamientos”.

Nuevos tratamientos, más costes financieros

El acceso equitativo de todos los enfermos de cáncer a las novedades terapéuticas en igualdad de condiciones en toda Europa fue uno de los asuntos prioritarios que se ha abordado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2017).

Los costes del tratamiento del cáncer se están disparando y este es un debate internacional, por lo que se están analizando nuevos modelos de reembolso (el precio que pagan los sistemas sanitarios por un fármaco tras negociarlo con los laboratorios).

“Ese precio debe estar basado en la eficacia del medicamento en cada tumor y en cada grupo de pacientes y debe también estar adaptado a la economía y geografía de cada país, por lo que habrá que llegar a algún tipo de consenso o regulación para ver qué es lo somos capaces de pagar. El sistema sanitario debe ser sostenible“, concluyen desde la Sociedad Española de Oncología Médica.

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