Muchas personas definen a los resultados de diversos tratamientos estéticos como antinaturales. Las líneas de expresión o el rejuvenecimiento global son las principales demandas en las clínicas de medicina estética por mujeres y hombres a partir de los 30 años. Los expertos en esta especialidad detallan que la medicina estética no persigue transformaciones, quiere resultados elegantes, sutiles y, sobre todo, naturales. Aquí los principales errores

Para conseguir los resultados deseados en medicina estética hay que actuar con mesura, armonía y precisión. No es cuestión de hacer transformaciones exageradas, se trata de hacer algo tan natural que apenas se note, de favorecer la zona con la que se está a disgusto sin que se evidencie de forma exagerada.
Con motivo del octavo aniversario de la clínica de Medicina Estética Mira+Cueto, las doctoras Mar Mira y Sofía Ruíz presentan un decálogo de la medicina estética natural; un manual a seguir por todo médico estético.
1. Individualizar Vs. Tratar en serie

Los rostros son únicos por lo que hay que enfrentarse a cada uno de ellos de forma individualizada, con un diagnóstico pormenorizado.
Tanto Ruíz como Mira resaltan este punto del decálogo a EFEsalud porque individualizando es cuando “se comienza a aplicar el tratamiento que cada persona requiere en su rostro y se olvidan las ‘caras en serie’”.
2. Respetar y mantener Vs. Inventar y tranformar
No hay que querer llegar a toda prisa a la meta. No se trata de una carrrera de fondo. Jamás hay que inventarse nuevos rasgos que el paciente nunca tuvo. Los tratamientos se deben hacer de forma individualizada con el objetivo de que podamos seguir mirándonos al espejo y que transmitan personalidad.
3. Difuminar Vs. Borrar
La eliminación de todo rastro que refleje en la cara el transcurso del tiempo es un error si se quiere conseguir un resultado natural, elegante y favorecedor.
Las dos expertas especifican que la demanda por excelencia son las patas de gallo aunque también son destacables “la línea de marioneta (sobre todo en personas con labios muy finos y con bastante fuerza muscular en el depresor de la comisura) y las arrugas de la frente”.
Cuando las líneas de expresión son demasiado pronunciadas e indeseadas por el paciente el truco consiste en suavizarlas, miniminarlas y difuminarlas. De esta manera, se evita llegar al fatal resultado de una cara con efecto robótico o de una edad indeterminada.
4. Dosificar Vs. Pasarse
En el campo de la medicina estética es mejor quedarse corto que llegar al sobre-tratamiento. Retocar o añadir ciertos detalles siempre es más fácil que eliminarlos o corregirlos completamente.
Tras las intervenciones estéticas, en muchas ocasiones, hay que esperar meses hasta que se pasen los efectos de los retoques desmesurados para poder volver a someterse a otra operación.
5. Favorecer la expresividad Vs. Congelar la expresión

El bótox es uno de los tratamientos más empleados en las operaciones estéticas y sus resultados suelen asociarse a una “expresión congelada”.
El problema es que los retoques que suelen salir a la luz son aquellos que han pasado por una mala práctica o han sufrido un sobre-tratamiento.
Las doctoras explican que el bótox bien empleado relaja y no inmoviliza la zona en la que se aplique, que es la creencia popular.
Ambas matizan que “el bótox si se aplica bien consigue efectos estupendos y naturales en la cara”.
La clave está en establecer las dosis correctas y conocer la anatomía del rostro en su conjunto. Hay que actuar con “precisión milimétrica” sin afectar a la expresividad de la cara.
6. Reposicionar Vs. Voluminizar
La inyección de grandes dosis de ácido hialurónico nunca es buena idea. La técnica idónea consiste en reposicionar o colocar las facciones en el lugar originario que han sido desplazadas con el paso del tiempo.
“Las mejillas de muñeca pepona” aunque pretenden recrear la apariencia de un rostro joven acaban desembocando en resultados muy grotescos.
Una tecnología revolucionaria que ha llegado a la clínica de Medicina Estética Mira+Cueto es la Smash Ultra-Lift que permite tratar la flacidez del rostro con ultrasonidos. Según las doctoras, la técnica se denomina Ultherapy, “que es según la FDA el primer lifting sin cirugía”.
“Los resultados que estamos teniendo son absolutamente espectaculares. Es el futuro de la medicina estética”, aseguran.
7. Armonizar Vs. Destacar
La armonía desde la Grecia clásica se ha constituido como el pilar en el que radica la belleza. De hecho, los expertos en estética suelen acudir a fórmulas como la de Beautyphycación que emplea la escala del número Phi. De una forma más clara, pretende tratar de forma global el rostro.
8. Tratar en global Vs. Aislar rasgos
Siguiendo la línea del punto anterior, Mar Mira y Sofía Ruíz insisten en la importancia de tratar cada uno de los signos o rasgos que se quieran tratar dentro de un conjunto para no pasar por alto soluciones alternativas más útiles.
Un ejemplo que ponen es el de los surcos nasogénicos: “En lugar de rellenarlos directamente, es mejor crear una tracción de la región del pómulo hacia arriba para que se alisen”.
9. Poner límites Vs. A demanda / Todo vale
Es obligación de la profesión que el médico estético reconduzca las decisiones del paciente si lo cree oportuno. El especialista no puede decir sí a todo lo que le pida su paciente porque en ocasiones suelen tener problemáticas psicológicas que les hace percibir distorsiones de su propia imagen que no son reales.
10. Elegancia Vs. Tendencia
No hay que dejarse llevar por las tendencias estéticas que aparecen de forma puntual. Normalmente son eso, tendencias, que no favorecen a los rostros en concreto.
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