Especialistas en el tratamiento de la enfermedad han alertado de una mayor prevalencia y de la ineficacia de los tratamientos que se han utilizado hasta ahora

Éstas son algunas de las conclusiones del simposio internacional que acoge el Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí en Barcelona, donde se han manejado los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen de manifiesto que cada año aparecen 9,4 millones de casos nuevos en el mundo.
El responsable de la jornada, Pere Joan Cardona, ha asegurado en declaraciones a Efe que:
“En los últimos años se ha detectado un repunte de la enfermedad que parecía erradicada y se ha demostrado que los tratamientos que eran útiles y eficaces en la década de los setenta han perdido eficacia“.
Actualmente se están estudiando y evaluando nuevas terapias “pero los resultados no son alentadores, como mínimo a corto plazo”, según Cardona.
Cada año mueren en el mundo 1,8 millones de personas víctimas de esta enfermedad mortal, que provoca problemas pulmonares, pérdida de peso, tos con expectoración, fiebre, sudoración nocturna y falta de apetito, entre otros muchos síntomas.
“Hay más de 400.000 casos de tuberculosis resistente, tuberculosis que no responden al tratamiento, lo que hace evidente que debe continuar la investigación para encontrar salidas eficaces”, ha dicho Cardona.
El especialista atribuye el incremento de casos de esta enfermedad a la “movilidad mundial, tanto a la llegada de inmigrantes como a los viajes que hacen los propios ciudadanos y en los que se pueden contagiar”.
Cardona ha subrayado la necesidad de “implicar a la sociedad y trabajar para eliminar el estigma de esta enfermedad y hacerla visible”.