Son las 10.30 horas de la mañana en la plaza del Dos de Mayo, en el corazón del barrio madrileño de Malasaña. La unidad móvil de cribado de enfermedades infecciosas ya está situada en uno de los laterales. Su objetivo: captar a personas en situación de vulnerabilidad para que, con un simple pinchazo, se les pueda detectar si padecen vih, hepatitis o sífilis. Se trata, en definitiva, de llegar a la población que tienen más difícil el acceso al sistema sanitario.