El llamado turismo sanitario que empuja a muchos compatriotas a buscar destinos más baratos para operarse ha llevado a los médicos españoles a advertir de los riesgos que conlleva. La última llamada de atención está suscrita por varias sociedades médicas y científicas relacionadas con la obesidad con el fin de salvaguardar la salud y evitar complicaciones

Así la Sociedad Española de Obesidad (SEO/SEEDO), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), que son las tres sociedades científicas más directamente relacionadas con el tratamiento de la obesidad en España, han firmado un comunicado conjunto desaconsejando totalmente el turismo sanitario ante los riesgos que conlleva.
En un comunicado alertan sobre la creciente tendencia de turismo sanitario español hacia países como Turquía para llevar a cabo intervenciones de cirugía de la obesidad, pero advierten de los riesgos de esta práctica y demandan medidas a las autoridades sanitarias españolas.
Afirman que durante el último año se ha generalizado en las unidades de obesidad la llegada de pacientes que consultan tras haber sido operados de obesidad grave en el extranjero, especialmente en Turquía:
“No hay duda de que el principal motivo que empuja a este turismo médico es la inasumible lista de espera para la cirugía bariátrica que existe en la mayoría de los hospitales públicos en España. Al mismo tiempo, someterse a este tipo de cirugía en un país como Turquía es prácticamente 3 veces más económico que en España”.
Las juntas directivas de las tres sociedades científicas que firman el comunicado señalan que la obesidad es una enfermedad crónica y recidivante y que, en algunos casos, la cirugía (cirugía bariátrica) es una opción de tratamiento muy válida.
Y añaden que una vez decidida la opción quirúrgica para tratar la obesidad, la cirugía no puede demorarse durante años. Es necesario una garantía de plazos quirúrgicos para estos pacientes afectos de una patología grave que condiciona no solo su calidad de vida si no también su supervivencia.
“Aunque podemos comprender los motivos que llevan a la decisión de realizar una intervención quirúrgica mayor en el extranjero, desde las tres sociedades científicas más directamente relacionadas con el tratamiento de la obesidad en nuestro país, mandamos una llamada de atención a todos los pacientes que puedan encontrarse en esta situación”.
Al mismo tiempo solicitan a las autoridades competentes regular el acceso a este tipo de cirugía, y poner los medios para que la cirugía de la obesidad sea considerada una cirugía prioritaria.
Turismo sanitario: cirugía ortopédica, estética, odontológica…
De acuerdo con la Fundación iO, que desarrolla proyectos en Salud Global, especialmente en el campo de las enfermedades infecciosas y de la medicina del viajero, la atención médica por la que se viaja puede obedecer a gran variedad de razones, tales como reducir los costes, preferencia por ser atendidos por profesionales de salud de una cultura similar, o para recibir un procedimiento o terapia que no está disponible en su país de residencia.
Las patologías más comunes del turismo sanitario son la cirugía ortopédica, la cirugía estética, la cirugía cardíaca, la atención oncológica o los tratamientos dentales complejos.
Señala la citada fundación en su página web que algunos destinos destacados de turismo sanitario son: Tailandia, México, Singapur, India, Malasia, Cuba, Brasil, Argentina y Costa Rica.
Añaden también que la mayoría de los turistas sanitarios que viajan buscando servicios médicos pagan de su bolsillo los servicios.
Utilizan en la búsqueda empresas privadas o servicios de asesoría médica que se han especializado en identificar centros de atención sanitaria para extranjeros.
Sin embargo, estas empresas no siempre pueden garantizar una adecuada acreditación de los proveedores que utilizan así como de las políticas en materia de seguridad que tienen estos centros. Tampoco suelen realizar un seguimiento de los resultados obtenidos.
En los últimos años, algunas compañías de seguros o grandes empresas han formado alianzas con los hospitales en estos destinos para controlar el gasto de atención de salud.
Citan como ejemplo, iniciativas de varias facultades de medicina importantes en los Estados Unidos conjuntamente con los proveedores en el extranjero (Dubai Centro de la Escuela de Medicina de Harvard, el Singapore International Medical Center de la Johns Hopkins o la Universidad de Duke-Nacional de Singapur)
Entre las posibles complicaciones a las que alude esta fundación, están las infecciones por cepas de bacterias resistentes a los antibióticos no presentes en el país de origen, circunstancia que deben tener en cuenta los profesionales sanitarios de los países de origen.
Así aconsejan que el turista que sufra complicaciones después de recibir atención médica en el exterior deben informar a su médico de su historial de viajes.
A veces, señalan, el turista es reacio a divulgar este historial de viajes, en otras ocasiones no está disponible la documentación de la atención que recibieron. Ambas circunstancias pueden complicar el tratamiento.
Ante los riesgos que plantea el turismo sanitario, recomiendan que los pacientes que eligen viajar para buscar un tratamiento médico consulten antes del viaje para recibir un asesoramiento personalizado adaptado a sus necesidades, preferentemente entre cuatro y seis semanas antes de viajar.

Riesgos adicionales
Además de las consideraciones habituales de salud relacionadas con el destino, las personas que practican el turismo sanitario deben tener en cuenta los riesgos adicionales asociados con la cirugía y los viajes, ya sea mientras están siendo tratadas o mientras se recuperan del tratamiento.
Es importante saber por ejemplo cuando se puede volar en avión, ya que la cirugía aumenta el riesgo de formación de coágulos de sangre y embolias pulmonares.
Así, explica la Fundación iO, la presión de aire en un avión es el equivalente a la presión a una altitud de aproximadamente 6.000-8.000 pies (1,829-2,438 metros).
“Los pacientes no deberían viajar al menos hasta pasados 10 días tras una cirugía torácica o abdominal para evitar los riesgos asociados a estos cambios de presiones”.
También es aconsejable que las personas que se hayan sometido a procedimientos cosméticos de la cara, párpados, nariz, o que han seguido tratamientos con láser, esperen 7-10 días antes de volar.
Se recomienda que estos turistas sanitarios eviten las actividades típicas de “vacaciones”, como tomar el sol, beber alcohol, nadar, recorridos largos, y actividades extenuantes o ejercicios violentos tras la cirugía.
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