Los cambios de estación debilitan nuestra salud. Los resfriados y las alergias son los malestares que aparecen cuando nuestras defensas bajan la guardia. El profesor Liu Zheng propone acupuntura preventiva, una terapia oriental con probada evidencia científica

Acupuntura preventiva para el cambio de estación
Acupuntura. Foto: Clínica Medizen.
  • 17 de febrero, 2016
  • ANA SOTERAS

Y es que la medicina china se basa en la prevención de la enfermedad mediante un estilo de vida saludable y acorde con la naturaleza, como explica el profesor Liu Zheng en su libro “Medicina china tradicional. Vivir sin enfermar” (Editorial Oberon).

“El mejor médico no es el que más pacientes tiene, es el que es capaz de enseñar a vivir acorde a las condiciones de la naturaleza y a las de la propia persona”, afirma el médico nacido en Pekín donde se licenció en Medicina China Tradicional.

La propuesta de este doctor, afincado en España desde hace una década, es realizar tres sesiones de acupuntura 15 días antes del cambio de estación y otras tres, 15 días después. Una práctica que desarrolla en la clínica Medizen de Madrid.

“Hay resultados excelentes para prevenir los resfriados y las alergias primaverales,  hipersensibilidades propias de los cambios de estación debido a que los factores climáticos son inestables y nuestro cuerpo se vuelve también inestable generando estrés para el sistema inmunológico. Al final, somos un elemento más de la naturaleza”, indica.

La implicación del paciente

El profesor Liu Zheng en una clase de acupuntura. Foto: Clínica Medizen

La acupuntura es uno de los pilares milenarios de la medicina china cuyos resultados se han confirmado con estudios científicos, en especial para dejar de fumar, para mejorar el descanso, para el estrés o para problemas digestivos, entre otras dolencias.

“No es la panecea, no es bueno decir que la acupuntura sirve para todo. Para unas dolencias mejor que para otras. Lo importante es que, cuanto antes nos anticipemos a la enfermedad, mejores resultados habrá”, asegura Liu Zheng que es profesor en de acupuntura en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Pero que haya resultados el paciente tiene que implicarse para que su estilo de vida también sea acorde con la mejora que busca. “Hay gente que cree que es algo milagroso y que, sin poner nada de su parte, va a conseguir el objetivo, pero la acupuntura es un factor de impulso pero requiere de la voluntad del propio paciente para conseguir el éxito", señala.

Y eso es lo que ocurre, por ejemplo, cuando se recurre a la acupuntura para adelgazar. Si no se introducen cambios en la alimentación y se aumenta la actividad física los resultados serán menos efectivos.

“La acupuntura facilita y mejora los procesos digestivos, activa el metabolismo lento y quema calorías consumidas. Consigue calmar la ansiedad y la impulsividad de comer que favorecen la obesidad. También favorece que la persona descanse mejor y así sus órganos funcionen de forma más eficaz y tenga más vitalidad y eso anima a seguir con el proceso de regulación alimenticia y deportiva. No hay nada que sea milagroso", advierte el experto.

Terapia preventiva

Otro de los errores es recurrir a la acupuntura como último recurso cuando en realidad se trata de una terapia con cualidades preventivas. “Aún así hemos podido evitar cirugías en algunos casos porque ofrecemos una alternativa más natural, menos invasiva y una solución más profunda”.

Para el doctor, muchas de las dolencias que trata en su consulta se podrían haber evitado o solucionado por métodos más sencillos y incidiendo no solo en el aspecto físico sino en el emocional que puede subyacer detrás de ellas.

”Hay que hacer entender por qué ha aparecido la enfermedad, cómo es el camino para su recuperación y sobre todo cómo prevenir volver a esa situación. Con la medicina china el paciente se implica en el proceso, cambia el sistema de vida, cambia los descansos, pequeñas factores que suman y que les puede perjudicar o mejorar en la salud·.

Medicina integrativa

Portada del libro "Medicina china tradicional" de Liu Zheng. Editorial Oberon
Portada del libro "Medicina china tradicional" de Liu Zheng. Editorial Oberon

Para el doctor Liu Zheng, la mejor opción asistencial es la medicina integrativa,  que se basa en la medicina occidental pero adopta terapias de la medicina china como la acupuntura o fitoterapia (plantas medicinales).

“Para mi son necesarias las dos medicinas, pero sobre todo hay que tener una mentalidad abierta. Existen muchos estudios científicos que respaldan la medicina china, aunque existe un campo muy grande para seguir investigando”.

Como miembro de la comisión de acupuntura de diferentes colegios profesionales, el profesor Zheng se muestra en contra de aquellas personas que se dedican a practicar estas terapias alternativas sin ningún tipo de formación.

“Promovemos -manifiesta- que sean los profesionales sanitarios, con el conocimiento básico de la medicina occidental, los que estudien la medina china, otros no deberían practicarlo porque los resultados no van a ser buenos y la gente puede dudar de su valía”.

Pero también critica de la medicina occidental que se centre en el cuerpo sin tener en cuenta la mente como engranajes de una enfermedad o la utilización de fármacos por sistema sin recurrir antes a métodos o remedios naturales que son menos agresivos.

“El problema no está en la medicina en sí, sino en el sistema que impide una medicina personalizada. Es fundamental escuchar al paciente, no solo tratar sus síntomas físicos también hay que atender sus inquietudes”, considera.

Y para eso un buen médico, chino y occidental, debe reunir humildad, altruismo, empatía, compasión, no juzgar, corazón limpio y en calma y predicar con el ejemplo, afirma el doctor Liu Zheng.

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