Tres personas que habían sufrido una lesión completa de la espina dorsal y se encontraban parapléjicas pueden ahora caminar gracias a un implante que estimula la zona de la médula espinal que controla los músculos del tronco y las piernas. Funciona a partir de una aplicación que incorpora la inteligencia artificial

Un avance científico permite a tres parapléjicos andar y practicar deportes
Michel Roccati, paciente que sufre de paraplejia, camina por el Complejo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana tras haber recibido un implante en la médula espinal. EFE/Escuela Politécnica Federal de Lausana/

Esta técnica, que utiliza “paletas de electrodos” diseñadas específicamente para lesiones de médula, ha sido desarrollada por un equipo suizo de investigadores, que forma parte de un ensayo clínico aún en curso y que demuestra que los tratamientos de estimulación especialmente diseñados para cada paciente, en lugar de otros más generales, resultan en “una eficacia superior y actividades motoras más diversas” incluso en las lesiones medulares más graves.

Según publica este lunes la revista Nature Medicine, Grégoire Courtine y Jocelyne Bloch, responsables del experimento, constatan que la estimulación eléctrica de la médula espinal es actualmente una opción terapéutica prometedora para restaurar la función motora en personas con lesión medular.

Pero apuntan que, hasta ahora, se han empleado sobre todo terapias de estímulo eléctrico continuo mediante el uso de neurotecnologías “adaptadas”, que fueron diseñadas originalmente para tratar el dolor.

Desde la Escuela Federal Politécnica de Lausana (EPFL), que forma parte de la plataforma en la que se ha logrado este avance científico, el neurocientífico Grégoire Courtine dijo que los nuevos implantes blandos que colocaron bajo las vértebras en contacto con la médula espinal “son capaces de modular las neuronas que regulan la actividad de grupos musculares precisos”.

“De esta manera -añadió- podemos activar la médula como lo haría naturalmente el cerebro para estar de pie, caminar, hacer bicicleta o nadar”.

Tres voluntarios

Courtine y Bloch diseñaron, junto con sus equipos, una nueva paleta de electrodos que llega a todos los nervios asociados con los movimientos de las piernas y el tronco, que probaron en tres voluntarios varones de entre 29 y 41 años.

El equipo combinó además esta tecnología con “un marco computacional personalizado, que permitió posicionar con precisión la paleta de electrodos para cada uno de los pacientes y personalizar los programas de estimulación de la actividad”, explican.

Un “enfoque optimizado” de estimulación de la médula espinal permitió restaurar en un solo día la capacidad de andar de manera independiente y otras actividades motoras, como pedalear y nadar, en los tres pacientes, que tienen parálisis completa en las piernas.

En esta ocasión, la clave ha sido “insertar un implante más largo y ancho, con electrodos colocados de manera a hacerlos corresponder de forma precisa con las raíces nerviosas de la médula espinal que nos permiten acceder a las neuronas que controlan los músculos”, explicó Bloch, en una conferencia de prensa en la que mostró el método y los resultados obtenidos.

Michel Roccati

Uno de los primeros en recibir este implante fue el paciente Michel Roccati, un italiano que hace cuatro años tuvo un accidente de moto y quedó completamente parapléjico, pero que ahora puede levantarse y caminar con un andador en el que tiene insertados dos pequeños controles remotos.

Una tablet envía las órdenes de estimulación a un marcapasos situado en el abdomen de Michel y desde el cual se transmiten los estímulos al implante medular para que Michel se levante.

En un vídeo facilitado por el EPFL se ve al paciente mostrando cómo funciona este sistema: una presión sobre el botón del lado derecho de su andador más su voluntad de activar sus músculos hacen posible que su pierna izquierda se flexione y luego se pose unos centímetros más adelante. Al activar el botón de la izquierda es la pierna derecha la que a su turno da un paso y así empieza a caminar.

Este sistema le ha permitido también subir y bajar escaleras.

“Lo uso a diario durante un par de horas para caminar fuera y también en mi casa, así que ahora es parte de mi vida de cada día”, relató en la misma conferencia de prensa Michel, quien dijo que su próximo objetivo, que espera alcanzar de aquí a pocos meses, es caminar un kilómetro en Lausana, ciudad en la que vive.

En la sesión de preguntas y respuestas de la conferencia de prensa organizada por la revista Nature Medicine, Bloch explicó que las intervenciones a los pacientes que participaron en la investigación se hizo al menos un año después de sufrida la lesión, periodo en el que se considera que su situación es estable y se ha alcanzado un máximo en la recuperación.

La edad influye pero no excluye

Con los datos recogidos se cree que cuanto más pronto se utiliza esta tecnología después de la lesión mejores resultados pueden obtenerse, dijo la cirujana de los Hospitales Universitarios de Lausana.

Asimismo, comentó que la edad tiene una influencia en el resultado luego de recibido el implante: “De manera general un paciente más joven está en mejores condiciones y también está más motivado, pero hemos visto pacientes de hasta cincuenta años que han respondido bien, así que la edad es un factor que influye, pero no excluye”.

Michel, el paciente que estuvo de acuerdo en ofrecer su testimonio, confirmó que con la utilización de esta tecnología es capaz de sentir la contracción de músculos específicos de las piernas y el abdomen cuando recibe la estimulación.

El jefe del Servicio de Rehabilitación, el doctor Ángel Gil, en su despacho del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. EFE/Ismael Herrero

Hospital de Parapléjicos de Toledo: Expectación y cautela

El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo ha recibido con “mucha ilusión” y expectación, aunque también con cautela este avance y se ofrece a incorporar estas técnicas “cuando sea posible”.

El jefe del Servicio de Rehabilitación de este hospital, el doctor Ángel Gil, ha explicado a Efe que “la expectación es máxima entre los compañeros y entre los pacientes” que “están preguntando a todos los compañeros en qué consiste el dispositivo y cuándo se puede aplicar en su caso. Es la pregunta obligada, si se les puede aplicar a ellos en ese momento”.

En el Hospital de Parapléjicos de Toledo, como en el resto de la comunidad científica, la noticia se ha recibido “con mucha ilusión” porque “estamos viendo que existe un camino por el que tenemos que seguir, ya que los resultados que se están consiguiendo son muy esperanzadores”, ha apuntado Gil.

No obstante, ha instado a tener “cautela” porque “una cuestión es que la tecnología vaya avanzando y otra cosa que la solución esté ya aplicable de manera generalizada a los pacientes”, ya que desde que se produce un descubrimiento hasta que se puede aplicar de manera generalizada hay un intervalo de tiempo que no se puede cuantificar: “Hablar de tiempos en ciencia es complicado, no se pueden aventurar plazos concretos a estas aplicaciones”.

Pese a la prudencia, están “muy contentos” porque “se consolida y confirma una línea de investigación muy prometedora” que es fruto “de un trabajo muy concienzudo durante muchos años”, ha recalcado.

El doctor Gil ha subrayado que el profesor Grégoire Courtine, responsable del proyecto junto a Jocelyne Bloch, lleva mucho tiempo trabajando en esta investigación, inicialmente en modelos con animales, después con pacientes con lesiones medulares incompletas y ahora con lesiones medulares completas, es decir, que no tienen movilidad por debajo de su lesión.

De la información publicada, Gil ha señalado que, como todo en medicina, las personas que mejor se podrían beneficiar serían las que tienen una condición física óptima, de modo que no haya otros condicionamientos que puedan entorpecer el efecto de la terapia.

“Son terapias personalizadas en el sentido de que no es una pastilla o una inyección al paciente”, ha dicho, sino que requiere un procedimiento quirúrgico para implantar electrodos a nivel epidural y establecer parámetros de estimulación personalizados.

La movilidad aparece de forma temprana pero luego es necesario establecer una serie de ajustes y parámetros de estimulación “que hay que ir madurando con el tiempo y la persona se tiene que involucrar en un proceso de rehabilitación que lleva su periodo de tiempo”, ha agregado Gil.

El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo tiene relación con el grupo de Lausana del profesor Courtine “y estamos dispuestos y abiertos a cualquier posibilidad de incorporar estas técnicas en caso de que sea posible”, ha señalado el jefe del Servicio de Rehabilitación.

Debido a su experiencia, trayectoria y dedicación específica a los pacientes con lesión medular “estamos absolutamente dispuestos a poder incorporar, cuando sea posible, este tipo de tecnología”, ha resaltado, aunque saben que los plazos no son breves.