Las alteraciones estéticas son una consecuencia ineludible de las terapias para el cáncer de mama; en el Día Mundial contra esta patología, conviene conocer que existen métodos y soluciones para paliar estos cambios y reforzar la autoestima y la imagen de las afectadas

Cáncer de mama, verse bien para sentirse mejor
EFE/Julio Muñoz
  • 15 de octubre, 2014
  • MADRID/EFE/ GEMMA HERNÁNDEZ

Hace 18 años, Ángela Navarro dejó su vida como peluquera en las pasarelas y se embarcó en un proyecto solidario e innovador. El resultado fue la Fundación Ángela Navarro, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con secuelas físicas causadas por enfermedad o accidente, entre ellos, las pacientes de cáncer de mama.

La Fundación tiene varias metas: informar al paciente sobre el deterioro físico vinculado al diagnóstico oncológico y ofrecer las soluciones estéticas disponibles para mitigarlos; la formación multidisciplinar de profesionales de peluquería y estética en este campo; la investigación y desarrollo de cosmética para personas con problemas de piel y de nuevos tejidos para posticería.

Cada paciente es única

Aunque son muchas las mejoras en la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama, las terapias de quimioterapia y radioterapia pueden producir cambios drásticos en la imagen, que acarrean efectos psicológicos.

Desde la Fundación, se ha elaborado una guía de autocuidado, realizada por un conjunto de profesionales que conocen el deterioro que sufre el paciente y cómo tratarlo. No obstante, Navarro advierte: “No se pueden hacer patrones, cada enfermo tiene un efecto secundario muy diferente”.

Las alteraciones dependen del protocolo del tratamiento y de otros elementos como la edad, el estado de salud previo y la predisposición psicológicas.

Su método de trabajo se basa en protocolos de actuación en el antes, durante y después de tratamiento. Para ello, se requiere información concreta; “sabemos qué médico le está atendiendo, qué diagnóstico le ha dado y cómo tenemos que actuar”, afirma.

Ángela Navarro insiste en la formación y especialización de los profesionales de la estética en este campo.

Principales problemas estéticos

Ángela Navarro asesora a una paciente. EFE/ Fotografía cedida por Fundación Ángela Navarro

Alopecia

Cuando la caída del cabello es total se aconseja rasurarlo cuando se den los primeros síntomas para impedir que se produzca la pérdida masiva.

Entre las soluciones estéticas que se dan en la guía de autocuidado, se encuentra la utilización de gorros o pañuelos de algodón a los que se pueden añadir flequillos, nucas o patillas artificiales que simulan pelo.

Otra opción es la peluca, que permiten mantener la imagen habitual o cambiarla; no obstante, se desaconsejan las que requieren el uso de pegamentos porque estos puede producir llagas o heridas en el cuero cabelludo.

Si la caída es parcial, se recomienda prestar especial atención a la higiene de la zona así como a su hidratación, usar champús neutros y se desaconseja emplear decoloraciones y tintes ya sean vegetales o permanentes. Asimismo,  existen soluciones capilares parciales elaboradas a medida de la zona a cubrir y que se integran perfectamente con la imagen.

  • ¿Cómo cuidar el cuero cabelludo? Usar siempre protector solar e incluso protección física. Se recomienda dejar la cabeza descubierta al menos seis horas al día para facilitar la higiene y transpiración de la zona.

Cejas y pestañas

A veces la caída del cabello va ligada a la caída de éstas; las soluciones estéticas van desde dibujar las cejas con la ayuda de plantillas pasando el uso de lápices para repoblar las zonas afectadas.

Con respecto a las pestañas se desaconseja la utilización de postizas ya que los pegamentos que se emplean para su colocación pueden ser demasiado agresivos. Se propone la simulación del efecto de las pestañas con técnicas de maquillaje.

  • La micropigmentación es una solución para este problema estético,  es una técnica de maquillaje permanente que permite disimular la pérdida de pelo en cejas y pestañas. Este sistema ha de realizarse al menos con un mes antes del comienzo del tratamiento con quimioterapia para evitar problemas con la cicatrización de la micropigmentación.

Uñas

Éstas también pueden verse alteradas, dando lugar a su reblandecimiento, engrosamiento, hiperpigmentación o la aparición de bandas horizontales o verticales.

¿Qué hay del maquillaje?

Una modelo se maquilla durante el Haití Fashion Week. Efesalud.com
EFE/Orlando Barría

En la guía de autocuidado se indica que el maquillaje puede ser utilizado para ocasiones especiales. No obstante, desaconsejan usar bases de maquillaje con asiduidad y optar por las que son hipoalergénicas y no comedogénicas para impedir obstruir los poros.  Se recomienda optar por los polvos de sol para dar un tono saludable a la piel.

Para los labiales, indican elegir los más hidratantes y evitar los de larga duración debido a que tienden a resecar los labios.

Alteraciones en la piel

La piel experimenta cambios debido al efecto de los tratamientos contra el cáncer. Entre ellos la hiperpigmentación, que puede producir el oscurecimiento generalizado de la piel y las mucosas o darse de forma localizada. También puede aparecer en zonas cubiertas por vendajes y en los pliegues de manos y pies.

Este oscurecimiento suele remitir entre seis y doce meses una vez finalizado el tratamiento. Desde la Fundación se desaconseja usar cremas despigmentantes sin consultar previamente al especialista.

Otros de los efectos secundarios relativos a la piel, son la sensibilidad a la radiación, la irritación cutánea y la sequedad, que puede darse en todo el cuerpo o en una zona determinada y su prevención es importante.