Coronavirus

Tres profesionales de la sanidad y la salud relatan a EFE cómo fue y cómo vivieron el estallido de la covid hace cinco años, una avalancha de casos que califican de tsunami. Sin embargo, el coronavirus, un lustro después, es un virus respiratorio más.
Cuando en 2020 llegó la covid-19, una enfermedad desconocida provocada por el virus SARS-CoV-2, los hospitales colapsaron con pacientes graves y críticos que sufrían neumonías bilaterales y problemas respiratorios. Cinco años después, gracias a la inmunidad, los casos graves con covid son escasos: mayores con otras enfermedades y personas inmunodeprimidas.
La pandemia ha dejado varias heridas abiertas, una de ellas es la de la covid persistente, una enfermedad "muy heterogénea" con decenas de síntomas, que ha mermado la salud y la calidad de vida de los pacientes que la padecen, la mayoría mujeres de mediana edad.
Un estudio con casi 200.000 pacientes, publicado en la revista “Nature Communications”, recomienda administrar dosis adicionales de la vacuna contra la covid a los pacientes con cáncer al ser un grupo con mayor riesgo de muerte y enfermedad grave si se contrae la infección.
Un grupo de expertos europeos ha lanzado un informe a través de la Iniciativa de Transición COVID (CTI) para elevar la aceptación de las vacunas al 75 %. Según el documento, la vacunación periódica continúa siendo una herramienta esencial para combatir la covid, en particular para los grupos de riesgo como los ancianos e inmunodeprimidos.