El tabaco, el alcohol, la obesidad o el estrés psicológico son factores que pueden provocar disfunción eréctil. En España 2 millones de hombres de entre 40 y 50 años padecen este trastorno. La buena noticia es que hay tratamientos efectivos y avances innovadores, cuestiones que se han tratado en el LXXX Congreso Nacional de Urología

Cuando un hombre acude al urólogo, lo más habitual es que se deba a una disfunción eréctil, pues se ha convertido en primer motivo de consulta en este campo. Según una nota de prensa difundida por los organizadores del LXXX Congreso Nacional de Urología, que tuvo lugar recientemente en Salamanca, dos millones de españoles de entre 40 y 50 años sufre una disfunción eréctil, pero menos de un 35% consultan al médico.
Los especialistas señalan la importancia de tratar el problema y acudir a un profesional. El doctor Natalio Cruz, Coordinador del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU), señala que “el primer paso para tratar una disfunción eréctil es identificar los factores de riesgo que han favorecido su aparición y actuar frente a ellos”, remarcando que “ afortunadamente existen diversas opciones de tratamiento y el objetivo principal es poder mejorar la calidad de vida de los pacientes y utilizar técnicas menos agresivas”.
Los expertos estiman que aproximadamente el 8% de los varones de 40 años presentan disfunción eréctil, cifra que se eleva al 40% entre los hombres que superan los 60 años.
Un problema serio no sólo por el sufrimiento que conlleva y las consecuencias en la salud sexual íntima y de pareja, sino porque puede estar detrás de otras enfermedades y trastornos.
Principales factores de riesgo
El progresivo envejecimiento de la población unido a los hábitos de vida poco saludables han provocado que la prevalencia global de la disfunción eréctil en el mundo se haya incrementado de forma llamativa, desde los 152 millones de hombres en 1995 hasta los más de 322 millones de casos que se estiman para el año 2025.

Los hábitos de vida poco saludables como el tabaco, el alcohol, el sedentarismo o la presencia de obesidad o diabetes son factores determinantes de la aparición de alteraciones en la erección del varón. De hecho, diversos estudios muestran que la disfunción eréctil afecta a uno de cada cuatro fumadores y a más del 20% de los hombres con exceso de peso.
Pero también hay que prestar atención a otros aspectos, pues según el experto “algunos fármacos y el estrés psicológico, muy frecuente en los últimos años por problemas laborales, son factores a tener en cuenta en la disfunción eréctil”.
Además, los especialistas señalan que la disfunción eréctil no es sólo un problema de ámbito sexual, sino que puede alertar de la presencia de problemas cardiovasculares o cerebrovasculares de importancia. “Cuando un hombre presenta un problema de erección, si no se actúa rápidamente entre un 30 o 40% de los casos presentará en los dos o tres años siguientes un evento cardiovascular, en forma de angina de pecho o de infarto de miocardio”, afirma el doctor Venancio Chantada, vocal de Actas de la AEU.
La disfunción eréctil se suma a la serie de factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Esto hace que se convierta en un signo de alerta ante otras posibles enfermedades. Así lo afirma el doctor Chantada, poniendo como ejemplo que “si el pene presenta una obstrucción arterial o dificultades en el riego, es fácil suponer la existencia de obstrucciones en otras arterias, especialmente las coronarias”.
Tratamientos efectivos e innovadores
Antes de empezar a administrar tratamientos, es necesario intentar recuperar la función eréctil con dos grandes pautas iniciales: eliminando los hábitos de vida nocivos y comprobando los niveles hormonales de testosterona en sangre.
Por ello, el doctor Chantada subraya que “es importante que los varones vigilen su estado físico y que al menor síntoma de alteraciones de la erección consulte al especialista porque en las primeras fases de la disfunción eréctil las opciones de tratamiento son mejores”.
No obstante, para los casos de disfunción eréctil que no responden a medidas higiénico-sanitarias, existen otras opciones:
- Tratamientos orales (medicamentos que son efectivos en el 80% de los casos).
- Terapias semi-invasivas que actúan sobre los cuerpos intracavernosos del pene (inyecciones, cánulas, geles y ondas de choque).
- Cirugía para la implantación de prótesis hidráulicas de pene como última opción.
Pero se están dando grandes avances en el tratamiento de los trastornos de la erección. Uno ejemplo son las ondas de choque, que aumentan la capacidad de los vasos sanguíneos facilitando la llegada de riego al tejido responsable de la erección. Soluciones alternativas que están recibiendo una buena acogida, como el innovador fármaco vasodilatador en forma de gel, también abordado durante el congreso.
Debe estar conectado para enviar un comentario.