“Yo la tengo más grande… No, la mía es bestial… Que te crees tú eso, nada como mi tranca”… menos mal que los adultos y los ancianos suelen ser prudentes, aunque todavía los haya exagerados o bravucones, y que los niños, ellos y no ellas, crecen y se desarrollan con ese chip natural de la hombría activado en modo inocencia y con un plus añadido de ignorancia; nivel de su potenciómetro sexual que ridiculiza incluso al macho más dotado para mentir sobre el tamaño real de su ‘pirulita’
En el nombre del pene
3 de julio, 2016
Gregorio Del Rosario
Decir mentiras alarga el pene
Germán se está duchando con los niños, mientras yo espero fuera para secarlos. Elmo mira (admira) el pene de su padre.
-Cuando seas mayor, tú también tendrás la pirulita como papá -le digo, divertida.
-¡No! -protesta Elmo-. Más larga. Hasta aquí. -Y baja su mano hasta el suelo.
-¡Hale, sí, hombre! -dice Ari-. ¡Como Pinocho!
“Decir mentiras alarga el pene” es un relato breve de la escritora Isabel Cañelles (Editorial Relee).
La penosa nariz de los pinochos. EFE/Julian Stratenschulte
Lying makes your penis grow
Germán is having a shower with the boys and I’m waiting outside to dry them. Elmo is admiring his father’s penis.
“When you grow up, you’ll have a willy like Dad’s,” I say amused. “No!” objects Elmo. “Longer. Down to here.” And he lowers his hand to the floor.
“Yeah, sure! says Ari. “Like Pinocchio!”
Translation/Traducción: Fionnuala Ni Eigeartaigh.
Isabel Cañelles con Elmo y Ari, sus dos comediantes.
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