Las diferencias de problemas crónicos entre hombres y mujeres queda reflejada en la Encuesta Nacional de Salud 2017. Ellas presentan más trastornos músculo-esqueléticos, del estado de ánimo o asma y hacen un mayor uso de los servicios sanitarios, aunque llevan un estilo de vida más saludable respecto al tabaco, el alcohol y el sobrepeso.

En esta encuesta del Ministerio de Sanidad realizada a partir de 29.195 entrevistas, el 74% de la población valora de forma positiva su salud a pesar del aumento de vida y el consiguiente envejecimiento de la población.
Pero la percepción que tienen las mujeres de su salud también va por detrás de la de los varones. Un 70% femenino frente a un 78% masculino.
La percepción positiva de la salud disminuye con la edad, en especial en el grupo entre 75 y 84 años.
Respecto a la escala social, persisten las diferencias entre la clase social más favorecida, en la que el 85,1% percibe su salud como buena o muy buena, frente al 67% de la menos favorecida. También entre el grupo de mayores ingresos y el de menores ingresos hay grandes diferencias, pero en este caso la brecha se reduce tanto en hombres (del 29,2% en 2006 al 22,4% en 2017) como en mujeres (del 38,4% al 28,4% respectivamente).
Enfermedades crónicas, en ascenso
Según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, sigue en ascenso la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular metabólicos y de otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial (19,8%); colesterol elevado (17,9%); obesidad (17,4%) y diabetes (7,8%) .
La hipertensión es el problema de salud más frecuente, referido por el 19,8% de la población. Continúa su curso ascendente en ambos sexos, ya sin diferencias entre ellos. No se ha reducido la brecha entre la clase social más alta y la más desfavorecida, que se mantiene en 12 puntos porcentuales.
La prevalencia de diabetes casi se ha doblado en España entre 1993 (4,1%) y 2017 (7,8%). El incremento se ha producido en hombres a partir de los 55 años y en mujeres de los 75 en adelante. Las personas en la clase social menos acomodada tienen una probabilidad dos veces mayor (9,4%) de declarar diabetes que las de la clase más alta (4,3%).
También en el caso del colesterol alto se ha duplicado la prevalencia entre 1993 (8,2%) y 2017 (17,9%). Las diferencias por sexo siempre han sido pequeñas, pero a lo largo de toda la serie se inclina más hacia las mujeres, con una diferencia en torno a los 6 puntos entre las clases sociales extremas.
Pero también ha aumentado la proporción de la población que se ha medido en el último año la tensión arterial, el colesterol y la glucemia.
La cobertura es semejante para las tres pruebas, más de 7 de cada 10 personas de 15 y más años y más de 9 de cada 10 a partir de los 65. El acceso a estas pruebas es igualitario con independencia del sexo y la posición socioeconómica.
Uso de los servicios sanitarios, según la encuesta
El 86,8% de la población refiere haber consultado a un médico/a en los últimos 12 meses por algún problema, molestia o enfermedad (de cualquier tipo excepto dentista, pruebas diagnósticas y consultas realizadas durante hospitalizaciones).
Consultaron más las mujeres (91,4%) que los hombres (82,1%), principalmente en edad fértil: las diferencias son pequeñas en los menores de 15 años y a partir de los 65 años .
Menos de uno de cada 10 estuvo hospitalizado (8%), y casi otros tantos tuvieron que acudir al hospital de día (7,6%). Casi un tercio (31,3%) acudió a urgencias en el último año.
Una de cada dos personas ha ido al dentista en el último año. El 50,3% de la población ha consultado al dentista en los últimos 12 meses (47,7% de los hombres y 52,9% de las mujeres).
En los servicios sanitarios ambulatorios el último médico consultado fue de la sanidad pública en el 86,4% y, a partir de los 75 años, por encima del 92%. De los ingresos hospitalarios, el 83,6% fue financiado por la sanidad pública y otro 3,6% por una mutualidad del estado.
Respecto a los programas de detección precoz del cáncer, 8 de cada 10 mujeres se han sometido a las pruebas de cáncer de mama y de cuello de útero en el plazo recomendado, y más de 2 de cada 10 personas lo han hecho la prueba de sangre oculta en heces.
Decrecen los fumadores pero las mujeres frenan la bajada
El 22,1% de la población de 15 y más años afirma que fuma a diario, el 2,3% es fumador ocasional, el 24,9% se declara exfumador y el 50,7% nunca ha fumado.
Siguen fumando más los hombres, aunque las diferencias son menores entre los jóvenes. El porcentaje de fumadores es del 25,6% en hombres y del 18,8% en mujeres. Seis de cada 10 mujeres nunca han fumado, mientras que en hombres esta proporción es de 4 de cada 10.
El comportamiento es distinto en hombres y en mujeres. Entre 1993 y 2017, la proporción de hombres que fuma a diario ha caído 18 puntos, mientras que la proporción de mujeres ha caído 2.
Mientras que en los hombres el año 2017 parece confirmar la tendencia a la baja que se había ralentizado en 2014 (27,6% en 2014 y 25,6% en 2017), en las mujeres no se observa mejora (18,6% en 2014 y 18,8% en 2017). En mujeres es la primera vez que no desciende este indicador desde 1997.
Alcohol, en descenso
En 2017 la prevalencia de bebedores habituales (36,5%) es semejante a la de 2014 (36,8%) y parece mantenerse la tendencia levemente descendente observada desde 2006, más evidente en jóvenes.
Entre jóvenes el patrón de consumo es diferente. La prevalencia de consumo intensivo ocasional de alcohol es elevada, pero muestra un pequeño descenso. El 11,9% de los de 15-24 años refiere al menos un episodio en el último mes, 14,2% de los hombres (18% en 2014) y 9,5% de las mujeres (10% en 2014). La proporción más alta se observa en hombres de 25 a 34 años (19,1%) y en mujeres el grupo de 15 a 24 años.
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