Los avances de la última década para frenar y conocer mejor al cáncer no van parejos con otros aspectos de la oncología que, en el Sistema Nacional de Salud, sigue presentando variabilidad en la práctica clínica, inequidad en el acceso a los tratamientos, retraso en el diagnóstico o escasez de registros de pacientes que arrojen resultados. La Fundación ECO analiza los objetivos para mejorar esta especialidad.

Fundación ECO: Las claves para mejorar la oncología
El presidente de honor de la Fundación ECO, Eduardo Díaz Rubio. Foto. Fundación ECO
  • 20 de junio, 2018
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

“¿Cómo mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes de cáncer” es el titulo de la jornada organizada por la Fundación ECO en el Colegio de Arquitectos de Madrid. Esta organización está formada por una red de expertos en oncología y está orientada a lograr la excelencia y calidad en esta especialidad médica.

Para el presidente de honor de la Fundación ECO y vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina, el doctor Eduardo Diaz Rubio, considera que existen dinámicas en oncología que se pueden corregir.

Así, cuestionó la variabilidad clínica que podría, incluso, significar “mala praxis”; planteó la revisión de la organización de los servicios de oncología de los hospitales públicos; incidió en el desigual acceso a los fármacos más innovadores, pero también a los tratamientos estándar; criticó la escasa medición de los resultados en salud, y mostró su preocupación por el coste y la sostenibilidad del sistema público.

Diaz Rubio propuso para mejorar en resultados: intentar optimizar la supervivencia global de los pacientes oncológicos, situada en España en un 55% pero que es desigual según el tumor; medir la calidad de vida y el grado de satisfacción de los pacientes; y considerar el acceso y equidad en los tratamientos como un “derecho básico”.

“Hay que pasar a la acción” con estrategias que potencien, en atención primaria,  la prevención y eviten el diagnóstico precoz; que creen un gran sistema de información (big data); que revisen la organización y la gestión; que apuesten por la innovación tecnológica; y que impulsen la investigación clínica, todo ello con una dotación presupuestaria que haga viable estos pasos.

El oncólogo citó datos del estudio “La carga del cáncer en España”, realizado por la compañía biofarmacéutica Bristol-Myers Squibb y Omakase Consulting, a través del análisis de la prevalencia, la incidencia y la incapacidad laboral generada por esta enfermedad.

El estudio refleja que el coste total del cáncer en el Sistema Nacional de Salud es de 7.168 millones de euros, un 10% del gasto sanitario público y un 0,166% del Producto Interior Bruto.

Pero también citó un estudio publicado en la revista científica “Lancet”, el pasado mes de mayo, que sitúa a la sanidad española al puesto 19 de un ranking mundial cuando estaba entre las diez primeras.

Por otra parte, el doctor Vicente Guillén, actual presidente de la Fundación ECO, comentó que la oncología “está viviendo un momento apasionante de transformación y redefinición” después de veinte años de investigación en biología molecular que ya están dando resultados en la práctica clínica.

“Hemos pasado de atacar una masa molecular a actuar sobre posibles errores moleculares concretos porque cada tumor tiene su propia caracterización genética” que lleva a tratar de forma individualizada a cada paciente”, la era de la medicina de precisión, señaló.

La inteligencia artificial, el recurso más valioso

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El doctor Jaime del Barrio, consultor de Ernst and Young y ex consejero de Sanidad en Cantabria. Foto: Fundación ECO

Para Jaime del Barrio, consultor de Ernst and Young y ex consejero de Sanidad en Cantabria además de médico, “hemos pasado de la medicina de precisión a la medicina exponencial” por la gran cantidad de datos en salud que se genera en esta era digital.

En su opinión, “la inteligencia artificial será el recurso más valioso de la atención médica”, pero eso no significa que quite puestos de trabajo, aunque sí conllevará funcionar de forma diferente y compartir distintos escenarios.

“Pero todavía no podemos acceder desde el teléfono móvil a nuestra historia clínica, ni compartirla con otros profesionales”, mientras que los oncólogos no pueden procesar toda la información que les llega, lamentó.

A pesar de que el Sistema Nacional de Salud “es el mayor reservorio de datos”, en “España no somos capaces de explotar con máxima intensidad todos los datos que generan y comparten los pacientes” a través de diferentes redes de comunicación.

Un vacío que aprovechan las grandes plataformas tecnológicas (Google, Amazon…) para hacer uso de esos datos mediante alianzas con las empresas farmacéuticas

“El sector de la salud y la oncología requiere un cambio, nos debemos transformar más rápido, es la transformación digital que debemos hacer ya nosotros”, concluyó.