Tras la detención en Madrid de más de una decena de personas por supuestos delitos económicos relacionados con clínicas dentales de Vitaldent, el Colegio de Dentistas ha reclamado la implicación del Gobierno para llevar a cabo un cambio normativo que salvaguarde los derechos de los pacientes y profesionales afectados

Los dentistas piden al Gobierno poner coto a un modelo que prima el negocio a la salud
Clínica Vitaldent en la calle Bravo Murillo. EFE/Ángel Díaz
  • 17 de febrero, 2016
  • MADRID/EFE/MARTA OSTIZ/CLARA HERNÁNDEZ

El Consejo General de Dentistas ha exigido al Gobierno un cambio legislativo y la regulación del sector de la Odontología para “poner coto” a un modelo empresarial que antepone el interés económico a la salud de los pacientes.

Así, en un comunicado, ha pedido que la ley obligue a que la mayoría del patrimonio social y del número de socios en este tipo de sociedades correspondan a profesionales para poder vincular la prestación del servicio al conocimiento y a la buena ética y praxis profesional.

De esta forma -subrayan los dentistas– se evitaría que el control de las clínicas dentales estuviera en manos de empresarios ajenos al sector que lo que persiguen, en la mayoría de las ocasiones, es “obtener el mayor beneficio en el menor tiempo posible”.

Más regulaciones

También solicitan a la Administración que regule la publicidad sanitaria en todo el territorio nacional para erradicar los casos de publicidad engañosa y “acotar las ofertas en el campo de la salud”, porque “la salud de las personas nunca está de oferta”.

La Policía Nacional ha detenido a más de una decena de personas en una operación en la Comunidad de Madrid por supuestos delitos económicos relacionados con clínicas dentales de Vitaldent, entre ellos el presidente de la franquicia, el empresario uruguayo Ernesto Colman, por supuesto delito fiscal.

EFE/Fernando Villar
EFE/Fernando Villar

El presidente del Consejo General de Dentistas de España, Oscar Castro, ya advirtió a Efe de que las franquicias de clínicas dentales son un modelo empresarial “con pies de barro que en cualquier momento se desmorona”.

A raíz del cierre inesperado de nueve clínicas dentales que la cadena Funnydent en la Comunidad de Madrid y en Cataluña, que dejó a más de un millar de pacientes con “tratamientos a medio hacer”, Castro denunció que en España no existe una legislación que obligue a que el profesional sea el propietario y el gestor de su propio trabajo.

Castro alertó de que, para aumentar sus ganancias, estos empresarios tienen que ajustar los precios de los servicios que ofrecen pagando “lo mínimo” a los profesionales que contratan y utilizando “materiales de peor calidad”.

A su juicio, la administración central debería poner coto a este tipo de situaciones, ya que en “ningún país de Europa se da esto de las franquicias de clínicas dentales con publicidad engañosa en todos los medios de comunicación, incluso en televisión” como ocurre en España.

El Consejo General de Colegios de Dentistas ha insistido, además, en que es necesario que se articulen las acciones necesarias para que, si cesa la prestación del servicio, pueda interrumpirse el pago de las cuotas de manera inmediata y se lleve a cabo la condonación del crédito suscrito.

Testimonios de los afectados

Tras conocer la noticia de Vitaldent, algunos pacientes han acudido a estas clínicas dentales para pedir aclaraciones asustados por si pierden el dinero de los tratamientos que han pagado por adelantado.

“He pagado más de 12.000 euros por adelantado y en metálico”, ha dicho hoy Francisco, uno de los pacientes de las clínicas Vitaldent, quien ha asegurado a Efe que le da “miedo perder el dinero” porque es “un obrero”.

Más preocupado aún ha quedado cuando en la clínica le han comentado -y le han escrito en un papel- que el caso no afectaba a Vitaldent, sino a Funnydent, cadena de clínicas dentales que ha cerrado recientemente y cuyo presidente fue detenido. Pero no se ha quedado conforme.

Otra de las pacientes que ha acudido a esta clínica ha sido Manuela, en este caso para asistir a una cita programada. Ella también tuvo que pagar por adelantado, en metálico y a plazos más de 7.000 euros, y ha expresado a Efe su temor por si se queda “sin tratamiento y sin dinero”.

No obstante, otros clientes han explicado que en este local todo estaba funcionando “con normalidad” y que no han notado nada diferente ni raro.

Varios centros de esta cadena consultados por Efe han asegurado que han abierto sus puertas y atendido a los pacientes citados pese a presentar problemas con el sistema informático, que ha dejado de funcionar de forma generalizada.