El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres eventos cardiovasculares en el Noticiero del Corazón: “Un anticoagulante, administrado a ratones, retrasa la llegada del alzhéimer; la bioimpresión de órganos y tejidos como el músculo cardíaco también se …
Noticiero del Corazón: “Alzhéimer coagulado; bioimpresión orgánica; y muerte cardíaca en el trabajo”
El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres eventos cardiovasculares en el Noticiero del Corazón: “Un anticoagulante, administrado a ratones, retrasa la llegada del alzhéimer; la bioimpresión de órganos y tejidos como el músculo cardíaco también se hace con células vivas, palpitantes; y el estrés, añadido al sedentarismo, acrecientan en el ámbito laboral los accidentes cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio”.
En ratones, un anticoagulante consigue retrasar el alzhéimer
Un equipo de investigadores ha demostrado en ratones que, después de un año de el tratamiento con el fármaco dabigatrán, un anticoagulante oral de acción directa retrasa la aparición de la enfermedad de Alzheimer: los animales no experimentaron pérdida de memoria ni disminución en la circulación cerebral.
Asimismo, se observó que esta terapia disminuía la inflamación cerebral, el daño vascular y reducía los depósitos del péptido amiloide, signos típicos del alzhéimer, informa el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), quienes lideran la investigación en colaboración con un equipo de la Universidad de Rockefeller de Nueva York (EEUU).

Los resultados, que se han publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC) y, según sus responsables, “abren la puerta a un posible futuro tratamiento para esta enfermedad”, según sus responsables.
El alzhéimer, un tipo de demencia, afecta a más de 30 millones de personas en todo el mundo y está asociada a una disminución en la circulación cerebral, de manera que las células del cerebro no reciben todos los nutrientes y oxígeno necesarios, por lo que acontece la apoptosis o muerte celular.
También se conoce que el alzhéimer es un trastorno multifactorial con un componente pro-coagulante crónico.
Este medicamento, con menos efectos secundarios que otros anticoagulantes clásicos, está aprobado para su uso en diferentes enfermedades humanas, como la prevención del ictus. Marta Cortés Canteli, investigadora “Miguel Servet” del CNIC y responsable del estudio, destaca a Efe la necesidad de desarrollar terapias combinadas e individualizadas dirigidas a tratar los diferentes mecanismos que contribuyen al alzhéimer.
Uno de ellos, resume, es mejorar la circulación cerebral: “Ahora sabemos que el uso de tratamientos anticoagulantes orales podría resultar eficaz en aquellos enfermos de alzhéimer con tendencia pro-coagulante.
“Retrasar la aparición de la patología, aunque sea unos años, supondría un aumento en la calidad de vida de los enfermos y tendría un impacto importante en el número global de personas que sufren esta enfermedad”.
Los fármacos aprobados hasta la fecha contra el alzhéimer solo ayudan, temporalmente, con los problemas de memoria, pero no consiguen detener ni revertir los síntomas.
Corazón humano bioimpreso en 3D, realidad multiusos
Cada día que nos levantamos podemos desayunar leyendo una noticia que habla de nuevos modelos de impresoras digitales que reproducen en tres dimensiones partes del cuerpo humano, como tejidos, con el fin de mejorar las operaciones quirúrgicas, los implantes o para avanzar en el desarrollo fisiológico y funcional de los diferentes órganos vitales.

La impresión 3D del corazón de cada paciente, por ejemplo, reproduce su anatomía específica, en comparación con los modelos de cadáveres o animales, y está diseñada para replicar la sensación, respuesta y biomecánica de la anatomía humana en los modelos médicos. Este sistema mejora la preparación quirúrgica y la capacitación del cirujan@ y su equipo; además, ofrece sin tardanza nuevos dispositivos médicos al mercado.
Los modelos impresos de tejidos y órganos ofrecen la oportunidad de recrear las condiciones fisiológicas humanas para simular situaciones clínicas reales y estudiar dispositivos para establecer su efectividad antes de introducirlos a los pacientes.
En un campo paralelo, investigadores de la Universidad de Tel Aviv ya han producido un corazón vivo que palpita utilizando tejido humano, realizado por primera vez con una impresora 3D; avance que abre nuevas vías hacia los trasplantes del futuro.
“El corazón está completo, vivo y palpita y se ha hecho con células y biomateriales que vienen del propio paciente. Tomamos una pequeña biopsia de tejido graso del paciente, quitamos todas las células y las separamos del colágeno y otros biomateriales, las reprogramamos para que sean células madre y luego las diferenciamos para que sean células cardiacas y células de vasos sanguíneos”, explicó a Efe el director de la investigación, profesor Tal Dvir.
Después, “se procesan los biomateriales para convertirlos en bio-tinta, lo que permite, a su vez, imprimir con las células“, añadió.

El producto resultante, un corazón de unos 3 centímetros, equivalente al tamaño del de una rata o un conejo, “todavía es muy básico”, señaló el profesor, para quién “el próximo paso es madurar este corazón de modo que pueda bombear”. Por el momento, “las células se pueden contraer, pero el corazón completo no bombea. Necesitamos desarrollarlo más” para lograr un órgano que pueda trasplantarse a un ser humano, considera Dvir.
“El próximo reto es madurar estas células y ayudarlas a que se comuniquen entre ellas, de forma que se contraigan juntas. Hay que enseñar a las células a comportarse adecuadamente. Y después tendremos otro reto, lograr desarrollar un corazon más grande, con más células. Tenemos que descubrir cómo crear suficientes células para producir un corazón humano”, reflexionó.
Dvir tiene la esperanza de que “en diez o quince años existan impresoras 3D en hospitales, que provean de tejido destinado a los pacientes. Quizás, corazones”.
El estudio, que se publicó en la revista internacional Advanced Science, “pavimenta el camino hacia la medicina del futuro, en la que los pacientes no tendrán que esperar a un trasplante o tomar medicación para evitar su rechazo. Los órganos que se necesiten serán impresos, totalmente personalizados para cada paciente”, asegura la universidad.
Medicina del trabajo, clave en la prevención de accidentes laborales
Trabajar sentado sin apenas actividad física durante horas, tener un trabajo que genere una gran cantidad de estrés mal gestionado y querer hacer durante el fin de semana todo el ejercicio que no se ha hecho durante la semana supone comprar todas las papeletas para sufrir un infarto.
Así lo explican diferentes especialistas que analizan la relación entre las enfermedades cardiovasculares y el ámbito laboral, donde el 45% de las muertes que se registran son causadas por este tipo de patologías.
Debido a que la actividad física de la vida cotidiana está bajando drásticamente en la inmensa mayoría de los trabajos y hogares, es necesario aumentar el ejercicio físico, pero siempre de una forma saludable; ya que no vale hacer en el fin de semana lo que se tiene que hacer durante el día a día.

Lo ideal es entrenarse o practicar ejercicio a diario, al menos durante 30 ó 40 minutos tres o cuatro veces por semana, de forma acorde a la capacidad física de cada persona, definida por su edad y condición corporal, como puedan ser una minusvalía o una enfermedad crónica.
Por ejemplo, una persona que está toda la semana sentada y que el sábado hace 200 kilómetros en bici no puede pensar que está realizando un deporte sano, puesto que incurre en gravísimos riesgos cardiovasculares: un ejecutivo de empresa que está todo el día fuera de su casa, que cierra negocios en la hora de la comida, haciendo básicamente vida sedentaria, y que juega un partido de pádel una tarde a la semana, más aún de forma ocasional, está comprando todas las papeletas para un infarto agudo de miocardio.
Antes de iniciar el ejercicio físico hay que valorar la situación cardiovascular de cada persona, su resistencia, su tono muscular y su elasticidad. Hay recomendaciones específicas sobre cómo hacer deporte. Como mínimo se debe andar al menos media hora al día pero no paseando, sino como si llegaras tarde a algún sitio.
Y durante la jornada laboral se recomienda cualquier cosa que aumente la frecuencia cardíaca, como obligase a levantarse, no coger el ascensor, subir y bajar escaleras o realizar ejercicios isométricos -movimientos musculares-.
Los especialistas animan a toda persona que responde al perfil de trabajo sedentario y ejercicio moderado el fin de semana, sobre todo si son mayores de 45 años, a que se sometan a una ecografía de corazón y una prueba de esfuerzo que determine cuestiones como su umbral anaeróbico, lo entrenado que se está o lo rápido que se llega al tope de frecuencia cardíaca.
El doctor Macaya resume el “Noticiero del Corazón” con tres ideas claras:
- El uso de un anticoagulante oral ha demostrado, todavía en ensayo clínico sobre ratones, su capacidad de reducir el alzhéimer, enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones y millones de personas en todo el mundo.
- La bioimpresión digital en 3D con células del propio paciente abre grandes posibilidades futuras de regenerar tejidos humanos, como el músculo cardíaco; sobre todo después de un infarto agudo de miocardio.
- El estrés y el sedentarismo de la jornada laboral, que se unen al tabaquismo, a la hipertensión y a las dietas desequilibradas con ingestas abundantes de grasas saturadas, indican que las médicas y los médicos de empresa tienen que insistir y perseverar en cualquier medida preventiva que reduzca sensiblemente la cifra de 45% de muertes por accidente cardiovascular entre los trabajadores, sean ejecutiv@s o emplead@s de base.
Debe estar conectado para enviar un comentario.