El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres eventos cardiovasculares en el Noticiero del Corazón: “Europa limita el empleo de grasas trans en los alimentos, una gran ayuda para nuestro sistema cardiovascular; se constata, una vez más, …

Noticiero del Corazón: “Grasas trans, educación cardiovascular e hipertrofia cardíaca”

Noticiero del Corazón: “Grasas trans, educación cardiovascular e hipertrofia cardíaca”

  • 10 de mayo, 2019
  • Gregorio Del Rosario

El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres eventos cardiovasculares en el Noticiero del Corazón: “Europa limita el empleo de grasas trans en los alimentos, una gran ayuda para nuestro sistema cardiovascular; se constata, una vez más, que la población debe estar educada en salud; investigan cómo reducir el riesgo de padecer una hipertrofia cardíaca inhibiendo una enzima, la calpaína”. 

Abril de 2021, límite a las grasas ‘trans’ en Europa

La Comisión Europea (CE) restringe la cantidad de grasas trans en alimentos a un máximo de dos gramos por cada 100 gramos de grasa, y la Fundación Española del Corazón (FEC) aplaude esta decisión que venía reclamando a través de la European Heart Network desde 2015, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), prohibió el uso de este tipo de grasas al considerarlas una amenaza para la salud pública.

Hasta ahora, únicamente existía una normativa europea que limitaba la cantidad de ácidos grasos trans en preparados para lactantes y de continuación (no pudiendo superar el 3% del contenido graso total) y solo Dinamarca, Austria, Suiza e Islandia tenían establecido un marco legal que obligaba a la industria a limitar la cantidad de grasa trans utilizada en productos alimentarios, no pudiendo superar el 2%, como regula ahora la Comisión Europea.

Simulación de una arteria presionada por los depósitos de colesterol malo o LDL-efe
Una arteria casi colapsada por la acumulación de placas de colesterol que se forman, básicamente, a partir de las grasas saturadas, como las grasas trans. En un vaso arterial es sinónimo de angina de pecho, como alarma, y de infarto agudo de miocardio, como accidente cardiovascularEFE/GRB

“La evidencia científica demuestra que las grasas trans son las peores grasas para la salud cardiovascular, ya que aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, y disminuyen los niveles de colesterol bueno (HDL)”, destaca el doctor Macaya.

Las grasas trans son de origen vegetal, pero están transformadas: mediante un proceso de hidrogenación pasan de un estado líquido a sólido, logrando así mejorar el sabor, la textura y la durabilidad de los alimentos cocinados o elaborados con ellas.

La carne, la leche de vaca y otros lácteos son los alimentos que de manera natural pueden tener grasa trans; es decir, que no toda la grasa trans es provocada por un procedimiento biotecnológico, aunque este producto industrializado se encuentra principalmente en comestibles procesados.

Gran parte de la población desconoce cómo funciona su sistema cardiovascular

Un estudio realizado en distintas regiones europeas (Heart Valve Disease Awareness Survey 2017) muestra que la mayoría de la población desconoce, por ejemplo, qué es una estenosis aórtica, la valvulopatía más común según los especialistas en cardiología: en Andalucía solo el 10,9% de su ciudadanía.

En España, se estipula que el 3% de los mayores de 65 años están afectados por alguna valvulopatía, mientras que el porcentaje asciende a un 7,4% en los mayores de 85, por lo que la tendencia es que cada vez haya más casos por el envejecimiento de la población.

Ante la falta de información, la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardíacas y Anticoagulados (AEPOVAC) presentó el Manifiesto Español por las Valvulopatías, con el que pretenden confirmar la necesidad de una mayor sensibilización social.

A pesar de que la mayoría de enfermedades cardiovasculares son muy conocidas -insuficiencia cardíaca, infarto, ictus, hipertensión-, hay un grupo de pacientes con afectación en las válvulas cardíacas (tricúspide y pulmonar en el lado derecho del corazón; mitral y aórtica en su lado izquierdo) que está en aumento y no se les tiene tanto en cuenta; y eso, además, que se han obtenido nuevos tratamientos que les permiten mejorar su calidad y cantidad de vida.

El cardiólogo señala, en una maqueta, la localización de la válvula mitral en el lado izquierdo del corazón.
El cardiólogo señala, en una maqueta, la localización de la válvula mitral en el lado izquierdo del corazón. EFE/GRB

En cuanto a los soplos en el corazón, aunque haya un desconocimiento general sobre valvulopatías, la mayoría de la gente sí que habla de este término y que precisamente es uno de los “posibles avisos” de que haya presencia de una enfermedad en el interior del músculo cardíaco.

Sin embargo, el estudio determina, también, que en Andalucía el 48% de personas encuestadas afirmó que rara vez su médico de atención primaria hace uso del fonendoscopio (instrumento para auscultar los sonidos del organismo) durante la consulta.

Inhibir la enzima calpaína aminora el riesgo de hipertrofia cardíaca

Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) de Barcelona (España) han descubierto en un experimento con ratas que inhibir unas enzimas, las calpaínas, limita el riesgo de sufrir una hipertrofia cardíaca, tanto después de un infarto agudo de miocardio como por estrés crónico de origen no isquémico.

El estudio, en el que también han participado investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), lo publica la revista “Basic Research in Cardiology”.

Un corazón fuera del tórax.
Un corazón fuera del tórax. EFE Televisión.

“La hipertrofia cardíaca, un aumento del número y tamaño de las células cardíacas, del peso del corazón, es una respuesta inicialmente eficaz a la sobrecarga de trabajo del músculo cardíaco, pero puede acabar por convertirse en un problema, dificultando la función del corazón y causando insuficiencia cardíaca y arritmias, un proceso denominado remodelado ventricular adverso”, explica el doctor Carlos Macaya.

A pesar de su alta prevalencia y su enorme impacto sanitario y social, la eficacia de los tratamientos actuales para prevenir la hipertrofia cardíaca o disminuirla es limitada, por lo que identificar nuevas dianas y desarrollar tratamientos es un objetivo prioritario.

En estudios previos, este grupo de investigadores había demostrado que la activación de las calpaínas, capaces de atacar muchas proteínas celulares (enzimas activadas por el aumento del calcio intracelular), desempeñan un papel importante en la muerte de células miocárdicas durante el restablecimiento del flujo sanguíneo después de una isquemia miocárdica, y que su inhibición disminuye el tamaño del infarto y el remodelado ventricular postinfarto.

En el este estudio se ha utilizado un modelo de hipertrofia miocárdica inducida por exposición crónica de ratas y ratones a niveles elevados de una hormona cuyo aumento crónico de actividad induce hipertrofia: han demostrado que esta estimulación crónica induce también una activación de las calpaínas.

Los investigadores han estudiado los mecanismos por los que la activación crónica de las calpaínas produce hipertrofia y han encontrado que una enzima que transmite señales extracelulares a las células a través de receptores, GRK2, desempeña un papel destacado en estos mecanismos.

El estudio demuestra que administrar por vía oral un inhibidor de las calpaínas revierte este proceso y es capaz de atenuar la hipertrofia inducida.

El cardiólogo Carlos Macaya, jefe de servicio en el Hospital Clinico Universitario San Carlos de Madrid-efe
EFE/GRB

El doctor Macaya resume el “Noticiero del Corazón” con tres ideas claras:

  1. La reciente normativa de la Unión Europea rebajará sensiblemente la ingesta de grasas saturadas trans, grasas malas que contienen los alimentos procesados. Una gran noticia para todo el mundo que tendrá como consecuencia directa la reducción significativa del sobrepeso, la obesidad o las enfermedades y accidentes cardiovasculares, como la hipertensión, el infarto o el ictus.
  2. La educación en salud, y por tanto del conocimiento de la fisiología del corazón, de sus cavidades, de sus válvulas o de las arterias coronarias, es fundamental para concienciar a la población en general y prevenir los infartos agudos de miocardio, como el que ha sufrido el cancerbero del FC Porto, Iker Casillas, exjugador del Real Madrid y de la Selección Española de Fútbol, o eludir los infartos cerebrales -ictus-, una patología que salta a las portadas de la prensa cuando afecta a personajes políticos o mediáticos como el exsecretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, un cántabro de Solares de 67 años de edad.
  3. Casi con seguridad, más temprano que tarde, se podrá controlar la hipertrofia del corazón gracias a la investigación básica y a la financiación de los proyectos de laboratorio con animales, primero, y de los ensayos clínicos en humanos, después: con una pastilla oral se podrá modular, regular o evitar una hipertrofia del músculo cardíaco no deseada.