El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario San Carlos y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres noticias cardiovasculares en el “Noticiero del Corazón”: Practicar el sedentarismo con ahínco te premia con enfermedades cardíacas. Tomar el medicamento antihipertensivo por la noche es mejor que por el …

Noticiero del Corazón: “Sedentarismo, hipertensión nocturna y coalición cardiooncológica”

Noticiero del Corazón: “Sedentarismo, hipertensión nocturna y coalición cardiooncológica”

  • 14 de septiembre, 2018
  • Gregorio Del Rosario

El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario San Carlos y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres noticias cardiovasculares en el “Noticiero del Corazón”: Practicar el sedentarismo con ahínco te premia con enfermedades cardíacas. Tomar el medicamento antihipertensivo por la noche es mejor que por el día, según los datos del Proyecto Hygia. El esfuerzo conjunto de cardiólogía y oncología obtiene más beneficios para los pacientes.

1.400 millones de personas no hacen ejercicio físico suficiente para mantener bien su salud

Según demuestran los resultados de un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado también en la revista científica “Lancet”, la región de Latinoamérica registra una media del 39% de la población con una actividad física insuficiente para mantener su salud de forma conveniente.

Latinoamérica supera en esta cuestión al conjunto de países occidentales de altos ingresos, donde, en general, se hace menos actividad física que en los países de rentas bajas, con un 37% y un 16% respectivamente.

Se trata de la primera investigación que ofrece estimaciones sobre la insuficiencia de actividad física -considerado uno de los factores principales de las enfermedades no transmisibles- en un periodo de dieciséis años, de 2001 a 2016.

Este déficit de ejercicio físico diario implica un aumento en el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, demencia y ciertos tipos de cáncer.

Clase de bioflamenco en la que mezclan las coreografías de este baile con el ejercicio físico y que permite corregir malas posturas
Clase de bioflamenco en la que mezclan las coreografías de este baile con el ejercicio físico y que permite corregir malas posturas. EFE/Jorge Zapata

De América Latina, el país donde el sedentarismo está más afianzado es Brasil, con un 47% de la población en tasa de actividad física insuficiente.

Costa Rica, Argentina y Colombia no están lejos de Brasil en estos resultados, pues la población que no tiene actividad física suficiente es en ellos, respectivamente, del 46%, el 41% y el 36%.

En el lado opuesto, Uruguay, Chile y Ecuador son los que presentan los mejores índices, con solo el 22%, el 26% y el 27% de incumplidores de los requerimientos mínimos de actividad física.

Bolivia, Haití y Perú son los países de Latinoamérica y el Caribe con más de diez millones de habitantes que no tenían datos al respecto.

El caso de España

Alrededor del 26% de la población española realiza actividad física insuficiente para mantenerse saludable. Las mujeres españolas tienen una actividad física mucho menor que los hombres y, así, un 30% de ellas muestra niveles insuficientes, frente al 22% de los varones.

Los niveles recomendados por la OMS de actividad física a la semana son, al menos, 150 minutos de grado moderado a intenso, según la edad y la prescripción médica, o 75 minutos de esfuerzo físico enérgico.

“La rápida urbanización ha provocado que las personas abandonen lugares donde debía ejercitarse para trabajar, especialmente en la agricultura, para instalarse en urbes donde están desempleadas o tienen empleos en la industria, mucho más sedentarios y en los que se hacen movimientos repetitivos”, afirmó la autora principal del estudio, y experta de la OMS, Regina Guthold.

La OMS alienta a los países a adoptar políticas nacionales en favor de modos de transporte no motorizados, como caminar o ir en bicicleta, así como la participación de la gente en actividades deportivas en su tiempo libre.

“Estas políticas son particularmente importantes en países de urbanización rápida, como Argentina, Brasil y Colombia”, señala el documento.

A nivel global, una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres no tienen suficiente actividad física como para conservar la salud, lo que representa una cuarta parte de la población mundial (1.400 millones de personas).

La coautora del estudio, Fiona Bull, comentó que la masificación del uso de aparatos electrónicos -como ordenadores, teléfonos celulares y tabletas, entre otros- ha incrementado mucho los hábitos sedentarios y, en consecuencia, los índices de inactividad física han aumentado.

“Todos usamos aparatos electrónicos más a menudo y más tiempo, empleamos más tiempo para ir a trabajar y estos trayectos se hacen de forma sedentaria. Todos estos elementos suman”, agregó Bull.

Las mujeres aparecen como menos activas físicamente que los hombres, a excepción de lo que ocurre en el sudeste asiático.

La OMS considera que ello indica que se requieren medidas para promover y mejorar el acceso de las mujeres a oportunidades de actividad física que sean seguras, asequibles y culturalmente aceptables.

El Proyecto Hygia, vanguardia en hipertensión

Enfermeras realizan una prueba de hipertensión a un ciudadano.
Enfermeras realizan una prueba de hipertensión a un ciudadano. EFE/J.M. García

El “Proyecto Hygia”, estudio sobre la hipertensión arterial llevado a cabo por un grupo de investigadores y facultativos del área sanitaria de Vigo (Pontevedra, España), ha generado gran expectación en las sociedades científicas y clínicas internacionales tras su publicación en “European Heart Journal“.

El equipo investigador llegó a la conclusión de que “el riesgo cardiovascular está asociado con la elevación de la presión arterial durante el sueño, con independencia de que la presión medida en la consulta médica o cuando el paciente está despierto sea normal o alta”.

Este estudio también demuestra, según sus datos, que disminuir la presión arterial durante el sueño con tratamiento antihipertensivo reduce de forma significativa el riesgo de eventos cardiovasculares. De hecho, se indica que el 47% de los pacientes está mal diagnosticado.

Así lo confirmaron a finales del mes de agosto en rueda de prensa tanto el catedrático de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación, Ramón Hermida, como el coordinador de la Unidad Compartida de Investigación de Atención Primaria, Juan Crespo.

“Estos resultados pueden revolucionar el mundo científico dadas las posibles consecuencias clínico asistenciales sobrevenidas en relación con el diagnóstico, el pronóstico y la orientación terapéutica de la hipertensión arterial y el riesgo cardiovascular; esto es, las conclusiones de este estudio marcarán un antes y un después en el enfoque clínico de estas patologías”.

Otra de las conclusiones que se desprende de este estudio es que el riesgo cardiovascular en pacientes con hipertensión disminuye considerablemente cuando la medicación se toma antes de iniciar el sueño nocturno en lugar de hacerlo después del desayuno.

Las posibilidades de sufrir un accidente vascular, como un infarto, insuficiencia cardíaca o ictus, se reducen en un 53% cuando el tratamiento hipertensivo se toma por la noche en vez de por la mañana.

En total fueron once años de investigaciones en los que se estudiaron a 18.078 pacientes, con una media de seguimiento de cinco años por paciente. “Se trata del mayor estudio de riesgo cardiovascular prospectivo realizado nunca”, según los investigadores.

El proyecto Hygia, con numerosos premios internacionales, estuvo compuesto por 292 investigadores de 40 centros clínicos, de los que un 70% son centros de salud del sur de Galicia.

Unión de manos de mujer.
Unión de manos de mujer. EFE/Ulises Rodríguez

Cardiología y Oncología, mejor juntas que separadas

Un estudio del Hospital Universitario de Bellvitge de Barcelona (Cataluña, España) y del Hospital Johns Hopkins de Baltimore (Maryland, EEUU) ha evidenciado los beneficios de una colaboración más activa entre las áreas de cardiología y oncología para mejorar significativamente la prevención y la detección precoz tanto de enfermedades cardiovasculares como de distintos tipos de cáncer.

Los directores de la investigación, la doctora Catherine Handy, oncóloga del Johns Hopkins, y el doctor Miguel Cainzos-Achirica, cardiólogo y epidemiólogo del Bellvitge, destacan que “hay factores de riesgo comunes y que coexisten en los mismos individuos, lo que justifica la idoneidad de una colaboración mucho más activa entre ambas especialidades”.

Esta mayor colaboración puede tener un impacto muy importante en la salud pública, ayudando a prevenir, retrasar la aparición o mejorar el pronóstico de estas enfermedades mediante la detección precoz.

El estudio, publicado en la revista “Circulation“, realiza una revisión detallada sobre casi todos los trabajos que se han publicado en el mundo sobre estrategias de cribado (screening) y prevención simultánea de enfermedades cardiovasculares y de diferentes tipos de cáncer, algunos muy prevalentes como los de pulmón, mama y colon.

En el artículo, que señala que cardiología y oncología han estado “relativamente desconectadas”, se plantean potenciales acciones para lograr una cooperación más activa, tales como protocolos de intercambio de información o de mayor aprovechamiento de las pruebas radiológicas, entre otros.

Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer están directamente implicadas en la muerte prematura de millones de hombres y mujeres; suponiendo, además, un enorme gasto presupuestario para los sistemas sanitarios nacionales.

  • Los pacientes con cáncer de pulmón tienen un riesgo 66% mayor de enfermedad cardiovascular (ECV) y 89% más de riesgo de patología coronaria en comparación con aquéllos libres de cáncer de pulmón.
  • Alrededor de la mitad de las mujeres que sobreviven un cáncer de mama tiene más de 65 años de edad. La ECV es la principal causa de muerte. Esta mortalidad relacionada con ECV no puede explicarse solo por la cardiotoxicidad directa de los tratamientos típicos, como antraciclinas o radioterapia.
  • Varios estudios han demostrado que el cáncer de colon es más prevalente en pacientes con enfermedad arterial coronaria diagnosticada.

Ambos grupos de enfermedades comparten una cantidad de factores de riesgo modificables y mecanismos fisiopatológicos, y con frecuencia coexisten en los mismos individuos.

El doctor Carlos Macaya
EFE/D.Talles

El doctor Carlos Macaya resume el “Noticiero del Corazón” con tres ideas claras: 

  1. El sedentarismo es un factor de riesgo cardiovascular en aumento constante; y para prevenir las enfermedades relacionadas con el corazón, además de controlar los grandes factores de riesgo conocidos, como el tabaquismo, la ingesta desmedida de alcohol, grasas saturadas y azúcares, debemos cambiar nuestros hábitos de vida relacionados con el movimiento músculo esquelético: realizar, como mínimo, 30 minutos de actividad física diaria adaptada a la edad; usar las aplicaciones (app) de los dispositivos móviles (teléfono, reloj, tableta) para analizar nuestro comportamiento cardiovascular; y, siempre que podamos, aparcar nuestro vehículo motorizado y andar.
  2. Más del 50% de la población padece hipertensión arterial cuando ronda los cincuenta años de edad, por lo que es imprescindible no confiarse a la suerte del ¿cara o cruz? Las personas ya diagnosticadas también tienen que mantener en el tiempo su monitorización arterial y no conformarse solo con tomas de tensión circunstanciales en casa o en la farmacia. Es más, el control de la hipertensión arterial durante la fase del sueño nocturno previene episodios de insuficiencia cardíaca, angina de pecho, infarto o ictus cerebrovascular, según el Proyecto Hygia. 
  3. El esfuerzo conjunto, y sin reservas, de la práctica clínica en cardiología y oncología se merece un aplauso prolongado por el beneficio saludable que revierte en los pacientes de ambas especialidades. Solo en España, como en otros muchos países, alrededor del 70% de la mortalidad tiene como causa principal a una de estas dos patologías y es necesario establecer vasos comunicantes, sin embudos, entre cardiólog@s y oncólog@s.