El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres eventos cardiovasculares en el “Noticiero del Corazón”: Práctica sexual después de un infarto, recambio de la válvula tricúspide a la medida del paciente y es más fácil morir …

Noticiero del Corazón: "Sexualidad postinfarto, valvulopatías a medida y vivir o morir en California"

Noticiero del Corazón: "Sexualidad postinfarto, valvulopatías a medida y vivir o morir en California"

  • 27 de noviembre, 2018
  • Gregorio Del Rosario
El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta tres eventos cardiovasculares en el “Noticiero del Corazón”: Práctica sexual después de un infarto, recambio de la válvula tricúspide a la medida del paciente y es más fácil morir en un barrio latino de Los Ángeles.

Casi un 21% de las personas infartadas desmejoran su sexualidad

Un 20,7 % de las personas que han sufrido un infarto sufren cambios negativos en sus relaciones sexuales, en cuanto a menor cantidad o calidad, ya sea por el miedo por el consumo de fármacos, especialmente los pacientes crónicos más jóvenes, según un estudio llevado a cabo por la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFICC).

Según este estudio, que ha analizado las repercusiones en la vida diaria tras un infarto con entrevistas a 362 supervivientes que se visitan en el ambulatorio de Balaguer (Lleida, España), los que afirman que han sufrido cambios en las relaciones sexuales tienen una edad media de 68,8 años, mientras que los que afirman lo contrario tienen 74,7 años.

"Sufrir un infarto puede afectar a las relaciones de pareja, a la actividad laboral y a otras actividades de la vida cotidiana como el hecho de conducir con seguridad", ha explicado la investigadora del estudio, Gemma Amat.

"La preocupación por poder volver a hacer vida normal -ha añadido- puede afectar negativamente a la calidad de vida de los pacientes con enfermedad cardiovascular, y con este estudio hemos querido hacer visibles los aspectos psicosociales que pueden alterar el día a día de los pacientes tras un accidente cardiovascular".

exposición sexualidad en la que un hombre está situado frente a una fotografía gigante de la zona pélvica de una mujer con una braga de color rojo
EFE/J. Lira/Notimex

Además de valorar el grado de afectación en las relaciones sexuales, el estudio ha evaluado también las alteraciones en la conducción de vehículos y el impacto en términos de incapacidad y baja laboral.

Sólo un 8,3% de los encuestados han cambiado la manera de conducir o la utilización del coche, frente a un 62,7% que no la modificaron.

En cuanto al ámbito laboral, el 20,4% necesitó la incapacidad temporal y las bajas laborales duraron una media de 197,8 días.

"Debemos tener en cuenta que la media de edad de los pacientes estudiados es de 74 años, por lo tanto, muchos de ellos eran personas jubiladas, lo que disminuye el impacto laboral", ha puntualizado Amat.

Implantan en España la primera válvula tricúspide a medida

El servicio de Cardiología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo (Pontevedra, Galicia) ha protagonizado la primera intervención realizada en España y la cuarta en el mundo de implantación de una endoprótesis bicava valvulada en el corazón de una paciente de 81 años, que ya se recupera en su domicilio.

Los doctores Andrés Íñiguez, Francisco Calvo y José Antonio Baz detallaron hace unas semanas los pormenores de la implantación de esta válvula hecha a medida con nitinol, una aleación de níquel y titanio, recubierta con pericardio porcino, de la que hasta la fecha solo se habían implantado dos en Alemania y una en Suiza.

La paciente intervenida presentaba un pronóstico muy grave de insuficiencia de la válvula tricúspide, que separa el ventrículo derecho y la aurícula derecha y cuya función es impedir que la sangre bombeada del corazón a los pulmones haga el recorrido inverso.

Valvulopatía cardíaca intervencionista
Intervencionismo cardíaco con implantación de una válvula tricúspide biológica, estándar y ajustable a través de cateterismo. EFE/D. Talles

Antes de someterse al implante, esta octogenaria apenas podía caminar diez metros en llano, sufría arritmias, inflamación en las piernas y tenía dificultad para dormir en posición horizontal.

Con este cuadro clínico, someterse a cirugía convencional suponía un riesgo "muy elevado", cuando el índice de mortalidad ya es de por sí alto, según había asegurado el doctor Calvo.

Por eso se optó por implantarle por cateterismo una válvula hecha a medida, a partir de una recreación tridimensional, con la ayuda de un TAC, de la aurícula derecha y venas cavas.

Tras la operación, esta paciente de Vigo ya hace "casi una vida normal" para su edad, según el doctor Baz.

El doctor Íñiguez informó de que la insuficiencia de la válvula tricúspide es una patología relativamente frecuente, con una incidencia estimada de unas 13.000 personas en España, no así un cuadro de la gravedad de la paciente intervenida en Vigo, ya que la cifra se reduce a unas 700 personas, entre 30 y 40 solo en Galicia.

La mortalidad de esta enfermedad, si no se trata, es de un 36% en el primer año y del 60% a los cuatro años.

El doctor Calvo señaló que "el futuro" de la cirugía cardíaca está en la implantación de dispositivos a medida como éste, que abren una puerta a la esperanza para un grupo de pacientes que hasta la fecha no disponían de una alternativa efectiva.

El servicio de Cardiología del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo colocó el año pasado 111 válvulas aórticas y otras 34 más en tratamientos de insuficiencia de la válvula mitral. La previsión para este año, sólo en válvulas aórticas, es implantar unas 130.

Estas cifras colocan al centro vigués a la cabeza de los hospitales españoles en cuanto a estas técnicas de intervencionismo estructural.

Ante un infarto, si eres latino, y en California, tienes más probabilidades de morir

Quienes sufren un paro cardíaco repentino, infarto agudo de miocardio, en vecindarios latinos tienen menos posibilidades de recibir la Resucitación Cardiopulmonar (RCP o CPR, por sus siglas en inglés), según una investigación.

El estudio, expuesto por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), evaluó los casos de más de 18.500 personas entre 2011 y 2015 y encontró que, en vecindarios con más de tres cuartas partes de población latina, solo el 27% de los casos de infarto recibe CPR, 10 puntos por debajo del promedio general.

Dado a conocer en el Simposio de Ciencia de Resucitación de AHA de principios de noviembre de este año, el análisis descubrió que el porcentaje general de suministro oportuno de CPR en un vecindario para una persona que sufre un paro cardíaco se sitúa en torno al 37% de los casos.

En vecindarios donde los latinos constituyen menos de una cuarta parte de la población es de 39%, 12 puntos más que en aquellos vecindarios con más de 75% de hispanos.

De igual forma, entre todos los pacientes estudiados, los latinos tuvieron 27% menos de probabilidades de recibir esta ayuda que los blancos no hispanos.

Un vendedor de perfumes y artículos de baño en el exterior de su tienda en Los Ángeles (California).
Un vendedor de perfumes y artículos de baño en el exterior de su tienda en Los Ángeles (California). EFE/Aitana Vargas

Audrey Blewer, autora principal del estudio y directora asistente de programas educativos del Centro de Ciencia de Resucitación de Penn Medicine, anotó que "el pronto suministro de CPR por parte de alguien puede mejorar significativamente los resultados".

No obstante, Blewer señaló que "la supervivencia es baja" ante un paro cardíaco inesperado que ocurre fuera de un hospital.

Las víctimas de infarto cardíaco en vecindarios con gran mayoría de población latina presentaron cerca de 40% menos probabilidades de sobrevivir que el promedio general.

Los datos "fueron tomados del Consorcio de Resultados de Resucitación, una red de ensayos clínicos sobre los sistemas del servicio de emergencias médicas y los hospitales de Estados Unidos y Canadá", explicó el reporte.

El estudio recomendó que en los vecindarios hispanos se intensifique la enseñanza y práctica del sistema CPR con la utilización solo de las manos, que consiste en aplicar presión repetida al pecho de la persona que ha sufrido el infarto.

"Necesitamos ofrecer a las comunidades con menos índices de ayuda un entrenamiento simple y efectivo de CPR", subrayó Blewer.

El catedrático de Medicina por la UCM, Carlos Macaya-efe
Fotografía de D. Talles
El doctor Macaya resume el “Noticiero del Corazón” con tres ideas claras:
  1. "Morir haciendo el amor no es un mensaje alentador para nadie; sin embargo, la actividad sexual es un componente de bienestar para todos y todas, incluyendo a l@s pacientes que han sufrido un accidente cardiovascular, como una angina de pecho, un infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca, un ictus cerebral, cualquier patología que altere gravemente al ritmo cardíaco e incluso una cirugía a corazón abierto. En general, ellas y ellos pueden volver a practicar sexo cuando se lo indique el médico, y en la mayoría de los casos los especialistas podrán ayudarles a recuperar su potencia sexual con ciertos fármacos... medicamentos que jamás se deben autosuministrar los pacientes, y menos aún a través de su adquisición en el mercado negro o en las diferentes webs de internet. Solo un profesional médico, y mejor aún si es un cardiólog@, puede prescribir una medicina para mejorar la sexualidad de la persona que ha sufrido o sufre un problema cardíaco".
  2. "La válvula tricúspide, en el lado derecho del corazón, la cenicienta cardíaca porque afortunadamente enferma poco, aunque cuando lo hace genera problemas muy serios a la hora de plantear una cirugía, ya que suele afectar a nuestros mayores, tiene a España como pionera en tratamientos individualizados valvulares a la medida de cada paciente. La nueva prótesis, una aleación de níquel y titanio recubierta con pericardio porcino, te devuelve a la normalidad".
  3. "Cualquier persona, sea de la raza que sea, tenga el poder económico que tenga, venga del país que venga y sufra donde sufra un infarto de corazón, más aún en una calle o en un centro comercial, necesita no solo la atención médica especializada urgente, sino que su entorno poblacional, sus conciudadan@s, conozcan lo mejor posible las técnicas de reanimación cardiopulmonar. No es de recibo, en caso alguno, que las personas de origen latinoamericano de los barrios más pobres de ciudades como Los Ángeles tengan un 40% más de posibilidades de morir tras un fallo cardíaco".

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