El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), comenta para el Noticiero del Corazón el impacto del coronavirus o COVID-19 en la salud mundial: “Ya es una pandemia que a día de hoy afecta a cerca de 130.000 personas en 114 países, donde ha dejado el rastro mortal de más de 4.200 fallecidos; muchos de ellos pacientes de edad avanzada con diferentes comorbilidades, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, muy prevalentes”

Noticiero del Corazón: “Coronavirus y personas mayores con enfermedades cardiovasculares”

Noticiero del Corazón: “Coronavirus y personas mayores con enfermedades cardiovasculares”

El coronavirus, letal contra l@s pacientes cardiovasculares de edades avanzadas

La pandemia por COVID-19 es una emergencia de salud pública que evoluciona de forma rápida sobre todo en países con focos principales de infección, como China, Irán, Italia, Corea del Sur, Japón, España, Francia, Alemania o EE.UU., aunque ninguna región del planeta esté a salvo de un microorganismo, similar al virus del SARS del año 2003 o a los distintos tipos virus estacionales de la gripe (influenza A, B, C), que todavía no tiene su correspondiente tratamiento específico o vacuna.

La tasa general de letalidad de COVID-19 sigue siendo baja, en torno al 2.3%, con datos que indican una menor mortalidad fuera del epicentro del brote en Wuhan, capital de la provincia de Hubei en China central. Según ha informado la Comisión Nacional de Salud del país asiático, los nuevos casos de contagio del coronavirus en toda China sumaron 15 positivos en las últimas 24 horas por los 24 contabilizados en el día anterior.

Se estima que más del 80% de l@s pacientes infectados por COVID-19 experimentan síntomas leves y se recuperan sin intervención médica intensiva. Sin embargo, la morbilidad y la mortalidad aumentan significativamente en edades avanzadas: 8% entre los pacientes de  70 a 79 años y 14,8% en mayores de 80 años, según informes elaborados a gran escala.

Estos casos resultantes de los análisis de los Centros para el Control de Enfermedades de China indican que los pacientes con condiciones de enfermedades subyacentes tienen un riesgo elevado de contraer COVID-19 y, además, un peor pronóstico: entre el 25% y el 50% de l@s pacientes contagiados presentan estas condiciones.

Las tasas de mortalidad en pacientes con patologías previas son significativamente más altas que en la población promedio: cáncer: 5,6%; hipertensión: 6%; enfermedad respiratoria crónica: 6,3%, diabetes: 7,3%; y enfermedad cardiovascular (ECV): 10,5%.

“La combinación de pacientes de más de 80 ó 90 años y cualquier tipo de contagio de una enfermedad infecciosa, como el coronavirus o la gripe estacional, siempre es una noticia terrible para estas edades, sobre todo en personas con insuficiencia cardíaca (IC), la causa del mayor número de ingresos hospitalarios, ya sea por daños primarios en el músculo cardíaco, porque hayan padecido muchos infartos o sufran alguna arritmia crónica descontrolada que afecte a su ventrículo izquierdo”, dice el Dr. Macaya.

L@s pacientes cardiológicos más jóvenes, entre 50 y 60 años, que hayan sufrido algún infarto agudo de miocardio, y su ventrículo no haya sido dañado, “no debe preocuparse mucho más del coronavirus que cualquier otra persona sin comorbilidades cardíacas”, expone.

Cuando una persona sufre hipertensión arterial o diabetes, “tiene algo más de riesgo en contraer una infección vírica y registrará un pronóstico un poco peor. Aún así, no es lo mismo este tipo de enfermo con su dolencia controlada que sin controlar. Todo dependerá del cuadro sindrómico de cada individuo y no de la etiqueta general, en este caso llamada coronavirus”, destaca.

Según otro informe sobre complicaciones cardíacas agudas, basado en 138 pacientes hospitalizados por coronavirus, el 16,7% de los pacientes desarrolló arritmia y el 7,2% experimentó problema cardíaco agudo, además de otras complicaciones relacionadas con el propio virus COVID-19.

Se han apuntado, también, casos de insuficiencia cardíaca de inicio hiriente, infarto de miocardio, miocarditis y paro cardíaco; y, al igual que sucede con cualquier enfermedad aguda, una mayor demanda cardiometabólica puede precipitar las complicaciones cardíacas inherentes a est@s pacientes.

Máxima atención hacia las personas mayores con enfermedades cardiovasculares

El doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón, en línea con las recomendaciones de la American College of Cardiology, informa a l@s pacientes cardiovasculares y familiares sobre la necesidad de extremar al máximo la prevención contra la infección COVID-19.

“El coronavirus no tiene predilección por el aparato cardiovascular, con sus vasos sanguíneos y el propio corazón, sino por las mucosas de los ojos, la nariz, la boca y, a continuación, por el sistema respiratorio con sus pulmones, donde se producen realmente las complicaciones, como una neumonía fatal”, explica.

Por lo tanto, “debemos seguir al pie de la letra las recomendaciones de las autoridades sanitarias de cada país”, o de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su caso, mientras dure la lucha contra el COVID-19, a la vez que se deben añadir otros consejos preventivos en relación a personas con enfermedad cardiovascular (ECV):

  • La adherencia terapéutica a los medicamentos pautados por el cardiólog@ tiene que ser extrema, sin bajar la guardia por sentirse mejor o con los síntomas atenuados. “Sean disciplinados, siempre; sin excepciones”, reitera el cardiólogo.
  • Es importante que los pacientes con enfermedad cardiovascular permanezcan al día con las vacunas, incluida la vacuna antineumocócica, dado el mayor riesgo de infección bacteriana secundaria con COVID-19.
  • Los pacientes con ECV deben vacunarse contra la gripe de acuerdo con las pautas vigentes.
  • En zonas con brotes activos de COVID-19, se deben sustituir las visitas rutinarias presenciales al especialista o el médico de cabecera por consultas telefónicas con el fin de evitar una posible infección nosocomial (contagio intrahospitalario). “Se pueden posponer electrocardiogramas de rutina o pruebas de esfuerzo, por ejemplo”, indica.
  • Para pacientes con insuficiencia cardíaca, la administración abundante de líquidos contra la infección viral se debe usar con precaución y cuidadosamente monitorizada. “Estos pacientes no deben retener líquidos en su organismo para no alcanzar una desestabilización y tener que acudir la hospital”, señala.
  • La salud inmunológica general sigue siendo importante para l@s pacientes, lo que incluye comer bien, según la dieta pautada; no beber alcohol; dormir y controlar el estrés, a pesar de las abundantes y alarmistas noticias sobre el coronavirus.

    Dr. Carlos Macaya-efe
    “Ante esta crisis vírica, llevemos al extremo todas las medidas de prevención que protejan a nuestros mayores, sobre todo si están inmunodeprimidos por cualquier patología previa. El coronavirus no podrá con nosotros y menos aún con nuestr@s pacientes con enfermedad cardiovascular“, concluye el doctor Carlos Macaya Miguel. Fotografías de Antonio Herrera