Las nuevas técnicas de diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata han permitido dar un vuelco en este tumor, el segunda mas frecuente en el hombre; mientras hace 40 años moría el 90 % de los afectados, en la actualidad es ese mismo porcentaje el que consigue la curación

Las nuevas técnicas diagnósticas dan un vuelco al cáncer de próstata
De izq. a derecha, el doctor Luis Larrea; la psiquiatra Alejandra González; el doctor Juan Casanova y el presidente de la AECC de Valencia, Tomás Trenor/EFE/Manuel Bruque
  • 22 de mayo, 2019
  • VALENCIA/EFE/REDACCIÓN SALUD

Nueva edición de “Diálogos EFE Salud” en Valencia, en esta ocasión para analizar el “Cáncer de próstata. Avances en diagnóstico y tratamiento”, con la participación de Juan Casanova, responsable de la unidad avanzada de detección de cáncer de próstata del hospital Vithas Nisa 9 de Octubre, y Luis Larrea, a cargo del servicio de oncología radioterápica del hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo.

En el encuentro, organizado por la Agencia EFE en colaboración con Hospitales Vithas Nisa y celebrado en el Ateneo de Valencia, también ha participado Alejandra González, psiquiatra y directora terapéutica de la Unidad de Salud Mental en los hospitales Vithas Nisa Valencia al Mar y Aguas Vivas, y Tomás Trenor, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Valencia.

Pruebas sencillas

Este cambio radical en una enfermedad que solo produce síntomas en estadios avanzados, ha sido posible gracias a la determinación de los niveles en sangre de PSA y del tacto rectal, pruebas sencillas y económicas que, según los expertos, deberían hacerse todos los hombres a partir de los 50 años de edad y desde los 40 si tiene antecedentes familiares.

También gracias a tratamientos personalizados y que se dirigen al foco el tumor como la braquiterapia de alta tasa de dosis, que se realiza mediante el implante dentro o cerca del tumor de semillas que emiten radiación, permite al paciente irse a su casa el mismo día sin necesidad de más tratamiento y reduce de forma importante efectos secundarios como la impotencia o la incontinencia.

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La psiquiatra Alejandra González y el doctor Juan Casanova/EFE/Manuel Bruque

Tacto rectal

“El tacto rectal está muy denostado y repudiado por el hombre”, asegura Casanova, quien advierte de que solo con esa exploración médica es posible detectar un tipo de cáncer de próstata más agresivo, que no expresa el PSA y cuya tasa de detección está por debajo del 1 %.

Según Larrea, en los casos en los que el PSA es alto una resonancia magnética puede detectar si hay un foco tumoral antes de realizar una técnica más agresiva como la biopsia, y en caso de tener que hacerla existe una nueva técnica que permite elevar la tasa de detección hasta el 70 %.

Biopsia

Se trata de la biopsia transperineal (BTP), que permite llegar a zonas de la próstata inaccesibles con otras técnicas y, si se fusiona con la resonancia magnética multiparamétrica, supone “el mayor avance que ha tenido la urología desde el punto de vista diagnóstico”, asegura Casanova.

La BTP junto a la resonancia permite “diagnosticar más y mejor, saber dónde está el cáncer y cómo es para darle un tratamiento más correcto”, afirma Casanova, quien añade que en Valencia “somos referencia en tratamiento focal, con unos resultados excelentes”.

También ha advertido de que hay pacientes con tumores tan pequeños que no hay necesidad de que lo sepan por la ansiedad que les genera y, al tratarse de tumores con una “muy lenta evolución”, deben someterse a una “vigilancia activa” y aplicando distintos tratamiento pueden llegar a pasar más de 25 años sin problemas.

“Lo que buscamos hoy en día todos los médicos es un tratamiento individualizado o a la carta. Cada paciente es un caso distinto”, aseguran los expertos, que añaden que aunque cerca del 40 por ciento de los pacientes con cáncer de próstata pueden quedar impotentes, tratamientos como la braquiterapia, que actúan en el foco del tumor, les permite conservar la continencia y la potencia sexual “en el 99 % de los casos”.

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El presidente de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Valencia, Tomás Trenor/EFE/Manuel Bruque

Centros especializados, equipos multidisciplinares

Antes, la impotencia y la incontinencia tras un tratamiento “eran la norma, ahora no”, afirman y destacan la importancia de que existan centros especializados y con equipos multidisciplinares con experiencia en la técnica y con un control de calidad interno, que inviertan en equipamiento y en la formación continua del personal.

Según Casanova, con estas técnicas diagnósticas que permiten “afinar mejor y tratar solo la parte afectada de la próstata“, se le garantiza al paciente “una curación en un porcentaje muy elevado y con mínimos efectos secundarios”.

La supervivencia en hombres con cáncer de próstata es superior a los 15 años aunque no se traten y evolucionen mal, pero hay entre un 10 o un 20 % de pacientes que “no soportan” la vigilancia activa y piden ser intervenidos.

“Ahora hablamos del tratamiento secuencial del cáncer de próstata donde vamos a jugar juntos oncólogos, radiólogos, urólogos, patólogos y podemos transmitir es mensaje de que se pueden hacer las cosas “con toda la tranquilidad del mundo. Es un paciente que vamos a estar con él toda la vida”, concluye Casanova.

Prevención y diagnóstico precoz

Por su parte, Tomás Trenor afirma que en la lucha contra el cáncer son “elementos claves” la prevención y el diagnóstico precoz, aunque advierte de que muchos hombres son “reacios” a realizarse las pruebas que pueden llevar a que la enfermedad sea diagnosticada de forma temprana.

Según Trenor, un estudio de la Asociación revela que el 64 % de los hombres asegura que no tiene suficiente información sobre el cáncer de próstata, aunque “hace unos años era el 99,9 %”, y un 65 % reconoce que no acude a las revisiones anuales recomendadas por los especialistas.

“Hay un trabajo importante que hacer”, afirma Trénor, que destaca la necesidad de potenciar la información sobre la necesidad del diagnóstico precoz, de hacerse las pruebas para detectarlo y de los riesgos” que conlleva este cáncer.

Casanova insiste en que todos los hombres, a partir de los 50 años, deberían hacerse pruebas tan “sencillas y baratas” como la determinación de los niveles en sangre de PSA y el tacto rectal.

Abrirse a una nueva sexualidad

La impotencia, que afecta a un 40 % de enfermos con cáncer de próstata, no tiene por qué suponer una pérdida de autoestima ni un sentimiento como “menos hombre o menos pareja”, sino que deben abrirse a otro tipo de sexualidad.

En este sentido, la psiquiatra Alejandra González ha abogado por “quitar esos mitos de que sexualidad solamente es penetración”.

Ha asegurado que “hay más formas de relacionarse con la pareja” y los pacientes que sufran impotencia deben “trabajar la sexualidad desde otro lado, con los cinco sentidos”.

Para la psiquiatra, es esencial que los pacientes aprendan a vivir con sus nuevas condiciones físicas, lo cual está relacionado con el concepto tradicional de “masculinidad”.

“Van a vivir muchos años y hay que ayudarlos a vivir mejor porque, de lo contrario, van a sufrir mucho”, ha señalado.

cáncer próstata
2017/infografía EFE