“Se dice que mientras que los bebés, niños y niñas pueden reír hasta 400 veces al día, con una media de 300, el adulto más risueño y dicharachero no suele superar el centenar, y su media está situada en unas 25 exhibiciones dentales”, apunta el doctor Juan B. Soriano Ortiz, epidemiólogo investigador del Servicio de Neumología del madrileño Hospital de La Princesa

Reír, escudo protector para la salud de todos y todas

Reír, escudo protector para la salud de todos y todas

El también profesor de Medicina de la Universidad Autónoma CONECTA con efesalud.com para recalcar que, aunque los médicos y las médicas tengan la obligación de insistir en cualquier medida de prevención ante las enfermedades leves o graves, “siempre cabe promocionar mucho más la sonrisa y el buen humor entre los pacientes y el conjunto de la población”, dos buenos antídotos contra las desdichas personales.

Sonreír y reír, medicamento-alegría que distrae al dolor

“Se nos culpa habitualmente de ser negacionistas, e incluso castradores, en el sentido de eliminar el placer de manera absoluta: no coma estos manjares, no beba en exceso aquellos elixires, abandone el sedentario deportivo… Y, sin embargo, no promocionamos de manera suficiente tanto la salud como los buenos hábitos.

Claves de la prevención de enfermedades
El triángulo de la salud, una base sólida para la prevención de las enfermedades.

En general, una actitud positiva en la vida, y en particular reír y practicar la risa, deberían ser recomendaciones para tratar muchas enfermedades y prevenir otras muchas más. Ya existe abundante evidencia científica de los beneficios del reír.

Como botón de muestra, a principios de 2019 se publicó un meta-análisis de diez ensayos controlados y aleatorizados en un total de 814 participantes, que se llevó a cabo según las pautas de la Colaboración Cochrane (comunidad de más de 11.000 investigadores en más de 130 países), para conocer los efectos de la risa y humor sobre  la depresión, ansiedad y calidad del sueño en adultos.

Del resultado de la muestra se dedujo que la risa y el buen humor consiguieron disminur significativamente la depresión y la ansiedad y mejorar, de paso, la calidad del sueño. Los resultados del análisis de subgrupos reveló que la depresión se beneficia más de la intervención de la risa (risoterapia) a más largo plazo.

El trabajo concluyó, también, que este tipo de intervenciones son seguras, convenientes. interesantes y promueven las relaciones interpersonales tanto en pacientes como entre el personal sanitario; un factor humano con gran potencial para ser usado básicamente con personas adultas.

Bebé sonriendo en el útero de su madre
“Sueña, Luca, sueña arrullado por la risa primaveral de tu mamá, dichosa y orgullosa de ti desde que te imaginó”

La risa, un bien humano que decae con el paso del tiempo

En los bebés, la primera risa llega alrededor de los tres meses y medio durante su desarrollo fetal. En realidad, por ecografía puede apreciarse que el futuro bebé ya empieza a esbozar sonrisas en el útero materno durante el embarazo. Pero no es una actividad consciente, sino un reflejo automático.

Alrededor del mes de vida, el bebé empieza a sonreír ante una serie de estímulos externos, como la voz de su madre. Asimismo, un determinado sonido o la cara de alguien familiar, o simplemente un desconocido que le resulte agradable al acercarse, también pueden provocarle una sonrisa.

Hacia los tres meses, aparecen las primeras risas en voz alta. La carcajada es una señal de la maduración del niño. De hecho, ya no parará de reír… hasta que se vuelva adulto.

Se dice que mientras que un niño puede reírse hasta 400 veces al día, con una media de 300, el adulto más alegre no supera las 100 veces al día, y la media está en 25. Y la risa es una cosa muy seria.

En las denominadas zonas azules, donde la OMS detecta un exceso de personas centenarias, se ha tenido que añadir un vértice al triángulo que forman la buena dieta, ejercicio y no fumar. El rombo lo forman las relaciones sociales, el creer en cualquier religión, y el reír.

Piensen que es raro que alguien con 100 años sea un cascarrabias… en la mayoría de centenarios predomina el buen humor y la alegría de vivir. Disfrutan de todo y de todos”, expone.

Joan B. Soriano Ortiz, médico y epidemiólogo
“El Dr. ‘Patch’ Adams, maestro de la risoterapia, me dedicó su libro ‘Gesundheit!’ con la frase: “Be silly everyday” (haz el tonto cada día). A veces me olvido, pero hoy es hoy y por eso comparto una sonrisa con todos los seguidores de EFEsalud. Piensa en usted, en los demás y en el planeta. Practique con el ejemplo y ría y haga reír a los hombres y mujeres de su entorno… o, como mínimo, sonría, por favor. Y hágalo a modo de actividad física durante al menos media horita al día. La buena información a tiempo es esencial. La prevención es vida, y prevenir es mejor que curar, un lema que ya se conoce desde los tiempos de Hipócrates”, concluye. 

Intervención del Dr. Joan B. Soriano en idioma inglés