La telemedicina ha llegado para quedarse. Tanto los profesionales sanitarios como los pacientes deben aprender a manejarse en este nuevo entorno mediado por la tecnología donde las consultas presenciales son cada vez menos frecuentes. Para facilitar esta tarea, la asociación ConArtritis ha puesto en marcha la campaña “Cómo relacionarse con el médico sin acudir a consulta”

Cómo relacionarse con los profesionales sanitarios sin ir a consulta
El número de videoconsultas ha crecido exponencialmente durante la pandemia.Foto cedida por la Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV).
  • 24 de noviembre, 2020
  • MADRID/EFE/NOEMI ROJIN
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La pandemia del coronavirus ha provocado cambios en todos los aspectos de la vida y, como no, en la relación médico-paciente.

La telemedicina ha llegado para quedarse y es esencial que profesionales y pacientes cuenten con recursos y formación para hacer buen uso de este tipo de consulta.

Teniendo en cuenta que las personas con artritis reumatoide, artritis psoriásica, artritis idiopática juvenil, espondilitis anquilosante y espondiloartritis solían acudir con frecuencia a sus citas reumatológicas, ahora deben acomodarse a la nueva situación de atención telemática.

Por ello, la asociación ConArtritis, junto con la empresa farmacéutica Pfizer, han puesto en marcha la campaña “Cómo relacionarse con el médico sin acudir a la consulta”.

A través de un seminario virtual titulado “Relación paciente- médico”, Teresa Baró, formadora experta en comunicación, ha ofrecido consejos para mejorar la comunicación en las teleconsultas.

En el encuentro, Antonio I. Torralba, presidente de ConArtritis, remarcó la necesidad de aprovechar al máximo las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina.

“Son muchas las ventajas que aporta este formato, pero hay quien no se adapta bien, no sabe cómo afrontar la conversación o tiene una percepción errónea de la telemedicina”, indicó Torralba en la inauguración de la sesión.

relación médico paciente
Teresa Baró, formadora experta en comunicación durante el seminario “Relación paciente-médico”

A pesar de que este modelo de comunicación mediado por la tecnología ya existía, no estaba desarrollado ni implantado en el sistema sanitario.

“Había planes para digitalizar, pero lo que estaba previsto en 5 años se ha llevado a cabo en 2 meses por la pandemia”, explicó Baró.

Su rápida implantación unida a la dificultad que puede suponer, sobre todo en personas de avanzada edad, el uso de la tecnología ha provocado una oleada de incertidumbre y desconfianza entre los pacientes.

La confianza, pieza clave en la relación médico-paciente

“Durante estos meses de pandemia muchos pacientes no han podido acudir a las consultas para ver  a sus especialistas presencialmente. El verse cara a cara es la base de la confianza“, argumentó la especialista.

La pandemia ha precipitado un cambio en las relaciones humanas y en la adquisición de habilidades tecnológicas.

“El problema está en que cuando existen barreras en la relación, como una pantalla, la confianza se pierde y no sabemos comunicarnos”, planteó Baró.

Por eso, es esencial escuchar y valorar qué sienten los enfermos y los sanitarios ante esta nueva situación.

“El paciente se siente desatendido, desorientado, intimidado y con miedo. Por su parte, el médico se siente desbordado, presionado y poco valorado”, enumeró la experta en comunicación.

En base a esto, Baró defendió la necesidad de evolucionar y  “sobre todo mentalizarse y normalizar esta nueva relación con los especialistas“.

La comunicación mediada por la tecnología implica la colaboración de ambas partes, ya que es más fría y menos emocional que la relación cara a cara.

Está demostrado que las emociones que proyectamos sobre los demás se contagian gracias a las llamadas neuronas espejo.

“Debemos evitar emociones negativas que repercutan en la relación con nuestro doctor. Hay que comunicarse en positivo”, recomendó.

Consejos para una consulta telemática

La clave para una buena comunicación es la actitud proactiva de las dos partes. 

En ese sentido, Teresa Baró ofreció las siguientes recomendaciones para conseguir una comunicación fluida y basada en la confianza con los profesionales:

  1. Preparar la llamada. “Es importante saber qué vamos a decir y cómo”, indicó.
  2. Tener toda la documentación a mano y bien ordenada. Esto permitirá aprovechar la conversación lo máximo posible y no malgastar tiempo.
  3. Tener una lista de dudas, preguntas y comentarios. Estar preparados facilita la conversación y soluciona problemas concretos.
  4. Ser concretos al hablar. “No debemos irnos por las ramas. Debemos ser específicos en lo que nos duele y desde cuándo”, añadió.
  5. No ‘contar tu vida’. “A veces, tendemos a hablar sin parar y no pensamos que el médico tiene más consultas que realizar. Además, esa información no aporta datos relevantes”, apuntó Baró.
  6. Concentrar lo esencial en los primeros minutos. Esto evita que se olvide información relevante además de poner en contexto al profesional sobre el motivo de la llamada o videollamada.
telemedicina coronavirus
Fotografía facilitada por la Junta de Andalucía de la denominada “sala digital” del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, desde donde se atienden consultas, es la telemedicina.

Derechos y deberes del paciente en el nuevo entorno tecnológico

La experta en comunicación recordó, además, que el paciente sigue teniendo derechos y deberes que no debe olvidar en el entorno tecnológico.

Entre los derechos figuran:

  • Explicar tus dificultades con la tecnología.
  • Expresar tus temores en el nuevo entorno.
  • Preguntar.
  • Aportar información relevante sobre tu historia médica.
  • Pedir más información.
  • Exigir un trato adecuado.
  • Aclarar lo que crees que el médico no conoce bien.

Entre los deberes están:

  • No tomar decisiones por tu cuenta.
  • Consultar antes de cambiar de medicación o abandonarla.
  • Seguir el tratamiento de la forma indicada.
  • Facilitar la información necesaria (por ejemplo, si no se dispone de aparatos tecnológicos).
  • Ser honesto.
  • Facilitar la tarea al profesional (no gastar más del tiempo asignado por consulta si no es necesario).
  • Utilizar los recursos públicos con responsabilidad.