La pandemia del coronavirus ha tenido un impacto dramático en los ancianos que viven en las residencias, y como los rebrotes continúan, los expertos recomiendan prudencia a la hora de visitar a nuestros mayores, máxime teniendo en cuenta que su perfil medio está marcado por la dependencia y la pluripatología

Residencias y COVID-19: ocho reglas de oro para visitar a nuestros mayores
FOTO EFE/Mariscal
  • 21 de julio, 2020
  • MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO
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Por todo ello, la asociación del sector de la dependencia (AESTE), que agrupa el 20 % de todas las plazas de iniciativa privada de España (Ballesol, Caser, Orpea, Sanitas...), ha elaborado un documento en el que establece ocho reglas de oro para las visitas.

La entidad alerta de que, si se baja la guardia o no se actúa con la precaución que requiere el virus, se podrían ver comprometidos los avances experimentados durante las últimas semanas.

Ocho reglas de oro

1.- Se recomienda retrasar voluntariamente la salida de los ancianos fuera de los centros residenciales.

2.- Se aconseja tener en cuenta que un solo contagio obligaría a prohibir las visitas al establecimiento, por lo que cada cita puede supone un riesgo determinante.

3.- Se exhorta a realizar las entradas avisando previamente y/o que, en medida de lo posible, se hagan por parte de los mismos cuidadores y familiares.

4.- Se sugiere que los usuarios únicamente salgan solos o acompañados por su cuidador o visitante habitual: evitando que se desplace a domicilios particulares, restaurantes o celebraciones con amigos.

5.- Visitantes y residentes deberían hacer uso de la mascarilla permanentemente, tanto dentro como fuera de los recintos.

6.- Se debe respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros, tanto en relación a los mayores como a los trabajadores.

7.- No olvidar que hay que mantener una higiene de manos constante.

8.- Es importante que las familias respeten las normas de cada residencia.

Cada instalación tiene sus requerimientos y características, sus horas de salida de las habitaciones, sus horas de paseo por las zonas comunes y sus actividades grupales.

El secretario general de AESTE, Jesús Cubero, ha recordado a EFEsalud que la responsabilidad es compartida.

"Los protocolos aprobados y ya en marcha en las residencias son fundamentales, pero necesitan de la colaboración y la corresponsabilidad de familiares y del resto de la ciudadanía”.

Tras tanto tiempo de aislamiento, es complicado, refiere, frenar las ganas de de abrazar a tu familiar, salir de paseo con él o llevarle a comer a un restaurante.

"Pero el problema es que cuando se sale, se está en un entorno no controlado, y puede ponerse en riesgo a todos los residentes".

"Aunque sabemos que los mayores también necesitan estar fuera, apelamos a la sensatez, y a veces este tipo de ocio es más contraproducente que positivo por el riesgo que supone".

residencias COVID
FOTO EFE/Brais Lorenzo/Archivo

Residencias y COVID: alerta temprana

Desde su asociación, explica, se están reforzando puntualmente algunos centros que han tenido mayor índice de contagio, pero recuerda que el protocolo de cada CCAA dice que cuando hay algún enfermo hay que comunicarlo a los servicios de salud y son ellos los que tiene que actuar.

En estos momentos, no obstante, "estamos bastante prevenidos y en alerta y en cuanto hay un caso puntual se cierra el establecimiento, se aísla a esa persona y se controla de una forma mejor".

Afortunadamente, explica Cubero, hoy disponemos de tests de forma generalizada en todas las CCAA, y "en cuanto hay alguien con síntomas se le hace la prueba y si lo requiere se le traslada a un hospital".

"Todos deseamos que no se vuelva a dar ningún tipo de rebrote y para evitar situaciones pasadas estamos recomendando a las autoridades una serie de medidas para evitarlos, y si se dan que se tomen las medidas adecuadas".

"En este sentido hemos pedido en primer lugar que haya un  sistema de alerta temprana para que informen a las residencias de los repuntes y poder así tomar las disposiciones adecuadas".

Desde AESTE también han solicitado a las CCAA, una utilización generalizada  de tests con el fin de conocer la situación de los mayores y el personal que les cuida.

"Y que hagan acopio de EPIS, que exista un stock de seguridad y nos lo suministren previo pago,  porque uno de los problemas que hubo al principio de la pandemia fue su carencia".

"En última estancia que se mejore la comunicación sociosanitaria y  se desarrolle un plan de contingencia individual para cada centro".

"El objetivo es saber quien va atendernos, si va a ser un centro de salud, un geriatra de enlace  o un hospital, para actuar de forma automática, en cuanto sea necesario".

En AESTE están representadas 13 entidades, que aglutinan un total de 58.000 camas residenciales en 400 centros, donde cuentan con 70.000 profesionales.

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