Las mujeres, condenadas históricamente al ostracismo, lidian aún en pleno siglo XXI contra las grandes barreras que dificultan su presencia en el ámbito científico. Pero más allá, el sesgo de género existente en la ciencia (visible, por ejemplo, en la falta de mujeres en los ensayos clínicos) trasciende a la atención sanitaria y en la salud de las mismas. En consecuencia, existe un gran desconocimiento de enfermedades altamente prevalentes entre las mujeres. Con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11 de febrero) destacamos el papel clave que el género femenino puede desempeñar en la comunidad científica y en la investigación de calidad