Alrededor de dos millones de personas dependientes en España requieren la ayuda de una persona cuidadora, que además, en la mayoría de los casos no es profesional. La sobrecarga es uno de los riesgos que sufren los cuidadores.

Cómo prevenir la sobrecarga de los cuidadores
EFE/ Ana Escobar

Concienciar sobre el rol que asumen los cuidadores y la sobrecarga que acarrean se pone de manifiesto en el Día Mundial de las Personas Cuidadoras (5 de noviembre), una labor que supone un desgaste a nivel físico y emocional.

Esta actividad, en la mayor parte de los casos, la ejercen los familiares de la persona dependiente, en concreto, mujeres, sin que esta tarea quede registrada de manera oficial.

Diez consejos contra la sobrecarga de los cuidadores

El doctor Julio Maset, médico de la compañía Cinfa, recomienda una serie de consejos para prevenir la sobrecarga de los cuidadores y proteger su salud:

  1. Mantente informado sobre la enfermedad de tu ser querido y sobre los recursos disponibles. Conocer los síntomas de cada fase te ayudarán a comprender mejor las distintas situaciones y a estar preparada. Puedes informarte en los centros sanitarios o en las asociaciones de pacientes relativas a su patología, donde también te podrán asesorar sobre posibles recursos económicos, hospitales de día o servicios de relevo.
  2. Organízate y establece un plan de cuidados. Establece una rutina diaria para gestionar tu tiempo. Asegúrate de que cuentas con momentos para relajarte y descansar.
  3. Haz equipo. Intenta que el resto de miembros de la familia también colaboren, reparte las tareas entre todos.
  4. Mantente activa y conectada. En tus ratos libres, procura dedicarte tiempo y evitar hacer tareas en otro ámbito. Realiza ejercicio físico de manera regular y continúa practicando tus aficiones. No te aísles, reserva tiempo para relacionarte con tu familia y amigos.
  5. No te olvides de cuidarte. Sigue una dieta saludable, equilibrada y variada, y establece metas de salud personales si es necesario, como dormir el número de horas necesarias.
  6. Acude a tus citas médicas. No dejes en un segundo plano el cuidado de tu salud y acude a tu médico cuando sea necesario.
  7. Aprende a relajarte. Realizar ejercicios de respiración, practicar yoga, taichi o meditar, te ayudarán a sentirte más relajada. La relajación muscular progresiva es otra técnica que puede ayudarte a combatir el estrés.
  8. Reconoce y gestiona tus emociones. Expresa en todo momento cómo te sientes y acepta si aparecen, los sentimientos negativos, como la culpa. Recuerda que nadie es el cuidador perfecto, y busca ayuda de un profesional de la salud si te sientes sobrepasada.
  9. Fomenta la autonomía de la persona dependiente. Animar a la persona dependiente a que realice por sí misma las tareas de las que todavía puede hacerse cargo, es importante para reforzar su autoestima.
  10. Únete a un grupo de apoyo para cuidadores. Podréis compartir experiencias y estrategias tanto para aumentar su bienestar como el vuestro, además de sentir el apoyo y comprensión de otras personas que se encuentran en tu misma situación.

Perfil de los cuidadores

El prototipo más frecuente de la persona cuidadora es el de una mujer de mediana edad, casada y familiar directo del paciente (madre, hija, pareja…).

Suele contar con un grado de escolaridad medio, no recibir ayudas externas y asumir casi en exclusiva la responsabilidad de supervisar la salud y hacerse cargo de la persona dependiente.

Concretamente, Cruz Roja señala que el 88,5% de los cuidadores tienen nombre de mujer y el 47,7% son familiares directos del paciente.

Además, también refleja que en el 63,5% de los casos, los cuidadores no profesionales también cuentan con una vida laboral, por lo que trabajan y cuidan de otra persona al mismo tiempo. Sin embargo, menos de la mitad reciben ayuda económica por este tipo de tareas.

sobrecarga cuidadores
EFE/ Cabalar

Síndrome del cuidador quemado

El alto grado de dedicación y exigencia de los cuidadores puede llevar a una sobrecarga y a problemas de salud.

“En situaciones de cuidado intensivo de personas dependientes, puede aparecer un sentimiento de desgaste en el cuidador que lleva a relegar a un segundo plano su propia salud”, explica el doctor Maset.

Cruz Roja indica que el 62% de los cuidadores pasan más de 6 horas al día realizando estas tareas, y que siete de cada diez lleva más de tres años cuidando de una persona dependiente.

Esto supone un impacto en el tiempo libre de los cuidadores que se ve afectado en más de un 82% de los casos, en su vida familiar (70%) y en las relaciones sociales (70%).

Según Cinfa, si no se toman las precauciones necesarias, se busca apoyo para compartir el cuidado y se dedica tiempo a uno/a mismo/a, el cuidador o cuidadora puede sufrir un desgaste y agotamiento físico, emocional y social, que es lo que conocemos como el síndrome del cuidador quemado.

El síndrome del cuidador quemado se caracteriza por la presencia de varios síntomas:

  • Falta de energía, cansancio y preocupación continua, insomnio.
  • Pérdida del apetito y/o de peso.
  • Dolores de cabeza o en otros puntos del cuerpo.
  • Palpitaciones, irritabilidad y cambios frecuentes de humor, niveles elevados de estrés, ansiedad y/o depresión, apatía.
  • Abuso de alcohol, tabaco o de ansiolíticos y antidepresivos.
  • Dificultad para concentrarse y para relajarse.

“Además, puede aparecer un sentimiento de culpa si no se atiende al paciente o familiar… Todo ello lleva a menudo a sufrir tristeza, desesperanza y sensación de aislamiento familiar y social. Incluso, puede perderse el interés en el propio puesto de trabajo y acabar perdiéndolo”, añade el doctor Julio Maset.

Cuidar a quien cuida

Por su parte, Cruz Roja ha desarrollado diferentes iniciativas para ofrecer apoyo y respaldo a las personas cuidadoras.

El proyecto “Atención a personas cuidadoras” forma, informa y ofrece grupos de apoyo mutuo a las personas que comparten tarea a través de talleres, sesiones informativas y encuentros.

Y el “Multicanal SerCuidadorA”, una herramienta para la atención de este grupo de personas que cuenta con redes sociales, una página web y una app. Ofreciendo guías de ayuda, infografías y distintos recursos formativos.