El suicidio continúa siendo un problema de salud pública mundial que incluso ya roza niveles de pandemia. Un nuevo instrumento de evaluación psicológica impulsado por la Universidad de Granada (UGR), es capaz de prevenir el suicidio en adolescentes a partir de la detección de los factores protectores

Un nuevo instrumento de evaluación psicológica, capaz de prevenir el suicidio en adolescentes
Imagen cedida por la Universidad de Granada

El suicidio es la tercera causa de muerte no accidental en el mundo y la cuarta causa de muerte en adolescentes y jóvenes.

En España, los datos actuales, recogidos en 2020 y con respecto a 2019, reflejan que sigue siendo la primera causa de muerte no accidental y denotan un alto incremento de las lesiones y tentativas de suicidio en adolescentes y jóvenes.

Un equipo científico liderado desde la Universidad de Granada ha diseñado un mecanismo de evaluación psicológica con el objetivo de prevenir el suicidio en esta población.

El estudio ha sido liderado por David Sánchez Teruel, profesor titular del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR, y miembro de la Spanish Society of Suicidology, junto a la profesora Auxiliadora Robles Bello, del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén, y dos estudiantes de medicina: Aziz Sarhani Robles, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, y Mariam Sarhani Robles, de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona.

¿En qué consiste?

El instrumento consiste en una serie de pruebas y test que evalúan reintentos futuros de suicidio en adolescentes en riesgo. 

Es decir, en aquellos que hayan realizado lesiones autoinflingidas previas o intentos de suicidios anteriores.

Sin embargo, en lo que se centra este nuevo mecanismo es en detectar los factores protectores con los que cuenta el individuo, ya que promueven la resiliencia de los adolescentes en riesgo y resultan fundamentales para evitar el suicidio.

“Este instrumento valora lo que protege al individuo, no el riesgo que tiene”, puntualiza Sánchez Teruel.

Y es que, tal y como explica a EFEsalud, siempre se ha puesto el foco en la detección de los factores de riesgo, pero ninguno de estos ha sido clave para prevenir el suicidio.

En esta misma línea, apunta a que lo importante es detectar los factores de protección, ya que minimizan el efecto negativo de los factores de riesgo.

Así, está constituido por 18 preguntas en total que miden la resiliencia al reintento futuro de suicidio a través de tres subdimensiones concretas: protección interna, estabilidad emocional y protección externa.

Suicidio adolescentes prevención
EFE/Jeffrey Arguedas

¿Cuándo y dónde se podrá utilizar?

Según el profesor de la UGR, el instrumento ya ha sido solicitado por distintos centros escolares y clínicas, así como por algunos países de Latinoamérica, por lo que ya se puede empezar a aplicar.

Además, al no preguntar por los factores de riesgo, nunca habla del suicidio de manera directa, por lo que es un instrumento indirecto y útil para ser aplicado en el ámbito escolar

“Aunque esté adaptado a personas que hayan realizado tentativas de suicidio previas, lo que hemos detectado es que los factores protectores también pueden afectar a la población general”, explica el experto.

De esta manera, si en algún adolescente se prevé una alta vulnerabilidad porque sufre acoso, bullying, abusos… es importante que realice el test, ya que aunque no haya llevado a cabo tentativas de suicidio, puede ser muy favorable detectar esos factores protectores para prevenir futuros intentos o ideaciones suicidas.

¿Cuáles son los factores protectores?

A pesar de que la prueba mide tres subdimensiones, existen factores de protección específicos, entre los que el investigador señala:

  • El optimismo.
  • El autoconcepto.
  • El sentido del humor.
  • La esperanza.
  • El autocontrol emocional.
  • El control de impulsos.
  • Pedir ayuda.
  • Habilidades sociales.
  • Apoyo social de tipo emocional.