El consumo de tabaco es una adicción que suele aparecer en la adolescencia, a edades tan tempranas como los trece años. Si no se previene a tiempo, los adolescentes correrán el riesgo de padecer diversas patologías y enfermedades crónicas en el futuro. Cómo evitar que tus hijos se inicien en este hábito nocivo

Según el Observatorio Español sobre Drogas, los adolescentes empiezan a consumir drogas entre los 13 y 16 años. La droga que consumen a edades más tempranas es el tabaco, seguido de alcohol y cannabis.
Además de causar múltiples cánceres, el tabaco es un factor principal en muchas patologías y enfermedades crónicas y provoca más de 8 millones de muertes anuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La doctora Raquel Jiménez, jefa de sección de Pediatría en el Hospital Niño Jesús de Madrid, ofrece, en la sección “Prevención infantil” de ‘El Bisturí’, consejos para evitar el consumo de tabaco en adolescentes.
Consumo de tabaco: riesgos para los adolescentes
- Aumenta la probabilidad de iniciar el consumo de otras drogas, como el cannabis.
- A largo plazo tendrán los mismos riesgos que los fumadores adultos: cáncer, enfermedades del corazón y enfermedades respiratorias.
- En el caso de los bebés de padres fumadores, aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante.
Prevención desde casa
- Dar ejemplo.
- Promover hábitos de vida saludables.
- Animarles a que hagan deporte.
- Enseñarles a decir que ‘NO’.
“En esta etapa adolescente es muy importante dar ejemplo a nuestros hijos. Si ven que nosotros fumamos, pensarán ¿por qué yo no puedo fumar si tú fumas? Por eso, animaría a los padres fumadores a que dejen de fumar y tengan muy claro que el hogar tiene que ser un lugar libre de humos”, subraya la doctora Jiménez.
La salud no disuade al adolescente, la estética sí
El humo del tabaco contiene más de 4.000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 son nocivas. Más de cincuenta de estas sustancias causan cáncer, según la OMS.

El consumo de tabaco es un problema de salud pública con importantes consecuencias. Sin embargo, los problemas de salud no disuaden a los jóvenes.
“Todos sabemos que fumar es malo, pero eso no llega al adolescente. Le llegan mucho más mensajes que se refieren a aspectos estéticos, económicos o deportivos”, explica la doctora.
Según la experta, para disuadir a un adolescente, en lugar de hablarle sobre los riesgos para su salud, es mucho más eficaz si centramos el mensaje en cosas más superficiales como decirles que “los dientes se te van a poner amarillos” o que “no vas a poder estar en forma porque te va a costar respirar”.
“Estos mensajes les llegan mucho más que los mensajes sobre la salud, porque a esas edades no perciben el riesgo. Por eso es importante que las campañas educativas sobre el consumo de tabaco adapten su mensaje a los adolescentes”, resalta la pediatra.
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