Tomarse las uvas como sanitario de Urgencias es prácticamente imposible, ya que la Nochevieja es un vaivén de pacientes en estos servicios hospitalarios. Los accidentes de tráfico, las intoxicaciones alimentarias o por consumo de sustancias, así como las infecciones respiratorias y los atragantamientos, se encuentran entre las consultas más frecuentes en las primeras horas del año.
«Generalmente decimos, bueno, nos dará tiempo a comer las uvas y solemos traer una comida especial para hacer en el office un poco de celebración, pero casi nunca podemos», asegura a EFE Salud Rosa Pérez, coordinadora de divulgación de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Y es que la Nochevieja en Urgencias es más concurrida que otras noches porque hay más movimiento en la calle.
Accidentes de tráfico y alcohol
Aunque cada año la Dirección General de Tráfico (DGT) nos recuerda que no hay que conducir si se han consumido bebidas alcohólicas, la gente lo sigue haciendo, con lo que los accidentes de tráfico se encuentran entre los casos que más atienden los médicos en esa jornada, generalmente debido al abuso de sustancias tóxicas, como alcohol u otras drogas.

De hecho, las intoxicaciones por el consumo de alcohol, también se encuentran entre las visitas más habituales a estos servicios hospitalarios. Cada vez los pacientes son más jóvenes, incluso menores de 16 años.
En este sentido, la médico de SEMES incide en que el acceso al alcohol es muy fácil, no solo por dónde lo puedes comprar, sino porque está también presente en la mayoría de las casas y su consumo está normalizado.
«Y luego está ese otro paciente que es el no habituado a beber tanto, que puede ser una persona más adulta que ha cenado en casa con vino, ha brindado con cava, se toma el gin-tonic y luego al segundo que se bebe, ya está intoxicado», afirma Pérez.
Otras sustancias
Al margen del alcohol, también hay pacientes intoxicados por otras drogas, sobre todo pastillas, tipo LSD, alucinógenas.
Hay casos en los que hay «antídotos» para esa intoxicación de sustancias, pero otros que no, de forma que los sanitarios tratan de mantener al paciente estable, hidratado para intentar eliminar el tóxico de su cuerpo y controlando las constantes vitales.
Y es que una intoxicación grave por sustancias puede dañar órganos como el corazón, el riñón o el cerebro.
Intoxicaciones alimentarias
Al margen del consumo de sustancias, también es muy frecuente en urgencias durante la Nochevieja los pacientes que acuden por intoxicaciones alimentarias.
A veces porque se han dejado sobras de las comilonas de días anteriores, como la Nochebuena, para consumir la noche del 31, sin pensar que han pasado ya muchos días y que no siempre pueden aguantar tanto tiempo en la nevera.
«Muchas veces la manipulación de los alimentos no es correcta y nos podemos intoxicar, sobre todo por la manipulación de las sobras, se deben congelar el mismo el mismo día del cocinado si sobran», incide Pérez.

Alimentos como el marisco no aguantan más de 48 horas en la nevera.
«Luego, claro, los alimentos que quedan en la mesa, las sobremesas, son muy largas, con lo que ese alimento a lo mejor ha cogido una temperatura no adecuada porque estamos en casa con temperaturas altas y quizá ese marisco no aguanta», añade la experta, quien indica también otros alimentos como salsas, tipo mahonesa.
Infecciones respiratorias
Y en plena epidemia de la gripe, entre las causas por las que más pacientes acudirán a los servicios de urgencias en Nochevieja se encuentran las infecciones respiratorias.
«Como estamos en contexto de epidemia vamos a ver mucha infección respiratoria de todo tipo, gripes, neumonías y bronquitis, catarros de vías altas y covid, entre otras», subraya Pérez.
Y en esa primera madrugada del año es bastante común que acudan a urgencias pacientes crónicos descompensados, sobre todo las personas mayores, porque las fiestas les hacen salir de sus rutinas y tienden a comer y beber más, y a dormir menos.
«Las rutinas son muy importantes en enfermos crónicos y cuando se les rompe muchas veces también hay problemas», explica Pérez, quien recuerda que éstos también son más vulnerables a las infecciones respiratorias, con lo que recomienda mascarilla para evitar contagios.
La experta de SEMES incide en que a estas personas no hay que insistirles en que coman o beben más de lo que lo hacen.
«Si come poco, dejarle que coma poco, no insistir en que coma tres platos y cinco postres con tres botellas de cava diferentes», abunda.
Cuidado con las uvas
Al margen de todo esto, y entre las causas que más ven en Nochevieja los médicos de urgencias, se encuentran los atragantamientos por las uvas pero, en este caso, son visitas extrahospitalarias, es decir, se atiende en el lugar del suceso, con una ambulancia.
«En el hospital el atragantamiento va a llegar o ya resuelto o fallecido, no te puede llegar de otra manera, porque no hay tiempo. El atragantamiento realmente es una urgencia vital», subraya Pérez.
Sobre ello, la experta aconseja que es mejor escoger uvas pequeñas para las doce campanadas, y a ser posible, en casa, quitarles la piel y las pepitas, para que la uva esté más blanda.

Hay que tener especial cuidado con las personas mayores, porque tienen la función de deglución más deteriorada, y con los menores de cuatro años, para quienes están desaconsejadas las uvas, porque se pueden atragantar más fácilmente.
Pérez recuerda la importancia de conocer la maniobra de heimlinch, que «es muy sencilla».
«Es poner el puño debajo de donde acaba el esternón, poner la otra mano cubriendo el puño, ponerse detrás de la persona y apretar hacia dentro y hacia arriba durante tres veces seguidas. Nunca golpear la espalda. Si tose, animarle a toser, pero si deja de toser y no puede hablar, no golpearle la espalda porque la uva puede bajar un poquito más», explica la coordinadora de divulgación de SEMES.
Y llamar «inmediatamente» al 112, porque si no es efectiva la maniobra, tal vez hay que iniciar una RCP, que indicará los servicios de emergencias.



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