El 96% de los pacientes de hepatitis C que reciben los nuevos antivirales se cura. ¿Es posible hablar de erradicación de esta enfermedad a nivel mundial? El principal problema para llevarlo a cabo es el infradiagnóstico. Otro reto actual, conseguir que las madres no transmitan el virus a sus fetos

La hepatitis C y los tratamientos que en los últimos meses se han aprobado han provocado que sea una de las enfermedades más comentadas en los últimos tiempos. Y es que, estos medicamentos han marcado un hito en la historia de la medicina del siglo XXI.
Según los resultados del estudio GEHEP-MONO, presentado durante el I Congreso Nacional del Grupo de estudio de Hepatitis (GEHEP) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el 96% de los pacientes de hepatitis C tratados con los nuevos antivirales se cura.
Así lo afirma el doctor Juan Antonio Pineda, perteneciente al Grupo de Hepatitis de la SEIMC y que participó en el congreso. Según este experto, tanto profesionales como enfermos juegan ahora en un “escenario distinto”, en el que es posible abordar a pacientes “con tratamientos de entre ocho y doce semanas sin apenas efectos secundarios”.
Pese a que, tal como apunta el especialista, los datos son poco precisos debido a las personas sin diagnosticar, “las estimaciones dicen que hay 450.000 pacientes infectados por el virus en España”.
Datos, que pueden reducirse e incluso desaparecer aunque no sea una realidad al alcance de la mano a corto plazo. El doctor explica que se trata “de una enfermedad erradicable porque su único reservorio es el ser humano, por lo que si se curan todas las personas que tienen la enfermedad, ésta desaparece”.
El problema reside, por un lado, en el coste de los medicamentos, y por otro en el infradiagnóstico que existe al respecto. Para poner solución, habría que “identificar a todos los pacientes infectados, para lo que hay que ir a la población de más riesgo y como último paso realizar análisis a toda la población para detectar pacientes”. Tarea que se complica si hablamos de países en vías de desarrollo, por lo que harán falta “25 o 30 años”.
Según el experto, en 2040 podríamos llegar a la erradicación de la hepatitis C. Antes podría desaparecer en algunos países desarrollados, pero no en todo el mundo.
Hasta un 20% de riesgo en el contagio entre madre y feto
Según la Sociedad Española de Enfermedades Infeccionas y Microbiología Clínica (SEIMC), un 1% de mujeres embarazadas tienen infección crónica por hepatitis C. El riesgo de transmitirla a sus bebés varía según el estudio, pero va desde un 4 hasta un 20%, según la sociedad.
En concreto, la probabilidad media está en torno al 4%, pudiendo duplicarse si la madre tiene cargas virales elevadas en sangre. El 20% de riesgo se da cuando la portadora está además coinfectada por el virus VIH.

¿Por qué sucede esto? El doctor Pineda explica que cuando tiene lugar una coinfección por VIH, “el riesgo de transmisión aumenta en general debido a que la cantidad de virus que tiene en la sangre el paciente infectado por VIH tiene una carga viral mayor, pues el sistema inmune está debilitado y contiene menos al virus de la hepatitis C siendo por tanto la transmisibilidad mayor”.
La amniocentesis y el parto son los momentos de mayor riesgo para el contagio. Por ello, es importante extremar precauciones. No está demostrado que optar por la cesárea dismnuya el riesgo de contagio. Tampoco se pueden tratar embarazadas con los tratamientos disponibles porque se desconocen posibles consecuencias.
Ante este panorama, el especialista explica que “actualmente, cualquier paciente que quiera quedarse embarazada debería tratarse la hepatitis C y a partir de ahí no existiría riesgo de contagio para le feto” a la espera de poder llevar a cabo lo mismo que con el VIH, pues como el experto señala “con el VIH hemos conseguido tratar a las pacientes embarazadas con el tratamiento antirretroviral, negativizando la carga viral”.
La hepatitis C se hace crónica entre un 70 y 80% de los casos
Aunque se saben algunos factores, no se conocen con exactitud todos los factores que influyen en la cronicidad de esta enfermedad. Lo cierto es que, el aclaramiento espontáneo, “que consiste en que una persona que contiene el virus y sin necesidad de tratamiento, desaparece”, es más frecuente en recién nacidos, señala el doctor.
Otro factor es el genético bajo “el genoma interleuquina-28B, que marca de alguna forma la respuesta inmune del sujeto hacia el virus de la hepatitis C. El que tiene un determinado genotipo, tiene muchas más posibilidades de que se aclare la infección”.
Aún así, estas reglas no se cumplen siempre. Lo mejor será luchar contra el infradiagnóstico y seguir contando con medicamentos efectivos para poder decir, aunque sea en 2040, adiós para siempre a esta enfermedad.
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