Contra el alzhéimer se aconseja mucho zapato, es decir ejercicio físico, y cero tabaco, porque hay modelos de vida saludable que ayudan en la prevención de esta enfermedad neurodegenerativa. O dicho de otra manera, hay factores modificables sobre los que se puede actuar y entre ellos están y con un peso importantísimo el sedentarismo y el tabaquismo

Le siguen el bajo nivel educativo, la depresión, la hipertensión, la obesidad y la diabetes mellitus.
“Juntando todos estos factores se ha estimado que un 30 % de los casos de alzhéimer se pueden prevenir actuando sobre ellos”.
Así lo afirma la neuróloga Carmen Terrón, coordinadora de la Unidad de Deterioro Cognitivo y Demencia, integrada en el Servicio de Neurología del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid, con ocasión de una jornada informativa titulada “¿Qué hay que saber sobre la demencia y la enfermedad de Alzheimer?”.
Esos datos están referidos a Europa, pero en el mundo, y de acuerdo a los estudios y estimaciones mencionados por Terrón, es el nivel educativo bajo el que más peso tiene, seguido del tabaquismo y luego ya sí el sedentarismo, la depresión, la hipertensión, la diabetes y la obesidad.
Refiere Terrón que los problemas de esta dolencia empiezan a desarrollarse “hasta 15 y 25 años antes de que comiencen los síntomas y de ahí la importancia de la prevención”.
Por supuesto, el factor principal de riesgo es la edad y no es un factor modificable. Luego están también los genéticos.
Demencia y alzhéimer
Pero para hablar de esta enfermedad, que hoy padecen 45 millones de personas en el mundo y para 2050 se estima serán 130 millones, conviene distinguir primero entre deterioro cognitivo, demencia y alzhéimer.
El deterioro cognitivo es la disminución de las capacidades cognitivas: atención, memoria, lenguaje…
El origen puede ser muy diverso: una enfermedad neurodegenerativa como el alzhéimer, una infección en el cerebro, una encefalitis, un ictus…
La demencia es el deterioro cognitivo que tiene un grado tal que hace que una persona pierda su autonomía y precise de supervisión y ayuda para hacer tareas diarias como desayunar o salir a pasear.
La causa más frecuente de la demencia es la enfermedad de Alzheimer, pero tampoco es la única y el origen de la demencia no es el envejecimiento.
Evidentemente, señala la neuróloga, conforme avanza la edad es más probable tener alzhéimer, “pero no todo el deterioro cognitivo es una demencia, pero si toda demencia conlleva un deterioro cognitivo”.
“Hay personas con problemas de deterioro cognitivo leve (memoria, atención..), pero eso no supone una pérdida de autonomía. Y es esa fase en la que hay que trabajar mucho para intentar que no empeore”.
Alzhéimer, la más habitual
El alzhéimer es la demencia degenerativa primaria más habitual y tiene un curso progresivo.
Y esto es importante, según la facultativa, “porque no tenemos ningún tratamiento que evite ese curso progresivo de la dolencia”.
En los cerebros de personas afectas de demencia por enfermedad de Alzheimer se han identificado depósitos anormales de dos proteínas: la beta-amiloide y la tau.
Estas dos proteínas dañan los circuitos neuronales y finalmente la propia neurona, y se produce entonces una pérdida de volumen en el cerebro.
Resulta ilustrativo saber que en un centímetro cúbico de cerebro hay 27.000 neuronas y hay mil millones de circuitos neuronales o sinapsis.
Convivir con la demencia ajena
En estas jornadas del Hospital de Nuestra Señora el Rosario, el neuropsicólogo Rubén Sebastián se ha detenido en las herramientas que se pueden utilizar para favorecer el funcionamiento cognitivo del cerebro, como son la estimulación cognitiva, el ejercicio físico y las relaciones sociales o actividades
Pero antes que nada, ha destacado la importancia de revisar la audición y la visión que se pierde con la edad:
“Se tiende a ser poco consciente de ello y de la importancia que tiene para evitar la progresión del deterioro cognitivo”.
Estimulación cognitiva
Su objetivo no es recuperar, porque no se puede recuperar nada, pero sí puede ser útil para tratar de ralentizar la progresión con tareas en casa.
Para ello Sebastián recomienda, para empezar, la elección de una actividad adecuada a su nivel, capaz de hacer la persona con alzhéimer “y si se frustra y se pone nervioso, la culpa es nuestra”.
Tampoco se debe hacer notar cada fallo, no va a llevar a nada; es mejor pasarlo por alto, y es interesante buscar un material adecuado a su edad.
“No resulta apropiado, por ejemplo, tener a una persona mayor buscando a Bob esponja en un teléfono”.
Hay que adaptar los materiales en función del estilo de vida, del nivel intelectual, “y es importante terminar con algo que le guste, con lo que se sienta competente y satisfecho.
“Porque probablemente no recuerde que ha hecho, cual era el objetivo de la tarea, pero si las emociones asociadas, ya que éstas se mantienen durante mucho más tiempo”.
Si termina una actividad con algo que le ha salido mal y se siente frustrado, seguramente no querrá hacerla al día siguiente.
Ejercicio físico
En cuanto a la importancia del ejercicio físico, Sebastián recordó que a los familiares les da miedo que el afectado salga solo a pasear por la calle por si se pierde o desorienta.
Si se les puede acompañar “será perfecto, porque además se puede ir conversando”.
Si no es factible, el neuropsicólogo apunta otras soluciones como el uso de geolocalizadores en los relojes o en los móviles.
Estas aplicaciones sirven para saber donde está el familiar en cualquier momento, donde se queda parado o donde se desvía de la ruta.
También está el recurso de las bicicletas estáticas en casa para hacer ejercicio físico, al tiempo que se pueden realizar algunas tareas cognitivas fáciles .
Relaciones Sociales
Sobre las relaciones sociales, el especialista hace hincapié en la importancia de evitar el aislamiento y participar en actividades con otras personas porque favorecen el funcionamiento cognitivo.
Estas actividades pueden ser ir al gimnasio, a clase de pintura, de baile; jugar a las cartas o el dominó con amigos; quedar a desayunar; ir a un club social o deportivo; acudir en visitas grupales a museos.
Las rutinas son importantes y cada actividad cotidiana puede ayudar a que mantenga la autonomía y para ello hay que proporcionarle la mínima ayuda indispensable para que la persona lo pueda hacer sola.
Existe una gran cantidad de materiales para estimulación cognitiva que se encuentran en internet y hay que buscar la que más encaja (www.lumosity.com; www.unobrain.com; http://www.imentia.com; www.cognifit.com/es; www.memorado.es; www.madridsalud.es/interactivos-entrenamiento-de-memoria;www.memo-juegos.com/juegos-de-memoria-online/personas-mayores).
Otros consejos
Algunos de los consejos propuestos por el neuropsicólogo Sebastián se pueden ver en estas fichas de su autoría:
Debe estar conectado para enviar un comentario.