Rafael sufrió una angina de pecho. Acudió a las urgencias del hospital donde le realizaron un electrocardiograma y le diagnosticaron un Síndrome Coronario Agudo. En el laboratorio de hemodinámica le han hecho un cateterismo en el que le han detectado una obstrucción en la arteria coronaria derecha. Para solucionarlo, el doctor Carlos Macaya y su equipo le han practicado una angioplastia con implantación de un stent
Angioplastia con el doctor Carlos Macaya
Rafael tiene 69 años. Era fumador, lo dejó hace tiempo. Es hipertenso. Se encontraba perfectamente hasta que una mañana estaba en el cementerio de la Almudena visitando el panteón de su madre y comenzó a sentirse mal.
Sufrió una angina, es decir, un fuerte dolor en el pecho provocado de forma habitual por una obstrucción parcial en las arterias coronarias. Se produce cuando el corazón tiene que hacer un gran esfuerzo y es incapaz, y suele ir precedida de una alteración física o emocional.
Con este síntoma, Rafael acudió al Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Tenía una gran molestia en el pecho.

En Urgencias le practicaron un electrocardiograma (un examen para comprobar la actividad del corazón) donde se reflejaba la presencia de isquemia, es decir, de una disminución sensible de riego en este músculo. Tras esta prueba, los especialistas diagnosticaron a Rafael un Síndrome Coronario Agudo.
El doctor Carlos Macaya Miguel, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, explica a EFEsalud la situación del paciente y cuál es la razón por la que le han realizado un cateterismo tras los resultados del electrocardiograma.
Mirando al corazón
Rafael se sometió a un cateterismo o coronariografía. “Se trata de una intervención para visualizar las arterias coronarias”, explica el cardiólogo Macaya.
El procedimiento consiste en introducir un catéter (un tubo) por la arteria de la muñeca (lo que se denomina vía radial) o por la ingle (vía femoral) hasta llegar al corazón. Pero de igual modo que los trenes no pueden funcionar sin raíl, en este caso los catéteres no son capaces de andar sin una guía que vaya por delante.
Entonces, ¿cómo se introduce el catéter?
- Se pincha la arteria y se coloca el introductor radial (ya que en este caso se realiza por la muñeca). Se introduce la guía que “puede ser metálica o de plástico y su extremo distal es muy blando y en forma de “J”, por lo que se dobla y no existe peligro de que perfore ningún vaso”, nos detalla Carlos Macaya.
- Una vez que ha pasado la guía por la arteria, ahora le toca su turno al catéter: un tubo que avanza con esa guía en su interior hasta llegar a la zona dañada. Una vez allí se retira la guía y se queda el catéter solo, a través del cual se inyectarán los contrastes para visualizar las arterias.
- Para la salida no es necesaria la guía, a diferencia de la entrada en la que es imprescindible.

El cateterismo puede ser diagnóstico (para poner nombre a una enfermedad), o terapéutico (para resolver el problema).
A Rafael le han realizado un cateterismo diagnóstico por la vía radial derecha. Según el doctor Carlos Macaya, “se ha puncionado la arteria radial y se ha introducido un tubo de plástico (el catéter) hasta la coronaria que es donde se ha inyectado contraste para dar luz a las arterias coronarias”.
“Cuando se habla de contraste nos referimos a una solución de yodo que se utiliza para poder ver, en este caso, las arterias del corazón.”
Ese contraste al que se refiere el doctor Macaya en esta angioplastia, es una sustancia de yodo que sirve para ver el interior de las arterias y cavidades del corazón. Sin este contraste, esas arterias no se ven porque la sangre es transparente para los rayos X, por lo que al inyectar esta solución yodada se puede ver perfectamente con la radiografía.

Para poneros un ejemplo visual que entendáis: imaginaros un bolígrafo transparente a una cierta distancia: ¿sabemos si se ha acabado la tinta o es que directamente no tiene cartucho? Sólo vemos la transparencia. Pero si introducimos la tinta, entonces sabremos si el cartucho está, si hay una burbuja de aire en el tubo o si existe algo que obstruye el paso de ese líquido. Lo mismo ocurre con las arterias en una angioplastia al inyectar el contraste de yodo.
En la coronariografía, los especialistas han visto que la arteria coronaria derecha tiene una obstrucción. Hay un punto en el que se ve claramente cómo solo hay un fino hilo de sangre. Una estrechez que se ha producido por las placas de aterosclerosis (un trastorno que consiste en el endurecimiento de las arterias).
Una obstrucción que fue lo que le provocó a Rafael la angina de pecho y esos cambios que se detectaron en el electrocardiograma cuando llegó a Urgencias.
El siguiente paso, tratar esa zona de estrecheces para solucionar el problema del paciente. Con el cateterismo diagnóstico se ha identificado el problema (la obstrucción coronaria) y ahora se va a tratar con la llamada Angioplastia coronaria.
Hola STENT, adiós obstrucción
Entramos en el quirófano con el doctor Carlos Macaya y su equipo.
Con una guía por delante, se introduce el catéter con un balón en el extremo hasta llegar a la zona de la arteria obstruida. Se hace una prueba con contraste (esa solución de yodo) para comprobar que el globo está bien ubicado.

La función de este balón es dilatar la arteria ocluida, ejercer presión contra la pared interna de la arteria y permitir así de nuevo el flujo sanguíneo correcto. La zona de la arteria que estaba tan crítica ha mejorado y la obstrucción ha desaparecido casi por completo.
El balón es una especie de goma de plástico, un globo que se hincha (como se infla un globo de toda la vida) con suero y a una determinada presión. Con este globo inflado se consigue abrir el vaso dañado para después introducir el Stent.
Pero para terminar de optimizar el resultado, acabar con todas las irregularidades y mantener la arteria abierta se implanta un stent.
El stent es un muelle, una pequeña malla metálica que se introduce para resolver el problema de la obstrucción coronaria por completo, para reparar la zona dañada. En este caso sus medidas son 28 mm de longitud y 3,5 mm de diámetro, algo mayor que el balón que se ha utilizado.

Esta malla metálica está empezando a ser sustituida por un dispositivo con un material que se reabsorbe en el organismo y desaparece: es el dispositivo coronario reabsorbible. Tal y como asegura el doctor Carlos Macaya, es una alternativa al stent y cuenta con unas ventajas:
- No va a quedar de por vida en la arteria coronaria.
- El paciente no va a necesitar un tratamiento tan prolongado de medicamentos antitrombosis.
“Un dispositivo que ya se ha iniciado en varios hospitales y va a estar al alcance de todos los pacientes”.
Una vez que se tiene la certeza de que el stent cubre la parte enferma de la arteria, se infla el globo y se expande esa malla metálica para cubrir todas las irregularidades.
Para comprobar el éxito de su implantación, se vuelve a inyectar contraste. La lesión se ha reconstruido después de colocar la malla metálica.
“La implantación del stent garantiza una luz excelente y con esto ya no va a tener problemas de obstrucción de la sangre del músculo del corazón a través de esa arteria coronaria”.
Esa “luz” de la que habla el doctor Carlos Macaya es ni más ni menos que el interior de las arterias. Pero no solamente se habla de luz para referirse al interior de las arterias, también luz es el espacio interior de una tubería, por ejemplo.



STOP al infarto
Una vez que Rafael salga del Hospital va a tener que seguir un tratamiento para evitar que se formen coágulos en ese cuerpo extraño que le han implantado en la arteria coronaria, “aspirina y un fármaco tipo clopidogrel durante unos meses hasta que el organismo incorpore ese cuerpo ajeno recubriéndolo de células y así ya no se formen coágulos”, explica el doctor Carlos Macaya.
Rafael se encuentra bien después de la intervención, aunque nos cuenta que siente “un poco de calor en las piernas y en la mano”.

A pesar de que él mismo nos asegura que pensó que se “quedaba en el panteón de La Almudena con mi familia”, esta Angioplastia coronaria le ha salvado de un posible infarto.
El infarto es junto a la angina la causa más común de dolor agudo en el pecho, pero mientras que en la angina normalmente las arterias están obstruidas de forma parcial (tal y como hemos comprobado en el caso de Rafael), en el infarto de miocardio la obstrucción suele ser total.
Podríamos decir que el infarto de miocardio es un paso más allá que la angina de pecho, y gracias a esta rápida y sencilla intervención que ha llevado a cabo el cardiólogo Carlos Macaya, se ha evitado esa posible obstrucción total de las arterias.
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