El número de personas diagnosticadas con trastornos del espectro autista (TEA) ha aumentado en los últimos años. La prevalencia es mayor en hombres que en mujeres, pero, además, en el caso de las mujeres existen barreras que dificultan y retrasan el diagnóstico. 2 de abril, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

Las niñas con TEA pasan inadvertidas y tardan más en acceder a un diagnóstico
Portada de El sorprendente mundo de Puzzlita. Imagen cedida

Los últimos datos disponibles sobre la prevalencia de los TEA en España son de 2019. En ese año, el estudio sociodemográfico desarrollado por la Confederación Autismo España contabilizó 2.116 personas con TEA. De ellas, 1.723 eran hombres (81,43 %) y 392 mujeres (18,53 %).

Los TEA se manifiestan durante la infancia, normalmente en los primeros 5 años de vida. Un diagnóstico precoz es clave para acceder cuanto antes a una atención especializada, que resulta esencial para favorecer el desarrollo y la calidad de vida de los niños y niñas con autismo.

Dificultades para diagnosticar a las niñas con TEA

En el caso de las niñas, existen barreras que dificultan y retrasan el diagnóstico.

Las mujeres con TEA pasan inadvertidas y son mucho más frecuentes las valoraciones erróneas, catalogadas como trastornos de ansiedad, alimentación, alteraciones del estado de ánimo, etc.

En algunas ocasiones, por esta dificultad en la detección, se pierde un periodo de intervención muy importante en el que trabajar y ofrecer herramientas a las niñas.

niñas con TEA
Clara Muñoz Rey-Stolle, autora del cuento "El sorprendente mundo de Puzzlita". Fotografía cedida.

Según Clara Muñoz Rey-Stolle, maestra de educación especial y psicopedagoga especialista en la intervención en personas con TEA, “es necesario dar a conocer y mostrar a la sociedad que las niñas pueden presentar TEA, que es indispensable una detección temprana para favorecer su calidad de vida y que necesitan un apoyo específico y especializado que les de estrategias para comprender y gestionar el mundo social y emocional”.

Por este motivo, Clara Muñoz ha apostado por visibilizar a las niñas con TEA en su cuento El sorprendente mundo de Puzzlita.

“A diferencia de los niños, las niñas con TEA de alto funcionamiento lo enmascaran más e imitan mejor las características de su entorno. Entienden que tienen que seguir unos patrones que marca la sociedad, y muchas veces eso hace que se vean como niñas más tímidas o inseguras”, apunta.

Necesidades, pero también capacidades especiales

En este cuento didáctico que ha creado junto a Alberto Moreno Gala, encargado de las ilustraciones, Clara Muñoz explica las características de los niños y niñas con autismo desde un enfoque positivo y claro:

“Cada vez es más común ver en los recreos niños aleteando, repitiendo frases o mirando cómo cae la arena… Estas conductas están más normalizadas pero muchas veces se desconoce el porqué lo hacen”, expone.

En lugar de poner el foco en las necesidades de los niños y niñas con TEA, considera importante visibilizar sus capacidades:

“He querido explicar con un lenguaje sencillo el motivo de estos hábitos, pero también otros muchos que pasan inadvertidos y que deberían destacarse incluso mucho más: tienen una  capacidad visual y una memoria muy buena, son capaces de memorizar cosas cosas como el calendario, los cumpleaños…”.

En muchos casos, los niños y niñas con TEA tienen “islotes de capacidad” que están relacionados con sus intereses restringidos:

“Un niño o niña al que le guste mucho la geografía sabrá todos los países, las capitales... Y lo mismo ocurre con los planetas, los animales, etc.  Suelen tener un interés en algo, y sobre ese algo son muy expertos”.

Los niños y niñas con TEA necesitan apoyo curricular y emocional

Aunque la prevalencia del autismo en los centros educativos es cada vez mayor, existen todavía muchas dificultades en los colegios para trabajar con niños y niñas con TEA:

“Es verdad que cada vez más hay aulas TEA en los colegios, pero hay muchos niños y niñas que no están en esas aulas porque son de alto funcionamiento y se sienten perdidos porque, aunque reciben apoyo, no es un apoyo específico”.

Clara Muñoz señala que en la mayoría de los casos este apoyo se limita al ámbito curricular, y no se trabaja el ámbito emocional y la interacción social, algo particularmente relevante si se tiene en cuenta que en muchos casos, los niños y niñas con TEA sufren acoso:

“Por lo general, son muy ingenuos y no entienden los dobles sentidos, algunas normas sociales… De hecho, muchas veces ni siquiera son conscientes de que están siendo acosados”.

Por ello, considera que el conocimiento y la compresión son las claves de la inclusión. Apuesta por visibilizar la parte positiva del autismo, precisamente en un momento en el que estos niños y niñas se enfrentan a nuevas dificultades a raíz de la pandemia.

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