El consumo de bebidas energéticas se ha convertido en una práctica habitual, sobre todo entre los más jóvenes, que las toman incluso para paliar los efectos del alcohol. Los médicos advierten de que, a pesar de que estas bebidas no son perjudiciales en sí mismas, el consumidor ha de tener mucho cuidado si padece problemas de arritmia o hipertensión

Bebidas energéticas, con precaución
EFE/Alanah Torralba
  • 24 de octubre, 2012
  • MADRID/EFE/REBECA RUIZ

La polémica ha saltado en Estados Unidos por la muerte de algunas personas en los últimos años tras beber este tipo de refresco, con un componente importante de cafeína. Pero el consumo también se ha convertido en una moda entre los jóvenes españoles.

Aquellos que toman estas bebidas para disminuir las consecuencias del alcohol están muy equivocados. “Es una mezcla explosiva, se consigue potenciar todos sus efectos. Y el riesgo de sufrir una arritmia se intensifica aún más”, asegura la jefa del Servicio de Cardiología del Centro de Medicina Deportiva del Consejo Superior de Deportes, Araceli Boraíta.

La doctora afirma que “si tienes una cardiopatía de base, el riesgo de que se produzca una arritmia es mucho más alto”. Pero no únicamente la cardiopatía, la diabetes, enfermedades metabólicas, la hipertensión o el hipertiroidismo son patologías que intensifican el riesgo si el consumidor las sufre. “Si superas la dosis recomendada y encima lo unes a una cardiopatía de base, entonces existe un grave riesgo”, apunta.

Isotónicas y energéticas

Bebida energética no es lo mismo que bebida isotónica. Ésta última puede ser de gran ayuda para reponer líquidos del cuerpo.“No llevan suplementos vitamínicos, ni energéticos y compensan la pérdida de agua durante la práctica de deporte, la diarrea o los vómitos”, asegura la doctora especialista en medicina del deporte.

Las bebidas isotónicas no generan ningún efecto indeseable en el organismo, a no ser que bebas una cantidad ingente. Sin embargo, las bebidas energéticas (Red Bull, Monster o Burn, entre otras) “tienen en su composición sustancias que aumentan la vitalidad: los estimulantes”, señala la cardióloga.

La responsable de comunicación de la Asociación de Refrescos, ANFABRA, Genoveva Sánchez, destaca la importancia de recalcar la diferencia entre estos dos tipos de bebida. Aclara que “el público y las situaciones a las que van dirigidas estas bebidas son muy distintas: las bebidas energéticas están destinadas a una población adulta.

Sánchez asegura que un envase de 250 mililitros de una bebida energética contiene aproximadamente la misma cantidad de cafeína que una taza de café y explica que en el etiquetado incluyen las advertencias de consumir de forma moderada y de precaución para embarazadas y niños dado el contenido en cafeína.

Las bebidas energéticas no están prohibidas ya que en sí mismas no son perjudiciales, todo depende de su consumo moderado y si existe de base una patología. “Ahí es donde hay que tener más cuidado y ser muy estricto en las dosis recomendadas”, advierte la jefa del servicio de medicina del deporte del Consejo General de Deportes.