Referente en el mundo de la estética, en las manos de Carmen Navarro se confían desde la princesa Letizia a Mario Vaquerizo. Después de 40 años de experiencia, atesora todo un listado de consejos de belleza que comparte con el público en su libro “Belleza inteligente”. Ser feliz es lo principal para estar bella, pero no es suficiente

Belleza inteligente
Portada del libro “Belleza inteligente”. Cedida por Ediciones Martínez Roca.
  • 21 de enero, 2013
  • MADRID/EFE/MARIOLA AGUJETAS

“Las españolas comienzan a cuidarse. No como las francesas, donde las madres llevan a sus niñas de 18 años al centro de belleza, pero ya comienzan a hacerlo. El tema de la belleza era un tabú y gracias a la prensa, hemos ido enseñando a las personas cómo hay que cuidarse”, asegura Carmen Navarro,  quien ha tenido que ir deshaciendo prejuicios en su dilatada carrera.

La imagen es fundamental para ella, pero siempre dejando actuar a la lógica: “Debemos cuidarnos sin que nos suponga un sacrificio enorme que llegue al histerismo”.

Hay que envejecer dignamente. Sabernos cuidar; eso es la belleza inteligente”, afirma Navarro.

Ella lo tuvo claro muy pronto. En París comenzó a desarrollar su interés por el mundo de la belleza. Cursó estudios de Reflexoterapia, Shiatsu, Digitopuntura, Técnicas de Relajación, Control Mental, Sofrología, Rolfin y lo más importante, la meditación como vía para mantener la salud física y mental.

Se diplomó en Quiropraxia en Estados Unidos y siguió conociendo mundo.

La India, Nepal, Tíbet, Indonesia, Egipto, México, toda Sudamérica, Nueva York, París, Suecia, Noruega, Hungría, Reino Unido, Alemania, Suiza, Austria, Italia, Eslovaquia en todas ellas ha exprimido conceptos y vivencias que ha hecho válidos en su profesión.

“Es la mejor manera de aprender. Me acerqué mucho a las técnicas orientales. Cuando la gente viene tensa, por un problema, si yo no le relajaba no servía de nada. Yoga, reflexoterapia, shiatsu y luego me fui a oriente y me puse en contacto con maestros de los que aprendí mucho”, afirma Navarro.

“Belleza inteligente”

Consejos para ser una estrella a tu alcance es el subtítulo de este libro editado por Martínez Roca. En él encontramos, ordenados por franjas de edad, consejos para nuestro punto débil, la piel; las tendencias e innovaciones en el mundo de las cremas; la medicina estética, nuestros primeros pasos en la nutricosmética o los tratamientos de lujo; los mejores trucos para hacer frente al sol, aunque sea en invierno; o la cosmética exprés.

El papel de la salud en la belleza es crucial. “La mente es la clave de todo. Si estamos mal psicológicamente se nos va a notar en la piel. Nuestra piel es el espejo del alma. Todo influye en ella”, asegura la esteticista.

“La salud siempre es el límite. Hacemos cuidadosamente los diagnósticos para aplicar los tratamientos adecuados a cada caso y edad. Cuando viene la clienta, tenemos que saber exactamente qué necesita esa persona, tenemos que descubrirlo. En ello estoy, 40 años llevo”, señala Carmen Navarro.

Vitamina C y flash

Limpieza y protección son el “abc” del cuidado de la piel. “Higiene facial, todas noches antes de ir a la cama; una limpiadora y una crema adecuada, dentro de las posibilidades de cada persona. Por la mañana hidratar y proteger del sol. La vitamina D es necesaria pero el sol no debe darnos en la cara. Y no sólo el sol. Los rayos también son perjudiciales en un día nublado”,   asegura Navarro, quien aboga porque este paso se convierta en un hábito, “como lavarse los dientes”.

El clima en el que vivimos actúa sobre nuestra piel de manera distinta al igual que la estación del año en la que nos encontramos. “En invierno hay que hidratar mucho la piel y protegerla del frío, de los cambios de temperatura con pantalla. Una zona muy húmeda y con sol todo el año requiere productos ligeros y utilizar el mejor antioxidante que existe: la vitamina C. Recomiendo la vitamina C en suero, por ejemplo, el Ce Ferulic de Skinceuticals. Tiene el 15% de concentración de vitamina C, sólo necesitas cuatro gotitas para toda la cara”,  aconseja.

A veces las prisas, o los momentos especiales requieren un plus de cuidado para lucir como nunca.

“Generalmente les pido que vengan un primer día para preparar la piel y luego hacemos un tratamiento tipo flash; “Luz de juventud” lo llamamos. Utilizamos radiofrecuencia que regenera el tejido, es utilizado también por fisioterapeutas y naturópatas. Trabaja a dos niveles: las arrugas a nivel superficial y a nivel profundo reafirmando. Acabamos con el Remodeling face, otro de nuestros clásicos con microcorrientes. Quedan las pieles preciosas”, explica la esteticista.

Nutricosmética

La mayoría utiliza los cosméticos de manera externa pero, desde hace años, la tendencia es ayudar al cuerpo también desde dentro mediante componentes naturales. El estrés tampoco ayuda, es el peor enemigo que tenemos para asimilar los nutrientes y nuestros hábitos alimentarios no suelen ser los más adecuados para una dieta sana cien por cien.

“Creo muchísimo en ella. Tomo mucha nutricosmética desde hace años. Si los alimentos viniesen ricos en todas las vitaminas y no estuvieran tratados con químicos no necesitaríamos ayuda. Es muy común el colágeno, el ácido hialurónico”, afirma.

“Estos días de trabajo intenso me he notado cansada y con síntomas de constipado. Para ello me tomo el InmunAge, no es más que papaya concentrada. Es difícil que a diario tomemos todas la vitaminas y oligoelementos. Esto me ayuda a estar en forma, a los años que tengo, y aguantar toda esta movida que tengo alrededor”, asegura Navarro.

Los hombres reivindican su derecho a cuidarse

Ellos también tienen su espacio: “Ya van entrando, poco a poco. Fui pionera y creé un centro para ellos aunque luego incorporé a ellas porque a los hombres les costaba entrar motu propio. Al principio decían: ´es que me ha dicho mi mujer…´, ahora hemos conseguido que nos pidan cita sin poner excusas… es muy divertido”, comenta Carmen Navarro.

“Los hombres demandan, sobre todo, tratamientos con las manos, no quieren máquinas; las bolsas de los ojos , por el cansancio y el estrés, los puntos negros; la papada: muchas barbas son papadas encubiertas”, asegura la esteticista desde su experiencia.

Remedios caseros

No son tiempos sencillos para la mayoría y a veces el cuidado de nuestra belleza es lo primero en nuestro listado de recortes.

“No sólo aconsejo en el libro que vengan a un centro de belleza. Podemos conseguir resultados magníficos en casa. Hay que buscar nuestro tiempo y nuestro espacio, aislarnos y ponernos velas en la bañera… Si no se pueden ocupar de nosotros, debemos cuidarnos nosotros mismos”, aconseja.

“Depende del tipo de piel pero una mascarilla casera con clara a punto de nieve para reafirmar o con yema y limón es muy efectiva. Pepino en los ojos o bolsas de manzanilla enfriadas en el congelador, son trucos al alcance de todos”.