Fomentar la información veraz en un colectivo vulnerable como el de los mayores es imprescindible, pero aún más en pandemia y con la campaña de vacunación en marcha sujeta al envite de teorías negacionistas. Por esta razón, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la Asociación de Innovadores en eSalud (AIES) y el Instituto #SaludsinBulos han firmado un convenio para luchar contra los bulos en salud e impulsar la salud digital

Los especialistas en geriatría se unen a la lucha contra los bulos de salud

Favorecer la información rigurosa en salud, desmentir bulos y promover la educación en tecnología de pacientes y profesionales son algunos de los objetivos del convenio firmado entre la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la Asociación de Innovadores en eSalud (AIES) y el Instituto #SaludsinBulos.

Estas organizaciones se comprometen también a colaborar en actividades destinadas a desmentir bulos en geriatría y gerontología y a favorecer la información veraz en salud en todos los ámbitos.

Consideran que la lucha contra la desinformación en salud debe apoyarse en la creación o implantación de tecnologías y soluciones digitales.

Los mayores comparten más bulos

De acuerdo con Carlos Mateos, coordinador de #SaludsinBulos, “diferentes estudios aseguran que los mayores comparten hasta siete veces más noticias falsas”.

“Por ello, desde #SaludsinBulos colaboramos en el programa internacional No Rumour Health para educar a las personas mayores frente a la desinformación en salud y con la colaboración de la SEGG podemos avanzar mucho más en esta línea”, añade.

Por su parte, José Augusto García Navarro, presidente de la SEGG, ha señalado: “Es especialmente relevante proteger a los mayores de las noticias falsas y tergiversadas en salud, dado que se trata de un colectivo muy afectado por las enfermedades crónicas y que comparten de forma habitual sus preocupaciones con otros compañeros y amigos”.

La SEGG también se integrará en la Alianza contra los Bulos en Vacunas, de la que también forma parte el Instituto #SaludsinBulos, entre otras asociaciones y sociedades médicas.

El objetivo de esta alianza es contribuir a la información veraz sobre vacunas y combatir la desinformación sobre las mismas.

La desinformación en vacunas es una de las principales amenazas para conseguir la vacunación y la protección a la población frente a epidemias y pandemias como la causada por la COVID19.

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Una persona espera tras vacunarse contra la covid-19. EFE/ Biel Aliño/Archivo

Decálogo de prácticas recomendadas para luchar contra los bulos

Para promover la divulgación de información veraz y contrastada, el Instituto #SaludsinBulos y la Asociación de Innovadores en eSalud han diseñado un decálogo de prácticas recomendadas, al que se suma la SEGG:

  1. Conocer las necesidades de información de los usuarios.

Es necesario conocer a los usuarios destinatarios de la información, sus necesidades y entorno. En todas las iniciativas hay que tener presentes los problemas que pretende resolver y los beneficios que se esperan.

  1. Adquirir el compromiso de resolver un problema con la información veraz.

Investigar la naturaleza de las necesidades de información de los usuarios, cómo las están satisfaciendo actualmente y facilitar información veraz para resolverlas. Tener en cuenta los factores clínicos, prácticos y emocionales que pueden afectar la aceptación, la adopción y el uso continuado.

  1. Diseñar. Incluir el diseño de la información en el proceso inicial de la solución.

Planificar el desarrollo de proyectos, productos o servicios teniendo en cuenta desde un principio el diseño de la información a suministrar con la finalidad de maximizar su beneficio en la salud individual y colectiva.

  1. Utilizar información validada, actualizada y de fuentes científicas.

Usar protocolos para garantizar que la información utilizada en la solución tecnológica cuenta con el aval de fuentes científicas contrastadas.

  1. Suministrar la información adecuada para cada tipo de usuario y propósito.

 Así como es necesario escuchar al usuario, también hay que conocer el tipo de información a manejar para elegir la adaptación más apropiada a suministrar en cada caso, en función de las necesidades y entornos, incluyendo criterios de accesibilidad, usabilidad y comprensión del lenguaje.

  1. Contribuir a la capacitación del usuario para ser autónomo y corresponsable a partir de la información de salud.

 La información suministrada debe permitir la capacitación del usuario en la gestión de la salud desde su rol como profesional sanitario, paciente o gestor.

  1. Validar la efectividad de la información que se facilita a los usuarios.

La información que se hace llegar a los usuarios debe pasar los filtros de validación que certifique que es entregada de forma efectiva y testar que logra los resultados esperados, como una parte más de la solución tecnológico.

  1. Ser responsable en la gestión de los datos.

Frecuentemente la información que reciben los usuarios proviene de datos de procesos o investigaciones previas. Es imprescindible tener la responsabilidad de gestionar y trazar adecuadamente la veracidad de esos datos y ser transparente con el usuario respecto a su origen.

  1. Asegurar la integridad y disponibilidad de la información.

Aplicar las normativas necesarias para asegurar que la información y sus datos origen cumplan los criterios de integridad y disponibilidad por los usuarios, tanto en los datos generados en la propia solución como en los datos de integraciones o de terceros.

  1. Ser transparente en los intereses de la información.

Transparentar los intereses a la hora de suministrar la información.