Adolescentes con más trastornos obsesivos compulsivos y una mayor reticencia vacunal entre los profesionales sanitarios son algunas de las consecuencias del aumento de bulos en materia de salud en las redes sociales. Para luchar contra la desinformación los expertos nos ofrecen una serie de recomendaciones.

El Instituto #SaludsinBulos y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) han alertado sobre el peligro de los bulos sobre salud en las redes sociales con el objetivo de reducir su impacto.
Las áreas de salud entre las que más se extienden la desinformación en redes sociales son la vacunación y la alimentación.
Con motivo del Día Mundial de las Redes Sociales, 30 de junio, los expertos de ambas instituciones han elaborado una serie de recomendaciones para combatir los bulos sobre salud en las redes.
Recomendaciones para los profesionales sanitarios
Mejorar las habilidades de comunicación de los profesionales y el personal sanitario
Es uno de los principales consejos para luchar contra los bulos en materia de salud en la red.
El objetivo es que el mensaje verídico de la ciencia llegué a más personas con un lenguaje ameno, sencillo y rápido de comprender.
Así lo recoge un estudio de la Universidad de Taipei (Taiwán) publicado en el último número de Journal of Conrolled Release que muestra además que las personas que están expuestas a desinformación continua suelen adoptar menos comportamientos preventivos de salud.
Recomendaciones para la población
Contrastar siempre la información que aparece en redes sociales
Los expertos afirman que es muy importante comprobar la información antes de difundirla sin estar seguros de que se cierta o de donde proviene.
Investigadores británicos y norteamericanos han publicado una investigación en la revista Cognition que demuestra que cuanta mayor es la exposición a contenidos falsos, más probabilidad hay de que se perciban como verdaderos y se redifundan.
Comprobar el origen o la fuente
Investigar el origen de la fuente es fundamental para averiguar si una información en redes sociales procede de cuentas identificadas como propagadores de contenidos falsos.
En este sentido, un análisis realizado por #SaludsinBulos de la conversación sobre vacunas en Twitter ha detectado que las cuentas que consiguen más viralidad son precisamente las que difunden contenidos falsos.
Recomendaciones para los padres de menores
Tomar conciencia de los contenidos a los que acceden sus hijos y mejorar la comunicación
“La importancia de los profesionales sanitarios en educar a la población sobre todo en el uso de las redes sociales es fundamental. Creo que debemos realizar actividades comunitarias en adolescentes”, explica Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos y de la iniciativa Confianza en la Vacunación, una entidad que realiza campañas educativas y formación a profesionales sanitarios.
Por ello, desde SEMERGEN y #SaludsinBulos piden a los padres que fomenten la conversación con sus hijos en materia de salud y redes sociales.
Además, recomiendan acudir a profesionales sanitarios siempre que sea necesario para aclarar dudas sobre salud y nutrición.

Principales consecuencias del aumento bulos sobre salud en redes sociales
Carlos Mateos asegura que “una de las consecuencias de la desinformación en vacunas es que no solo hay una parte de la población que se niega a vacunarse sino que muchos profesionales sanitarios (una quinta parte, según algunos estudios) muestran reticencia vacunal, lo que tiene consecuencias muy graves, sobre todo en población vulnerable y poco convencida”.
Asimismo, el doctor Javier Sanz, coordinador del Grupo de Trabajo de Innovación Digital en Salud de SEMERGEN, sostiene que cada vez son más los adolescentes que sufren trastornos obsesivos compulsivos o incluso ideas autolíticas. El profesional, los relaciona directamente con la explosión de las redes sociales.
Por otro lado, el aumento de los trastornos mentales y de la conducta alimentaria es una consecuencia del crecimiento en redes sociales de bulos sobre la alimentación, las dietas milagro y la falsa información sobre rutinas y hábitos alimenticios.
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