Cataluña, que hoy ha entrado en fase 3, País Vasco y Cantabria acceden a la nueva normalidad 48 horas antes del fin del estado de alarma, este viernes, y se suman a Galicia en el punto final a la desescalada frente a la COVID-19

El Gobierno ha anunciado este jueves que reforzará el Sistema Nacional de Salud (SNS), al que se ha comprometido a dotar de mayor financiación, para hacer frente a posibles rebrotes de la COVID-19, mientras España se prepara, a partir del próximo domingo, 21 de junio, para dar el paso a la “nueva normalidad” con el fin del estado de alarma y la apertura de la movilidad.
Con el 78 % de la población en la fase 3 de la desescalada tras la incorporación hoy de Barcelona y Lleida, tan sólo Madrid y las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia y Soria, pertenecientes a Castilla y León, permanecen en la 2.
Cataluña estará horas en fase 3, porque esta medianoche, igual que Cantabria y País Vasco, acceden a la nueva normalidad, como hizo Galicia el pasado lunes, 15 de junio.
El reto ahora es garantizar que el sistema está preparado para hacer frente a posibles rebrotes, que “preocupan mucho” al ministro de Sanidad, Salvador Illa, tal y como ha reconocido durante su comparecencia en la Comisión de Reconstrucción, del Congreso de los Diputados.
La movilidad entre autonomías será efectiva este viernes entre ciudadanos del País Vasco y Cantabria, que se convertirán en los primeros en poder transitar hacia otras comunidades.
Esta apertura de la movilidad pondrá a prueba la capacidad del sistema para detectar nuevos casos y controlar los contactos, que serán sometidos a pruebas PCR, aunque no presenten síntomas.
Preparados para un rebrote

El ministro Salvador Illa ha asegurado que el SNS tiene los recursos suficientes para hacer frente a una segunda oleada de la enfermedad, que, gracias a la concienciación ciudadana y la experiencia de los sanitarios, confía en que “sería más benigna” que la vivida.
“No bajamos la guardia. Trabajamos para que, si fuera necesario, los servicios de salud puedan poner en marcha sus planes de contingencia y reactivar, de forma rápida, todas sus capacidades sanitarias replegadas”, ha detallado el ministro.
En este sentido, ha explicado que uno de los indicadores que se ha tenido muy en cuenta en el proceso de desescalada para que las comunidades pudieran ir avanzando de fase era tener los recursos suficientes para hacer frente a un posible brote y poder activar los planes de contigencia en un corto periodo de tiempo, “un máximo de cinco días”, ha apuntado.
En las últimas horas se han conocido algunos brotes, que se suman a los ya controlados de los hospitales de Basurto (Bilbao) y Txagorritxu (Vitoria), como los tres detectados a principios de esta semana en dos residencias privadas y un hospital de Valladolid, que suman 26 contagios y que se encuentran también bajo control.
Mientras, en Algeciras (Cádiz) la Policía mantiene aislado un hostal de esta localidad tras detectar un brote de coronavirus entre sus huéspedes, uno de los cuales ha fallecido. La pensión cuenta con dieciséis residentes, diez de ellos alojados por cuenta del Ayuntamiento, y los restantes a cargo de una organización no gubernamental, y tres han dado positivo en la enfermedad.
El titular de Sanidad ha reconocido que le “preocupan mucho” los brotes, aunque ha valorado que todos se han detectado precozmente y se ha actuado rápido, pero “hay que concienciar a la ciudadanía de que esto está ahí”.
Para fortalecer el sistema, Illa, se ha comprometido a recuperar los niveles de inversión en Sanidad previos a la crisis de 2008 y aumentar progresivamente los recursos hasta alcanzar el 7 % del PIB y ha incidido en la necesidad de “cuidar a los que nos cuidan”, por lo que ha avanzado que abordará con las comunidades una mejora en sus condiciones profesionales de los sanitarios.
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