¿Sabíais que una persona a lo largo de toda su vida tiene que haber comido unas 100.000 frutas y haber bebido alrededor de 100.000 litros de agua? Además de seguir una buena alimentación o hidratación, no hay que olvidarse del deporte, de dormir bien o de evitar el alcohol y el tabaco. Sólo tenemos un cuerpo y si seguimos 17 hábitos saludables estaremos preparados para las posibles zancadillas que nos pueda plantear la vida

Hace casi un año hacíamos un recorrido por el libro “Aprende a comer y a controlar tu peso” del médico especialista en endocrinología y nutrición deportiva Antonio Escribano con el que aprendíamos que la palma de una mano era la mejor referencia para controlar la cantidad de alimentos que ingerimos cada día.
Tras más de 40 años de experiencia, el doctor Escribano recoge en “Come bien, vive más y mejor” (Editorial Espasa) los diecisiete hábitos y comportamientos saludables esenciales para cuidar el organismo.
Como el doctor Antonio Escribano plasma en su libro, antiguamente, se consideraba que la salud era sólamente la ausencia de enfermedad pero la OMS amplía ese concepto todavía más: “Es un estado completo de bienestar físico, mental y social”.
Alimentos con superpoderes
El doctor insiste en que todos los supermercados deben contar con lo que él denomina como la “joyería de la alimentación” en la que no debe faltar la fruta, la verdura, el aceite de oliva, los frutos secos o el pescado.

Escribano lamenta que en España ha bajado “considerablemente” el consumo del pescado, algo inadmisible porque “se debe comer 5 veces a la semana”.
En el caso de la carne, recomienda que se consuma entre 4 y 5 veces a la semana, el huevo no menos de 3 veces ni más de 5, y la pasta, el pan y el arroz debe limitarse a tan solo 2 o 3 días semanales.
El experto en nutrición detalla que en materia de prevención también se puede hacer algo:
- Cáncer: El brócoli -descrito como uno de los mejores alimentos del mundo- contiene sulforafano, una sustancia claramente anticancerígena. También resulta útil comer tomates, uvas, frutos rojos, ajos, cítricos, verduras de hoja verde o soja. Incluso, se puede comer “¡un poquito de chocolate!, lo equivalente a la última parte del dedo gordo (desde la uña hasta la articulación)”.
- Diabetes tipo II: Hay que tener mucho cuidado con el consumo de carbohidratos simples y complejos (dulces, bollería industrial) porque hay personas que los toleran muy bien pero hay otras que rápidamente generan azúcar en exceso.
- Hígado: “Es un auténtico y discreto multiusos” y su principal enemigo es el alcohol.
- Corazón: Los mejores alimentos para cuidar el corazón son las frutas, las verduras, los frutos secos, el aceite de oliva y los ácidos omega-3 y omega-6. Hay que vigilar el consumo de las grasas saturadas como son la bollería o los embutidos y también de la sal y el azúcar. Estas dos últimas, detalla en el libro que antiguamente y en algunas civilizaciones se conocieron como las dos “muertes blancas”.
Si tenemos en consideración este catálogo de alimentos y si además realizamos un poquito de actividad física “ya le estamos dando al corazón un cuidado que nos lo agradecerá”.
“Por nosotros que no quede”
Además de comer bien y de hacer deporte hay que tomar al pie de la letra otra serie de hábitos como vigilar el peso y la composición corporal, hidratarse correctamente, dormir adecuadamente, prevenir y combatir el estrés, ser optimista, retardar el envejecimiento y eliminar sustancias nocivas de nuestra vida como son el tabaco o el alcohol.
Para conseguir los objetivos que se plantean en este manual de la salud hay que educar la voluntad y cuidar y cultivar la personalidad.
Cuando alguien le pregunta al doctor cómo hay que hacer para dejar de fumar, Escribano, siempre responde rotundamente: “Dejando de fumar”. Tiene claro que no hay que darle más vueltas, hay que hacer del cerebro una fábrica de motivos, hay que hacer las cosas sin que haya un motivo externo que nos fuerce”.
“Sólo tenemos un cuerpo y nos tiene que durar toda la vida, no contamos con repuestos”, añade.
Un manual apto para deportistas
El especialista también cuenta a sus espaldas con una larga carrera en el mundo del deporte; ha coordinado el área de nutrición en más de 20 equipos de fútbol españoles y europeos y además es el responsable médico de esta especialidad de las Federaciones Españolas de Fútbol y Baloncesto.

El nutricionista asegura que las directrices que aparecen en su libro se pueden aplicar a cualquier deportista pero hay que ser “todavía más rigurosos”.
“La comida de un deportista es como la gasolina de un coche; no es lo mismo la gasolina de la gasolinera habitual que la que usa un Fórmula 1 ya que es mucho más específica y hay que trabajarla un poquito más”, ejemplifica el doctor.
Si echamos la vista 15 años atrás, podemos recordar que el doctor Escribano se hizo muy famoso por inventar unas “papillas milagrosas“. El especialista confiesa a EFEsalud que el truco consiste en batir la comida para que el cuerpo la absorba mejor y el rendimiento sea más rápido.
En el mundo deportivo, la alimentación es una de las piezas claves de la estrategia del juego pero no hay grandes diferencias si un jugador es delantero o defensa en el fútbol o base o pivot en el baloncesto.
- Los principales matices radican en el peso y la altura: “Un jugador de baloncesto que pese 90 kilos y mida 1,97 va a tener que tomar una mayor cantidad”.
Debe estar conectado para enviar un comentario.