El invierno se despide con un eclipse solar que en España veremos, mañana, parcialmente y que promete ser un breve pero bonito y atractivo espectáculo. ¿Hay peligro para los ojos? Sí; los expertos del Centro Oftalmológico Barraquer nos explican como ver un eclipse de sol sin riesgo para la salud visual.

El como mirar un eclipse de sol, suscita dudas. El inicio de la primavera coincide este año con un eclipse solar que en España se verá parcialmente, pero que, en las islas Feroe (Atlántico norte) y en las Svalbard (océano Glacial Ártico), se convertirá en un mágico espectáculo que por unos minutos hará que el Sol desaparezca del firmamento.
Los eclipses de Sol se producen cuando, desde la perspectiva de la Tierra, la Luna pasa por delante del Sol y lo oculta, aunque, dependiendo del lugar del planeta en que se encuentre el observador, el fenómeno puede ser total, anular o parcial.
El eclipse es total cuando toda la superficie del Sol queda cubierta por la Luna; anular, cuando la Luna -algo más alejada de la Tierra-, no llega a cubrir del todo la superficie del Sol y deja visible un anillo solar; y parcial, cuando sólo una parte del Sol queda oculta por la Luna, explica a Efe el astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), Francisco Colomer.
El eclipse de mañana, 20 de marzo, será visible parcialmente en Europa, el norte de África y norte de Asia, según datos del Observatorio Astronómico Nacional.
El fenómeno solar comenzará en el Atlántico, frente a la costa africana, a una latitud de 20º, y terminará al este de la ciudad rusa de Krasnoyarsk, en la meseta central siberiana, un trayecto que, en total, durará 249 minutos (algo más de cuatro horas).

En España, el eclipse tendrá una magnitud de 0,8 en la costa noroeste, es decir, que, desde A Coruña, los observadores que miren al cielo verán desaparecer el 80% del diámetro solar tras la sombra de la Luna, puntualiza Colomer.
La magnitud del fenómeno en el interior y el noreste peninsular de España estará en torno a 0,72, y de 0,65 en el sureste y Baleares, mientras que en el archipiélago canario será sólo de 0,55: “Sólo desaparecerá aproximadamente la mitad de la superficie solar”, precisa el astrónomo.
Los riesgos del sol
El sistema visual humano está adaptado para captar la luz normal del día sin sufrir daños, siempre y cuando no miremos directamente al sol. El iris, la parte coloreada del ojo, actúa como el diafragma de una cámara fotográfica, cerrándose cuando aumenta la intensidad de la luz, informan los expertos del Centro Oftalmológico Barraquer en documentos elaborados para proteger los ojos de las personas ante este fenómeno.
La intensidad de luz durante un eclipse disminuye, por lo que el sistema protector del iris deja de funcionar: con la oscuridad la pupila aumenta de tamaño permitiendo la penetración completa de las radiaciones solares que pueden causar quemaduras irreversibles en la mácula, la parte más sensible de la retina.
La exposición prolongada o intensa a la luz solar produce daños fotoquímicos y daños termales a las células fotorreceptoras de la retina, los conos y los bastones, causando la incapacidad de las mismas para responder a estímulos visuales y facilitando la aparición de “manchas ciegas” en el campo de visión.
En el supuesto de observar eclipses sin protección adecuada o con la observación directa y prolongada del sol, están descritas lesiones retinianas ( retinopatía solar) que pueden derivar en cicatrices irreversibles con la consiguiente pérdida de visión.
El ojo y el eclipse
Solamente un eclipse total, cuando la luna cubre totalmente el disco del sol, puede ser observado con el ojo “desnudo” (sin protección), sin sufrir daños. Nunca es seguro mirar un eclipse parcial o anular, o las fases parciales de un eclipse solar total, sin el equipo y las técnicas apropiados.
Los filtros de sol convencionales no impiden el paso de la radiación infrarroja invisible que puede causar una quemadura retiniana termal. Por este motivo, las gafas de sol no constituyen una protección adecuada para mirar los eclipses.
Métodos de como mirar un eclipse de sol con seguridad

Según la NASA, hay varios métodos para observar con seguridad un eclipse parcial, señalan los expertos de Barraquer.
Proyección
El más económico se basa en la proyección. A través de un agujero estenopéico (un agujerito de pocos milímetros en un papel, cartón o tela) se puede formar una imagen del sol en una pantalla colocada a un metro de distancia.
El agujero estenopéico se puede adaptar a un telescopio que refleje la imagen en una pantalla. Un efecto parecido se puede observar en el suelo debajo de un árbol de denso follaje: los agujeritos entre una hoja y otra crean muchas imágenes en medialuna de las fases del eclipse solar.
Filtros especiales
Para mirar directamente el sol sin consecuencias para la visión tenemos que usar filtros especiales que dejan pasar solamente una fracción minúscula de la radiación solar.

La mayoría de éstos tienen una capa de una aleación de Cromo o Aluminio en su superficie que atenúa la radiación visible e infrarroja. Las gafas de protección de los soldadores suelen llevar este tipo de filtro lo que las transforma en utensilio seguro para observar el sol. Si se desea observar el eclipse con binoculares, telescopio o cámara fotográfica, es imprescindible adaptar a éstos los filtros protectores correspondientes.
Los observadores ya experimentados utilizan como filtro varias capas de película fotográfica en blanco y negro (¡nunca de color!), previamente expuestas a la luz y desarrolladas con intensidad máxima. La placa metálica contenida en la emulsión de la película constituye un buen filtro solar.
Compact Disks
Más recientemente se han usado Compact Disks como filtros protectores, tapando el agujero central y mirando a través del propio disco. Pero la calidad óptica de la imagen formada es mucho peor que la obtenida con las gafas de soldador. Algunos CDs están hechos de una fina capa de aluminio que los hace inseguros como filtros. Si se observa cierta transparencia del CD en luz ambiental no hay que usarlos!
No hay que jugar con la protección de los ojos
Hagamos lo que hagamos, es muy importante tener en cuenta que probablemente en el arco de nuestra vida podremos disfrutar del espectáculo de más de un eclipse. Sin embargo, las lesiones retinianas causadas por una única exposición intensa a la luz solar puede dejar secuelas permanentes. No juguemos con la protección de nuestros ojos.
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