El virus del Nilo no cede en Estados Unidos
Una pequeña picadura de mosquito y podría tener el virus del Nilo Occidental. Estos pequeños insectos son los principales causantes de su propagación cuando se alimentan de aves infectadas, aunque no son los únicos animales que pueden trasmitirlo.
El número de casos en Estados Unidos no frena y asciende a 147 fallecimientos, con 13 nuevas muertes en la última semana, y más de 3.500 afectados por todo el país, informan las autoridades sanitarias estadounidenses
El 60 por ciento de los afectados se concentran en ocho estados: Texas, Luisiana, Dakota del Sur, Misisipi, Michigan, Oklahoma, California e Illinois.
Sólo en Texas se registran el 38 por ciento de los casos, y en concreto en el área metropolitana de Dallas, la cuarta zona urbana del país, podría llegar a haber hasta 25.000 personas infectadas, según cálculos de las autoridades locales.
Según las autoridades estadounidenses, cerca de una de cada 150 personas infectadas por este virus contrae la enfermedad de forma grave.
En los Balcanes, también ha habido casos; en Serbia han muerto tres personas, y en Macedonia y Kosovo, una muerte en cada uno se estos lugares. En Croacia se han confirmado cinco casos, pero sin ningún fallecimiento.
Personas vulnerables, mayor riesgo
El doctor Rogelio López-Vélez, de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital Ramón y Cajal, explica que, también de forma excepcional, la infección puede contagiarse por transfusiones de sangre, lactancia materna, trasplantes de órganos o de madre a hijo.
“Las personas inmunodeprimidas, mayores y embarazadas puede tener más riesgo de desarrollar el virus”, añade López-Vélez.
¿Cómo se presenta?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 80% de los infectados no tiene síntomas. El 20% restante puede desarrollar la “fiebre del Nilo” con dolores de cabeza y articulaciones, vómitos, diarrea o erupciones cutáneas en el tronco del cuerpo.
Menos del 1% de los casos sufre la enfermedad en su expresión más grave, incluyendo encefalitis o meningitis (inflamación del cerebro o los tejidos circundantes) cuyos principales síntomas son: dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez del cuello, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis.
El período de incubación del Virus del Nilo es generalmente de 3 a 14 días.
¿Cómo combatirlo?
Según el doctor López-Vélez, no existe ni vacuna ni tratamiento contra el virus del Nilo Occidental. La única solución para reducir la exposición al virus es, según palabras del experto, “usar repelentes antimosquitos” para evitar las posibles picaduras.
La OMS también recomienda reducir el riesgo mediante el uso de mosquiteros, repelente de insectos, ropa de color claro (camisas de manga larga y pantalones) y evitar las actividades al aire libre.
Principales focos del virus del Nilo
El virus del Nilo Occidental fue aislado por primera vez en el distrito del Nilo Occidental de Uganda en 1937, lugar del que tomó su nombre.
Estados Unidos está sufriendo este año el mayor número de casos de este tipo de virus desde 2004.
El país norteamericano convive con el virus desde 1999, cuando la ciudad de Nueva York se vio afectada tras la importación de unos flamencos infectados a un zoológico. Desde entonces el virus se ha extendido desde Canadá hasta Venezuela.
Otros focos importantes han sido Israel, Rumanía, Rusia o Grecia y también en los últimos años han aparecido casos en Italia, Francia, Portugal y España, una situación que para el doctor Rogelio López-Vélez es producto del cambio climático que afecta a las aves migratorias propagando el virus a zonas poco comunes.