El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, asegura que la colaboración internacional en la investigación contra el Covid-19 es un hecho, “esto no es una carrera”, y los ciudadanos tienen que tener claro que la ciencia dará respuestas: tenemos razones para pensar que España hará aportaciones importantes

El ministro recuerda que el Gobierno aprobó 30 millones de euros para la investigación del Covid-19, una “cantidad importante” dentro de “un primer paquete de ayudas” para hacer frente a esta emergencia: “estamos atentos a las necesidades de los investigadores”, afirma en un cuestionario enviado por la Agencia Efe.
PREGUNTA: Cómo trabaja un ministro en un estado de alarma.
RESPUESTA: Estar al frente de un ministerio es una responsabilidad que, en condiciones normales, exige la máxima atención y dedicación. Ahora se multiplica por mil ese sentido de la responsabilidad. La situación es grave y exige que las autoridades tomen decisiones importantes, con serenidad.
El Ministerio, como el resto del Gobierno, trabaja sin descanso para responder a esta pandemia de la mejor manera posible, de manera coordinada para movilizar todos los recursos disponibles.
Nosotros nos centramos en impulsar la investigación en vacunas, tratamientos y diagnóstico, y también en el fomento de la innovación empresarial que pudiera dar con alguna solución útil.
P: ¿Se han cometido errores en la gestión de esta crisis sanitaria?
R: Como explicó esta semana el presidente del Gobierno en el Congreso, esta pandemia ha desbordado las previsiones de todos, empezando por la Organización Mundial de la Salud. Todos los países han ido actuando para frenar el virus en función de su fase de propagación. En España, la expansión de la infección hizo necesario pasar a la fase de mitigación y para ello fue imprescindible decretar el estado de alarma.
El Gobierno está tomando decisiones que sabe que son duras y lo hace cuando tiene la certeza de que son imprescindibles. Es lo que corresponde ahora, no mirar atrás, sino concentrar todos los esfuerzos en enfrentarse a esta situación para que su efecto sea el menos dañino posible.
P: ¿Existe un informe del CSIC que alertaba al Gobierno desde enero sobre la letalidad del virus como publica hoy La Razón?
R: No existe tal informe. El CSIC mandó un documento interno para coordinar sus actividades el domingo 22 de marzo. El Gobierno no ha recibido en ningún momento ningún informe del CSIC proponiendo medidas para controlar la pandemia.
P: Hay centros que han sido declarados infraestructuras sanitarias críticas. ¿Cuántos hay bajo esta etiqueta?
R: En el listado de infraestructuras sanitarias críticas se incluyen centros médicos y centros de investigación. Dependientes de este Ministerio trabajan con esta consideración un total de siete: el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), el Centro Nacional de Microelectrónica, el Centro de Investigación en Sanidad Animal del INIA, el Centro de Tecnología Biomédica, el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, el Centro Nacional de Supercomputación y el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanomateriales.
Por supuesto a estos se añade el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que es la entidad coordinadora de los esfuerzos científicos en la emergencia por coronavirus y está también integrada en Sanidad.
Estamos en contacto continuo con el sistema de ciencia para asegurar que estos centros, y otros que pudieran solicitarlo, puedan trabajar a pleno rendimiento.
P: Y en el resto de centros, ¿se ha tenido que frenar alguna investigación?
R: No tengo los datos de cada proyecto que se hace en España, pero lógicamente habrá bastantes que se hayan ralentizado o parado, atendiendo al llamado del Gobierno de fomentar el teletrabajo lo más posible. Procuramos que el impacto sea el menor posible en el mundo de la investigación y la innovación, aunque lógicamente lo tendrá, como en todos los sectores.
P: El Gobierno acaba de aprobar una partida de 30 millones para investigar el SARS-COV2. ¿Es suficiente?
R: Es una cantidad importante, que va a ayudar a impulsar los proyectos de investigación que ya están en marcha y arrancar otros para encontrar soluciones tanto en el diagnóstico y tratamiento del Covid-19, como en el avance de posibles vacunas.
Tenemos centros e investigadores muy preparados para poner en marcha estos trabajos y este Gobierno ya ha dejado claro su compromiso con ellos para facilitar sus investigaciones y que tengan los recursos materiales y personales necesarios. Además, estos centros públicos también están participando en convocatorias internacionales. Hasta ocho instituciones españolas han sido seleccionadas para los 17 proyectos escogidos por la Comisión Europea, en una convocatoria exprés que lanzó a finales de enero y que sumó 47 millones de euros en total.
P: ¿Habrá más partidas?
R: El Gobierno ya ha dicho que este es el primer paquete de ayudas para hacer frente a esta emergencia. Estamos atentos a las necesidades de los investigadores. En esta primera respuesta urgente el presidente del Gobierno ya ha demostrado que otorga a la investigación la relevancia que merece a la hora de afrontar esta situación.
P: ¿Qué mensaje traslada a todos esos científicos y científicas que investigan contra reloj?
R: Primero, el agradecimiento por su trabajo diario, el que desarrollan en condiciones normales, y que ahora se convierte en un esfuerzo extraordinario. Los científicos están dando lo mejor de sí mismos, sin descanso, como cabía esperar de ellos.
Segundo, el reconocimiento a su tarea. Tenemos investigadores de primerísimo nivel, que participan destacadamente en la red internacional de conocimiento, que tienen iniciativa y liderazgo, y confiamos en su trabajo.
Tercero, mi prioridad es facilitar el trabajo de los investigadores y movilizar recursos materiales y personales, ahora y en el futuro.
P: ¿Se obtendrán resultados en España?
R: Tenemos científicos que son expertos mundiales en coronavirus, como los profesores del CNB Luis Enjuanes, Isabel Sola y Mariano Esteban, con grupos de científicos más jóvenes de igual calidad. Este centro del CSIC fue el primero en clonar un coronavirus en el 2000.
Cuentan con un laboratorio de coronavirus muy avanzado, que lleva semanas ya trabajando para buscar una vacuna al SARS-COV2, desde mucho antes de que siquiera imagináramos que Europa estaría como estamos ahora. Enjuanes y Sola esperan tener en unas semanas un candidato a vacuna que pueda comenzar la primera fase de experimentación en animales. Esteban trabaja también buscando una vacuna, con una aproximación distinta pero complementaria. Los reportes que nos llegan del centro son muy esperanzadores.
Hay otros proyectos en marcha sobre técnicas de diagnóstico y tratamientos y confiamos en que alguno de ellos encontrará las respuestas que estamos buscando. Podemos ser de los países más avanzados en unos meses.
Además, trabajamos para que el resultado de las investigaciones pueda transferirse lo antes posible. Nada está garantizado, pero hay que anticiparse a las necesidades futuras en este escenario de tanta urgencia.
P: Ya han empezado los ensayos clínicos de los candidatos a vacuna en Estados Unidos y China. ¿Hay competición o hay realmente colaboración internacional?
R: Efectivamente, Estados Unidos y China han informado de que tienen candidatos a vacuna, que ahora deben ser probados en humanos. El proceso hasta que esa posible vacuna se demuestre eficaz y segura llevará meses, un plazo similar al que tienen previsto los proyectos iniciados en España.
Celebraremos los éxitos allí donde se produzcan. Esto no es una carrera: todos trabajamos con el objetivo común de dar con los tratamientos y las vacunas lo antes posible, de manera segura. Lo que tienen que tener claro los ciudadanos es que la ciencia va a dar con las soluciones, que serán para todos. Y tenemos razones para pensar que España hará aportaciones importantes a esas soluciones.
La colaboración internacional es un hecho. Sólo hay que ver la convocatoria de urgencia que ha lanzado la Comisión Europea, en la que han sido seleccionados ocho centros de investigación españoles, que van a trabajar con otros investigadores de toda Europa. Entre ellos está el equipo de la profesora del CSIC Laura M. Lechuga, que lidera una investigación desde el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología con participación de investigadores de Italia y Francia, para poner en marcha una plataforma para el diagnóstico rápido y la monitorización de coronavirus a nivel global.
Mientras tanto, hay en marcha ensayos clínicos, dentro y fuera de España, con tratamientos para otras enfermedades que podrían ser eficaces frente a la Covid-19. En nuestro país, un proyecto en marcha con un fármaco antitumoral con en el que colabora el CNB arroja ya resultados prometedores. A nivel internacional, se están desarrollando también pruebas con al menos una docena de fármacos y se están empezando a encontrar resultados.
P: ¿Se corre el riesgo de levantar falsas expectativas?
R: Al hablar de salud hay que ser extremadamente riguroso. La ciencia tiene sus procedimientos y el desarrollo de vacunas necesita unas fases determinadas y unos tiempos que no se pueden acelerar. Al fin y al cabo, la ciencia consiste en cierto modo en preguntar a la naturaleza exactamente cómo funciona y a veces tarda en responder: no se puede saber si un tratamiento hace que la enfermedad sea más corta hasta que no se produce la sanación, por ejemplo. Hay plazos de la naturaleza que no se pueden modificar.
Nuestros investigadores explican que el proceso para lograr una vacuna puede durar entre 12 y 18 meses. Mientras tanto, trabajamos en el desarrollo de tratamientos que puedan mitigar los efectos de esta enfermedad. En este campo, ya se han producido avances y algunos son prometedores, tal y como han dicho nuestros científicos.
P: Internet se a convertido en una plataforma de solidaridad, pero hay los bulos sobre esta crisis sanitaria. ¿Está preocupado?
R: Todos tenemos que estar preocupados. Hay algunos que tienen menos importancia, como los que he sufrido yo mismo este fin de semana, mentiras absurdas que caen por su propio peso y que no afectan a la salud de las personas.
Pero cuando los bulos que corren son recomendaciones médicas falsas que se quieren hacer pasar por verdaderas, o instrucciones sobre cómo fabricar cosas en casa que luego no funcionan y pueden ser peligrosas, esto ya es mucho más grave. Si no estamos seguros de que lo que nos llega por redes o listas de mensajes es cierto, mejor no reenviar. En el ISCIII estamos poniendo en marcha un grupo ‘antibulos’ para toda esa información sensible y para que haya información cierta sobre este coronavirus