El mes de noviembre puede ver en Europa confinamientos más drásticos contra la COVID-19, similares a los de la pasada primavera. Reino Unido y Portugal han anunciado medidas más estrictas ante el aumento imparable de la pandemia

Europa avanza hacia confinamientos más duros, como Reino Unido y Portugal
Exterior del Hospital Saint Thomas de Londres, donde estuvo ingresado por coronavirus el primer ministro Boris Johnson. EFE/EPA/ANDY RAIN

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado un confinamiento nacional para Inglaterra de un mes de duración, desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre, a causa de los alarmantes datos de la pandemia

Esta medida, que pone fin a la estrategia de restricciones locales por la que había apostado el Gobierno británico, supone el cierre obligado de comercios y negocios no esenciales, así como de toda la hostelería, aunque escuelas y universidades seguirán abiertas.

El anuncio de Johnson llega el mismo día en que el Reino Unido ha superado el millón de casos confirmados en laboratorio desde que estalló la pandemia, con 21.915 nuevos positivos en las últimas 24 horas que elevan el total a 1.011.660.

El primer ministro justificó la medida con el argumento de que si no se produce ahora el cierre puede colapsar la sanidad pública británica (NHS), sometida ya una fuerte presión por el aumento de casos en las últimas horas.

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El primer ministro británico, Boris Johnson/EFE/EPA/Will Oliver

"Los comercios no esenciales y los recintos de entretenimiento cerrarán, y los pubs y restaurantes deberán cerrar excepto para servir comida a domicilio", señaló Johnson, antes de puntualizar que los lugares de trabajo para la gente que no pueda trabajar desde casa, como la construcción, sí seguirán abiertos.

No se tratará, explicó, de un confinamiento tan restrictivo como el de la pasada primavera, pero sí implicará que no se permita a los ciudadanos salir de sus casas excepto por motivos de educación, trabajo o compras de primera necesidad.

También se permitirá una hora al día de ejercicio y el contacto con una sola persona procedente de otra vivienda.

Todo ello con el fin, agregó, de que "con estas medidas, seamos capaces de permitir que las familias puedan reunirse en las próximas vacaciones de Navidad".

El jefe del Gobierno agregó que se va a prolongar el programa de preservación de empleo, que debía expirar este mismo sábado, durante un mes, hasta diciembre.

El plan será enviado al Parlamento el próximo lunes, para su votación el miércoles y su entrada en vigor el jueves 5 de noviembre.

Tras el final de este nuevo confinamiento, "trataremos de suavizar las restricciones, volviendo al sistema por niveles local y regional, según los últimos datos y tendencias", añadió.

En la misma comparecencia ante los medios, el principal asesor médico del Gobierno, Chris Whitty, dijo que ahora mismo hay varios hospitales en Inglaterra con más pacientes ingresados por la covid en ellos que durante el pico de la pasada primavera.

Si las cifras siguen creciendo a este ritmo, "a lo largo de invierno hay un riesgo potencial de que las muertes sean del doble, o más, que en primavera", señaló por su lado el jefe de los asesores científicos del Ejecutivo, Patrick Vallance.

Portugal confina al 70 % de la población sin cerrar ni comercio ni hostelería

Con la curva de contagios disparada y expectativas de que siga creciendo, Portugal confinará al 70 % de su población a partir del próximo miércoles, 4 de noviembre, pero no cerrará escuelas, establecimientos comerciales ni restaurantes.

 

La medida fue adoptada ayer en un consejo de ministros extraordinario, en el que se decidió aplicar las restricciones a los municipios con más de 240 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que alcanza a 121 localidades, entre ellas Lisboa y Oporto.

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El primer ministro de Portugal, António Costa/ EFE/EPA/ANTONIO COTRIM

Los 7,1 millones de ciudadanos que residen en estos municipios, de un país de poco más de 10 millones de habitantes, sólo deberán salir de casa para actividades imprescindibles, como trabajar, ir a centros escolares, hacer compras, dar asistencia a personas mayores o hacer ejercicio al aire libre.

No obstante, los establecimientos comerciales y los restaurantes permanecerán abiertos, aunque deberán cerrar como máximo a las 22.00 y las 22.30 horas, respectivamente.

Además, el teletrabajo será obligatorio, los eventos y celebraciones quedan limitados a cinco personas, a menos que sean convivientes, y se prohíben las ferias y mercados.

"El mes de noviembre va a ser muy duro", afirmó el primer ministro luso, António Costa, en rueda de prensa tras el consejo, donde explico que solicitará una audiencia al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, para abordar una eventual declaración del estado de emergencia en los municipios con riesgo elevado.

Estas restricciones llegan en un momento en el que la curva de contagios está disparada en Portugal, que el viernes registró cifras récord de infecciones (4.656 casos) y muertes diarias (40), así como de pacientes internados en unidades de cuidados intensivos (275).

"Esta subida, si no hacemos nada, nos conducirá a una situación de presión insostenible en el Sistema Nacional de Salud", alertó el primer ministro.

Costa, que insistió en que el Gobierno prima el "equilibrio entre la máxima eficacia en el control de la pandemia y la mínima perturbación en la vida de los ciudadanos", apeló a la responsabilidad individual de los portugueses: "Todo depende de nosotros. Sabemos que podemos confiar en los sanitarios, pero tenemos que saber también que tenemos el deber de ayudarlos", dijo.

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